Cómo presentar un proyecto paisajístico
¿Qué es un proyecto paisajístico? ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta? ¿Es posible saltar alguna etapa?
El proyecto es la herramienta que tienen los profesionales para poder comunicar las ideas al cliente, y una vez aceptado por éste, pasa a ser el medio necesario para plasmar esa creación.
El proyecto es el antes de la obra. Una vez elaborado, permite desarrollar los cómputos, presupuestos, detalles y contar con todos los datos necesarios para concretar su realización.
El proyecto paisajístico es igual al proyecto arquitectónico; con diferencias en los medios, las técnicas y los materiales, pero no en la concepción del espacio y su diseño. Completa a la arquitectura, dado que se trabaja con el entorno de la obra, desde sus paredes hacia fuera, es decir, el espacio exterior.
Los profesionales deben trabajar a partir de la necesidad del cliente que encarga resolver, crear o concretar su espacio exterior.
Por todo esto, hay una gran diferencia entre generar un espacio con determinada atmósfera, clima, estilo, representado en un proyecto; y el ejercicio de agrupar plantas, algunas con un poco de contraste de color o textura, o la presentación de un presupuesto sobre la base de un modelo de jardín practicado y repetido en distintos lugares.
Para llegar a presentar un proyecto, se trabaja en distintas etapas o presentaciones. De acuerdo con las dimensiones del lugar, estas etapas se pueden saltear o no, presentando por lo general, en primer término, un anteproyecto o, en espacios reducidos, un croquis.
Como ya se mencionó, el proyecto es una herramienta de comunicación, y debemos incluir todos los planos, vistas, croquis, fotos, 3D y toda aquella representación que permita dar a conocer el espacio creado en el papel o en forma digital.
De esta manera, cada profesional elige los sistemas de representación con el objetivo de que el destinatario lo pueda comprender y verificar.
A modo de ejemplo, se enumera un listado de planos, que, de acuerdo con la magnitud de la obra, serán necesarios presentar en el proyecto definitivo y forman parte de la documentación de obra:
- Plano de agrimensura (lo realiza el agrimensor).
- Movimiento de suelo.
- Análisis de suelo y de agua.
- Replanteo de las plantas existentes, si se da el caso.
- Memoria descriptiva.
- Sistema de riego.
- Plano de drenajes planificados.
- Plano general, con plantas y vistas del proyecto, se adjuntan también perspectivas o croquis que permitan ver la espacialidad.
- Planos de replanteo, con dos ejes. De acuerdo con la complejidad de la obra, se puede separar en varios planos los datos, pero siempre utilizando los mismos ejes. En obras de gran extensión, en general, se divide el lugar en una cuadrícula de 50m x 50m o 100m x 100m, y se fijan los dos ejes de replanteo por sector.
- Caminos, senderos, solados, plano con replanteo, especificaciones y detalles particulares.
- Plano de plantación, éste se puede realizar para cada tipo de plantas, por ejemplo: plano de árboles, plano de arbustos, plano de herbáceas y trepadoras. Esta división en muchos casos ayuda a una mayor claridad y se evita que se empaste la información.
- Planilla con características de las plantas elegidas, acompañada por el cómputo de las mismas.
- Planillas de cómputos en general de todos los insumos y materiales necesarios.
- Iluminación.
- Jardinería acuática, detalles constructivos, técnicos y demás datos necesarios. Listado de plantas e insumos.
- Planos de albañilería.
- Plano de detalles en escala 1:50, de ser necesario.
- Mobiliario.
- Macetas y otros complementos diversos.
El número de planos que puede tener un proyecto es difícil de determinar a priori, en general. Todo lo que se tiene estudiado y resuelto en el plano (en el papel) hace a una ejecución más sencilla, previsible, sin sorpresas o conflictos, porque permite realizar los cómputos, los presupuestos, el desarrollo y la planificación de la realización de la obra.
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