La tipificación, también llamada estandarización, consiste en un conjunto de normas que definen, a su vez, las características que deben presentar los productos para garantizar determinada calidad comercial.
Las normas generales de tipificación están reguladas por las siguientes instituciones internacionales: General Agreement on Tariffs and Trade (GATT) y United Nations Conference and Development (UNCTAD).
Así, tipificar significa adoptar un conjunto de normas de calidad, consensuadas por los distintos integrantes de la cadena productivo-comercial.
A través de la tipificación se logra:
• Obtener un patrón de comercialización único, con un lenguaje simple y práctico, en el cual se definen categorías de calidad, formas de presentación del producto y rotulado de los envases, entre otros aspectos.
• Facilitar la comparación y formación de precios.
• Fortalecer las marcas de los productores y de los centros de comercialización.
• Facilitar las ventas telefónicas y por Internet.
• Agilizar el intercambio de información de la cadena productiva.
Desde hace un tiempo, la evolución del sector ha acercado nuevas zonas de producción, especies novedosas, un mayor número de productores y, por lo tanto, una complejidad superior en la cadena comercial. Esta situación produjo un escenario muy diverso que demandó la unificación de criterios, especialmente, en el aspecto que nos ocupa (comercialización). Por ello, muchos países ya han adoptado estándares de calidad para llevar a cabo la comercialización de flores de corte y plantas ornamentales, entre ellos: Brasil, Chile, Estados Unidos.
Los parámetros considerados en la tipificación de flores de corte y plantas de ornamento son, entre otros: el estadio de desarrollo del vegetal; la sanidad de las plantas y los residuos; la presencia de defectos (tallos, hojas, flores, raíces, etc.); los sistemas de embalaje y la presentación; el tamaño de los tallos; el tamaño de las macetas; la uniformidad; las unidades de venta (por ejemplo: 5, 10, 15 y múltiplos de 10 tallos); información en el embalaje; tratamientos de poscosecha.
Por ejemplo, en Brasil se ha logrado mejorar la calidad comercial de flores y plantas mediante la implementación de determinadas prácticas adecuadas de poscosecha y de la elaboración de estándares de calidad. Así, se crearon los Patrones de calidad IBRAFLOR.
Corresponde aclarar que IBRAFLOR es el Instituto Brasilero de Floricultura y está integrado por representantes de todos los sectores (mercados mayoristas, productores, vendedores de insumos, instituciones académicas, etc.). Dicho patrón se distingue por la presencia de fotos de cada categoría y embalaje utilizado, de esta manera se facilita la identificación correspondiente.
Por otro lado, en Europa, el comercio internacional se rige a través de los estándares de comercialización y calidad de flores de corte denominado: UN-ECE STANDARD. Todos ellos se basan en los patrones internacionales de comercialización (GATT Y UNCTAD).
A su vez, en nuestro país, en el 2003, el Servicio Nacional de Sanidad Argentino (SENASA) emitió una normativa para la tipificación de flores y plantas ornamentales. Y, en el 2006, cuando se llevó a cabo en la provincia de Tucumán una Jornada de Comercialización y Mercados, el sector productivo manifestó su interés por la temática en cuestión y solicitó el apoyo de las instituciones para poder comenzar a trabajar en la estandarización y en el mejoramiento de la comercialización de flores y plantas ornamentales.
Consecuentemente, el grupo Tipificación —perteneciente al Foro de Floricultura de la Provincia de Buenos Aires— ha comenzado a trabajar en el tema. Se ha iniciado el proceso de caracterización de las unidades comerciales de flor de corte en los mercados concentradores mayoristas del área metropolitana de Buenos Aires, a fin de determinar la calidad y la homogeneidad de los productos comercializados. Además, se ha empezado a difundir, a través de charlas informativas, los aspectos básicos relacionados con el manejo poscosecha. |