El lilium es una planta perenne que produce flores de variados colores, comercializadas fundamentalmente como flor de corte. Existen cerca de cien especies del género Lilium, así como híbridos producidos por el cruce entre especies, difundidas en regiones templadas de todo el mundo. Se multiplican por bulbos escamosos, desde los cuales sale un tallo erecto que producirá una inflorescencia terminal.
Ocupan el quinto lugar del volumen comercializado de flores en el ámbito internacional. Holanda es el primer productor mundial de bulbos, seguido por Japón, Estados Unidos y Francia. Holanda, Francia e Italia son productores tradicionales de flor cortada. Este cultivo se está expandiendo, a pesar del costo relativamente elevado de los bulbos. En la actualidad, los principales exportadores son Israel, Colombia y Costa Rica. Es muy amplia la cantidad de especies e híbridos que se cultivan en cada país.
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Este cultivo es afectado principalmente por hongos, insectos, nematodos y virus. Los virus constituyen una seria amenaza para la producción, porque, además de ocasionar pérdidas, se difunden con extrema eficacia por medio de la multiplicación agámica (esquejes, acodos).
El manejo adecuado para el control de las virosis incluye el reconocimiento de cada una de ellas a campo, la confirmación del diagnóstico por métodos serológicos (los cuales requieren análisis en laboratorio) y el control muy riguroso de los bulbos usados para la multiplicación.
Por esta razón, las partidas de bulbos que se comercializan en el mundo como libres de virus son sometidas a pruebas serológicas (ELISA) para descartar la presencia de los siguientes virus: virus latente del lilium (Lily symptomless virus - LSV); virus del moteado del lilium (Lily mottle virus - LMoV); virus del mosaico del pepino (Cucumber mosaic virus - CMV); mancha anillada del tabaco (Tobaco ringspot virus - TRV) y Tomato aspermy virus - TAV. Suelen agregarse análisis adicionales, según la zona de donde provengan los bulbos.
Sobre esta especie, podemos decir que tres de los virus mencionados mundialmente han sido encontrados en la Argentina: Lily symptomless virus (LSV), Lily mottle virus (LMoV) y Cucumber mosaic virus (CMV) . La distribución de estos tres virus es semejante, y ellos afectan cultivos en las provincias de Tucumán, Buenos Aires, Chubut y Mendoza. Los tres tienen amplia difusión mundial, y, mientras que los dos primeros sólo afectan al Lilium y a alguna otra especie muy cercana, el CMV es polífago y ataca, además, varios cultivos hortícolas. En todos los casos, la severidad de las enfermedades causadas por estos virus, depende de las condiciones ambientales y de la especie y variedad de Lilium sp.
* El LSV (antes también conocido como virus del quebrado del tulipán) causa síntomas visibles recién durante la floración. La severidad de los mismos es mayor en invierno que en primavera. Pueden aparecer estrías cloróticas, manchitas necróticas y enrollamiento de las hojas, además de una disminución del crecimiento. Las flores de las plantas infectadas son de menor calidad que las sanas en lo referente al tamaño, peso, color y duración como flor de corte.
Este virus se transmite a la descendencia a través de los bulbos y las semillas, y también por pulgones.
* El LMoV, que causa el moteado o degradación de la azucena, produce síntomas que pueden llegar a ser muy severos: clorosis de nervaduras, moteado de hojas, mosaico, estrías cloróticas, enrollamiento y deformación de las hojas, manchas de tejido muerto, quebrado, deformación y asimetría de las flores y manchas marrones necróticas en la superficie de los bulbos. Puede provocar la caída prematura de los pimpollos y el acortamiento de la duración de las flores cortadas. Los síntomas que se presentan en cultivos forzados bajo plástico suelen ser más graves que en cultivos a campo.
* El CMV, virus del mosaico del pepino, produce clorosis a lo largo de las nervaduras, mosaico, anillos amarillos y marrones, enrollamiento y caída prematura de hojas, deformación de pimpollos y quebrado del color de las flores. Por estos síntomas puede confundirse con el LMoV.
La infección conjunta de CMV y LSV causa una enfermedad caracterizada por pequeñas manchas de tejido muerto, de color marrón, paralelas a las nervaduras.
En el campo, estos tres virus son transmitidos por áfidos (pulgones), de manera no persistente. Están presentes en los bulbos de las plantas enfermas, en donde se mantienen infectivos hasta que enferman la nueva planta. Si bien se transmiten por jugos en el laboratorio, no pueden transferirse a campo por contacto entre plantas.
La medida de manejo básica consiste en el uso de material de partida sano. Por esta razón, es necesario realizar el análisis de las plantas que se usarán para multiplicación, a fin de detectar y descartar aquellas que tengan virus, así como también de bulbos, estableciendo baja o nula tolerancia. Esto se complementa con otras estrategias de manejo, como el uso de aceites para control de pulgones y la eliminación de las plantas afectadas en el cultivo.
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