A menudo, los fertilizantes de nitrógeno son necesarios para asegurar el rendimiento adecuado de los cultivos; no obstante, la utilización de dichos componentes provoca la emisión del óxido nitroso, que es el principal gas de invernadero en la atmósfera.
Según Ardell Halvorson, científico e investigador del Suelo en el Laboratorio de Investigación de Nutrientes del Suelo y las Plantas (ARS), en Fort Collins (Colorado), se estima que el 78% de las emisiones del óxido nitroso de EE.UU. proviene de la agricultura.
Dicho investigador comparó las emisiones del óxido nitroso de los campos de maíz tratados con un fertilizante convencional de nitrógeno (urea), y uno tratado con dos fertilizantes de urea especialmente formulados —uno con bolitas cubiertas de polímero, para un lanzamiento controlado del fertilizante; y otro con sustancias agregadas, para estabilizar la urea a fin de mantenerla en el suelo, en forma de amonio, por un período más largo—.
En un experimento de dos años en Fort Collins, Halvorson capturó las emisiones usando cámaras con respiraderos, colocadas encima de la superficie del suelo (empleó el sistema de cero labranza, porque se sabe que este método reduce las emisiones del dióxido de carbono), y descubrió que el fertilizante de lanzamiento controlado redujo, aproximadamente, el 33% de las emisiones del óxido nitroso, y el fertilizante estabilizado las redujo casi a la mitad.
Hasta la fecha, los resultados que ha obtenido este científico han sido limitados a los campos regados y a las condiciones frescas y semiáridas de Fort Collins y de sus alrededores cercanos. Sin embargo, las emisiones del óxido nitroso son la consecuencia de una interacción compleja de condiciones variables según las áreas. Entre dichas circunstancias, es posible citar: la cantidad de agua en el suelo y la temperatura de éste; así como también, los tipos de suelo, la actividad microbiana, las condiciones climáticas y los patrones de lluvia. Así es que Halvorson está ampliando el estudio, con el apoyo del sector de investigación sobre fertilizantes y la colaboración científica de otros laboratorios del ARS, para poder observar cómo los fertilizantes reaccionan en siete sitios diferentes del país citado. |