Los murciélagos son los únicos mamíferos que vuelan. Deben esta característica a la posesión de membranas de piel (patagios). Estas membranas están unidas por delante a través del segundo dedo y el antebrazo, y detrás, por los dedos tercero, cuarto y quinto. La unión del patagio con el cuerpo se realiza por el medio del tronco. Estas alas, además de permitirles volar, logran mantener la temperatura constante del cuerpo y los ayuda a capturar insectos.
Estos mamíferos voladores se comunican a través de radar, utilizando un método llamado ecolocalización.
Pueden comer más de la mitad de su peso en una sola noche. Según la alimentación que mantienen, se los puede clasificar en insectívoros, nectarívoros (néctar), frugívoros (frutas), carnívoros y vampiros.
Dichos animales poseen un papel importantísimo en el control de plagas, así como en la polinización y diseminación de semillas.
Los nectarívoros son muy beneficiosos. Prestan una gran ayuda en la polinización: transportan de flor en flor, el polen que quedó adherido a su pelaje.
Por otro lado, los insectívoros, como viven en colonias, llegan a cazar miles de insectos en una noche. Por ejemplo, en los cultivos de café orgánico de México, en comparación con las aves, los murciélagos ejercen un mayor control sobre las plagas.
Mientras que los frugívoros producen estragos en los cultivos frutales. Aunque, a través del vuelo y sus desechos, permiten que las semillas se dispersen en zonas más alejadas de su lugar de origen. |