Cómo eliminar el clavel del aire
¿Qué herbicida conviene utilizar? ¿Cómo se aplica? ¿Cuál es la época del año adecuada para eliminarlo?
El clavel del aire (Tillandsia spp.) es una planta epífita, es decir, que cumple su ciclo de vida sobre otras plantas, especialmente leñosas. Pertenece a la familia de las Bromeliáceas, y existen más de 50 especies en la Argentina. Entre las más importantes, podemos destacar: Tillandsia aeranthos, recurvata y usneoides.
En nuestro país, se distribuye en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, San Luis, Salta, Catamarca, Tucumán, Santa Fe y Entre Ríos; mientras que en los últimos 15 años, el número de individuos creció considerablemente en áreas boscosas. Se cree que las modificaciones del ambiente crearon condiciones favorables para su multiplicación.
Los árboles en los que se la encuentra más frecuentemente son: cedros, pinos, cipreses, ginkos, robles y prunus. Sin embargo, hay géneros que no son afectados, como los eucalyptus.
El modo de asociación del clavel del aire con las especies hospedantes es considerado, por la mayoría de los botánicos, como un caso de comensalismo, que no afecta de modo alguno a la especie hospedante. No se conocen estudios que confirmen un verdadero flujo de nutrientes desde el árbol al clavel del aire, y la presencia de individuos de clavel sobre ramas secas, cables de luz, teléfono, y otras estructuras inertes, anularía, más aún, esa posibilidad.
Sin embargo, existen estudios que advierten acerca de los efectos perjudiciales que causa el sombreado producido por el clavel cuando el grado de invasión es importante.
Una forma de combatirlo es utilizar el cobre (pesticida inorgánico), bajo la forma de distintos compuestos. Se lo emplea fundamentalmente como fungicida, desde los tratamientos de semillas hasta múltiples usos en vegetales vivos sobre innumerables cultivos. En el caso del clavel del aire, actúa como herbicida selectivo.
El sulfato de cobre pentahidratado puede ser aplicado con pulverizador manual o a presión, y actúa por contacto sobre el clavel disminuyendo considerablemente la población en pocas intervenciones. Es fundamental que el producto “moje” todos los claveles.
Se recomienda efectuar dos aplicaciones anuales, en el invierno, durante mayo y junio, con un intervalo de 30 a 45 días. Conviene utilizar las dosis de aplicación máximas de 100 a 120 cm3 / 10 litro de agua. Si por debajo del árbol hay césped y se quiere evitar su daño, es conveniente cubrirlo durante la aplicación o lavarlo con mucha agua ya que se quema por el efecto del goteo del producto.
En caso de realizar aplicaciones fuera de época, aplicar las dosis de verano de 50 cm3 / 10 litro de agua y pulverizar en días en que la temperatura máxima no exceda los 25 ºC.
Recuerde utilizar un adherente junto con el producto químico para aumentar el pegado del producto al clavel y mejorar su efecto herbicida. |