
La inquietud empresarial por conocer la producción y comercialización de flores en nuestro país surgió a partir de un artículo sobre la Floricultura en Argentina escrito por el INTA y publicado en la revista de difusión mundial FloraCulture international, en marzo de 2008. A partir de allí, Bradney Bould se contactó con el Instituto de Floricultura con el objetivo de visitar mercados y también productores del sector.
Su compañía, establecida en Auckland (Nueva Zelanda), se dedica a la exportación de flores de corte, por vía aérea, desde 1989. Los principales mercados conquistados por ellos constituyen el elenco de los más exigentes, como Japón, EE.UU. y determinados países de Europa, Asia y Medio Oriente.
Según nos comentó Bradney, la estrategia comercial de la empresa es establecer nuevos proveedores de flores alrededor del mundo para poder ampliar la oferta de la compañía, ya que en Nueva Zelanda, los costos de adquisición de tierras y la mano de obra son muy elevados. De hecho, la empresa ya ha establecido lazos comerciales de este tipo con otras similares de Chile (vecino país que ya posee experiencia en la exportación de flores).
En particular, el interés de la firma estuvo orientado a determinados productos, como hortensias, orquídeas y peonías para flor de corte. Resultó novedoso para el sector el interés de la hortensia como flor de corte, ya que en el mercado nacional, es sólo un producto del rubro planta en maceta.
Durante la visita empresarial, se recorrieron los dos principales mercados de flor de corte: la Cooperativa Argentina de Floricultores (sede Barracas) y Mercoflor (La Plata). En esta última plaza comercial, se organizó una reunión con la asistencia de productores y luego se visitaron algunos cultivos considerados líderes de flor de corte, como el cultivo de rosas de Akashima, Hatanaka (Rosas Ayna) y la empresa FlorAr (de J. Romczyk y Cía.).
Si bien, como resultado de la visita, se concluyó en que la exportación de flores debe ser pensada como una estrategia a mediano plazo —debido a la falta de experiencia del sector—, hubo, por otro lado, interés por parte de éste en importar algunas variedades de especies que no habían sido aún introducidas en el mercado local, con fines comerciales y, también, de investigación.
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