Imprimir

Enviar por E-mail

Cambiar tamaño

Enviar comentario

Hongos y mezclas

Por Conrado Pakoca*

Un hongo, cuando infecta un cultivo y se desarrolla sobre este, lo convierte  en hospedante y, de tal manera, se constituye en una adversidad para él. Esto ocurre de forma determinada y bajo ciertas condiciones.

Simplificando el proceso y refiriéndonos a algunos de los hongos que afectan la parte aérea de los cultivos, puede decirse que, para que tal relación suceda, de alguna manera sus conidios (esporas asexuales que el organismo utiliza para propagarse) deben llegar a la epidermis de la planta, germinar, producir el tubo germinativo y penetrarla. Posteriormente, deben desarrollar las hifas, que son los  elementos que constituirán el micelio o cuerpo del hongo, en el que se formarán estructuras reproductivas, que más tarde  generarán nuevamente conidios que, a su vez, originarán nuevas infecciones, continuando así,  indefinidamente, hasta que ocurra al menos una de estas tres situaciones: que el cultivo hospedante  muera, que cambien las condiciones ambientales o que intervengamos interrumpiendo de alguna manera el ciclo biológico del hongo.

Dependiendo del hongo en cuestión, el cultivo puede sucumbir rápidamente o convivir mucho tiempo con él, aunque perdiendo la calidad comercial. La intervención más efectiva será la preventiva, esta es la que evita la infección primaria producida por los conidios del hongo, ya que cualquiera que ocurra con posterioridad, aunque resulte efectiva, incluso erradicante, no evitará que se produzca un daño irrecuperable al cultivo en cuanto a la pérdida de su calidad.

Los fungicidas, según sea su naturaleza química, actúan de manera diferente sobre el metabolismo de los hongos y de su hospedante, así, por ejemplo, los que pertenecen al grupo de  los triazoles inhiben la demetilación de los esteroles, y por tal razón, al impedir la biosíntesis del ergosterol  —compuesto indispensable para la formación de la membrana celular en los hongos—, las hifas no pueden formarse. Algunos de estos, como efecto no deseado, también afectan la biosíntesis del fitosterol y las giberelinas, reduciendo el tamaño de las plantas. Esto no ocurre con los triazoles de cuarta generación.

Otro grupo de fungicidas es el de las estrobilurinas,que son compuestos que se extraen de un hongo (Strobilurus tenacellus) y también se producen de forma sintética. Las estrobilurinas afectan la respiración mitocondrial, alteran la esporulación (formación de los conidios) e impiden la germinación y el desarrollo del tubo germinativo.

En consecuencia, si pensamos en una buena mezcla, a la hora de preparar cócteles, podríamos tener en cuenta lo siguiente: las estrobilurinas, que impiden la germinación de los conidios y el desarrollo del tubo germinativo utilizado para penetrar la epidermis del hospedante,  con los triazoles, que impiden el desarrollo del micelio en los tejidos de este.

Comenta esta nota con su autor

Cambio climático

Es el nuevo desafío que deberá enfrentar la humanidad. ¿El calentamiento global es un hecho comprobado? ¿Es el ser humano el responsable de este cambio? ¿Podemos o debemos hacer algo para revertirlo? Por Tristán Simanauskas

La Frase Augusto Aki, sobre la importancia de los eventos para profesionales: “El vivir la oportunidad de asistir a una reunión de negocios es una experiencia única, porque en el día a día, el empresario está muy solo”