Durante la reunión de formación de este grupo de productores, se confeccionó, en forma participativa, una lista de las problemáticas comunes más importantes de los distintos cultivos.
Una vez realizada, se procedió a priorizar a cada uno de ellos, para luego hacer la puesta en común, que arrojó los siguientes resultados, validados por el grupo:
1-Falta de rentabilidad de la empresa familiar: al tratar de ser competitivo en los precios, caen los valores de venta y los márgenes son cada vez más pequeños.
2-Falta de eficiencia en la producción: mala administración del tiempo, insumos, etc.
3-Canales de comercialización que no cubren las expectativas: la gran mayoría comercia sus productos a revendedores que logran diferencias a costa del productor y, en su gran mayoría, son ignorantes del producto que ofrecen en el mercado.
4-Falta de análisis económico: sólo unos pocos llevan registros que les posibilitan conocer los costos de producción o elegir la forma y la cantidad de artículo a producir.
5-Falta de información: que se acentúa en las zonas más aisladas.
6-Sanidad: representa otra problemática incipiente, que al comenzar a intensificarse el cultivo y a reducirse los márgenes, se vuelve más importante, y hay que tenerla en consideración dentro de los costos.
7-Falta de cantidad y calidad de sustrato.
8-Carencia de líneas de financiamiento: si bien existen, no son accesibles para el sector florícola general.
9-Falta de mano de obra disponible para los trabajos de vivero: no hay personal capacitado en el oficio de la producción de plantas ornamentales. Por otra parte, este trabajo obrero tiene un costo altísimo, lo que dificulta el crecimiento como consecuencia de las altas cargas sociales. Se estima un límite en la producción debido al problema expuesto de la mano de obra.
10-Compras de insumos: se realiza la adquisición de insumos en forma individual, cuando podría conformarse un pool de compras. De esta manera, se aprovecharía que la gran mayoría consume idénticos productos de los mismos proveedores.
Complementando esta información, los integrantes del Foro de Córdoba señalaron:
- Las empresas productoras de Buenos Aires comercializan en todo el país, pero Córdoba no llega, con su producción, a abastecer el mercado propio. Y cuando, como consecuencia de la sobreproducción, bajan los precios de los productos florícolas, se ocasiona una competencia desleal, que llega hasta la situación de que el productor local tenga que competir con precios menores a sus costos de producción.
- Los productores se ven entre sí como competidores, en vez de cooperadores por lo que existe deslealtad entre algunos productores, lo que hace complejo realizar acuerdos de producción entre vecinos.
- Por otro lado, la mano de obra temporaria es significativamente más onerosa y su disponibilidad en el tiempo es irregular mientras que Buenos Aires trabaja con familias con las cuales se acuerda en porcentaje de producción, forma que les permite mantener un mínimo estable de recursos humanos.
- Hay que comenzar a tomar conciencia de que se debe considerar el agua como un costo de producción, y no como un insumo gratuito.
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