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Schmidt & Co.

Presenta: Jorge Schmidt (47)

Nuestra empresa nació cuando, por 1991, siendo estudiante de agronomía de la UBA,  tuve la necesidad de trabajar. Fue entonces que pensé en que podría ser interesante la opción de comenzar con esto de los sistemas de riego.

Investigando ampliamente acerca del tema, me acerqué a empresas importadoras e instaladoras, y a embajadas de países desérticos. Así fue como empezó todo: mientras estudiaba, me hacía tiempo para instalar sistemas de riego para pequeños jardines, terrazas y balcones de Buenos Aires, y sus alrededores.

Un tiempo después, se unió mi hermano al proyecto, y juntos enfrentamos los desafíos y crecieron los tamaños de nuestras obras: campos deportivos, plantaciones frutales, hoteles en la Patagonia, etc.

Gracias a estos emprendimientos conocimos gran parte del país y trabajamos en lugares paradisíacos. Pero cada día tenía menos ganas de volver a Buenos Aires. (Me había quedado en la memoria la imagen de un folleto extranjero, una plantación de duraznos en el desierto de Israel). Y hace pocos años decidimos en familia mudarnos a tierra mendocina, donde sin agua, nada crece ni prospera. Nos gustó ese desafío, “regar el desierto”. 

Algunas veces me pregunto por qué hacemos esto del riego. Y encuentro la respuesta en que disfrutamos de ver cómo cae la gotita al lado de la planta de vid en un suelo despojado, o apretar el botón de un tablero y que comience a danzar el agua de los aspersores de todo un parque, o ver cómo llueve finito dentro de un invernadero. Sentimos como si las plantas se alegraran, y sus hojas se ponen turgentes. Al fin y al cabo, es poder aportar algo a nuestra sociedad, poniendo todo el esfuerzo técnico, un equipo humano, vehículos, maquinarias de zanjeo y mucha dedicación para que todo salga bien.

• Conócelos www.schmidt-riego.com.ar