Parte II Diagnosticar a tiempo permite corregir desequilibrios y optimizar el crecimiento de una planta. Sintomatología asociada a deficiencias nutritivas y a toxicidades nutricionales. Por Oscar J. Herrera*
Sintomatología asociada a deficiencias nutritivas (adaptado de Gibson, J.L. et al. 20011; Whipker, B.E. y Cockson, 20202):
Nitrógeno3 : clorosis (amarillamiento) homogénea en hojas viejas (rojizas en pensamiento, begonia y copete). Al aumentar el déficit, todas las hojas amarillean. Las hojas viejas se necrosan y se desprenden.
Fósforo3: las hojas viejas presentan color verde oscuro, virando luego al rojizo o al violáceo desde el margen y en el envés foliar. En algunas especies, dicha coloración puede ser genotípica. A veces, el síntoma aparece en las hojas superiores, en particular cuando la planta está en floración o fructificación, lo que se debe a una competencia entre destinos por el fósforo translocado.
Potasio3: clorosis y necrosis marginal en hojas viejas. En prímula obcónica, estos síntomas pueden obedecer a la salinidad. La necrosis marginal puede no estar precedida por clorosis, y acompañada, en cambio, de rizado foliar. Es posible que aparezcan manchas necróticas en la lámina foliar, más numerosas hacia el margen. Finalmente, la hoja se seca. Los síntomas pueden confundirse con los causados por la deficiencia de magnesio.
Calcio3: las hojas jóvenes pueden presentar clorosis, forma acucharada o estar arrugadas. El crecimiento del tallo se detiene y el meristema apical muere. Las raíces son cortas, engrosadas y aparecen en poca cantidad. Las flores y brácteas se pueden decolorar o formarse mal.
Magnesio3: las hojas viejas desarrollan clorosis laminar entre nervaduras (internerval). En algunas especies, como el tomate, aparecen pigmentaciones rosadas, rojizas o púrpuras. En la albahaca, el déficit aparece en las hojas superiores en expansión por debajo del ápice; es posible que sea confundido con deficiencia de micronutrientes4.
Azufre3: las hojas de la parte media de la planta, o en su totalidad, desarrollan una clorosis uniforme. A veces, los síntomas son acentuados hacia el ápice.
Hierro3: clorosis internerval en hojas jóvenes. En coleus y torenia, aparece un blanqueado laminar (obs. pers. O.J. Herrera). Puede haber necrosis apical y del margen foliar.
Manganeso3: clorosis internerval en hojas jóvenes (similar a la de hierro); en ocasiones, seguida de manchas marrones en las zonas cloróticas.
Zinc3: se afecta la expansión de las hojas jóvenes. Tendencia a desarrollar clorosis internerval y necrosis. Los entrenudos del tallo se acortan y dan un aspecto arrosetado a la planta.
Cobre3: clorosis internerval en hojas jóvenes, mientras que las puntas y los lóbulos de dichas hojas pueden permanecer verdes. Luego, las hojas jóvenes completamente expandidas se necrosan rápidamente. Las flores son pequeñas y deformes.
Boro3: muerte del meristema apical con proliferación de ramificaciones seguido de muerte de las nuevas yemas laterales. Acortamiento de entrenudos. Hojas apicales engrosadas y arrugadas. Raíces cortas y gruesas, con posible muerte del ápice radical. Desarrollo floral reducido, a veces, incompleto.
Molibdeno3: márgenes foliares cloróticos, en la parte media de la planta, luego necróticos. Los síntomas se extienden por la planta hacia arriba y hacia abajo. Las hojas pueden deformarse asemejando un patrón de media luna con algunas arrugas; los márgenes foliares necróticos pueden curvarse hacia arriba y hacia adentro.
Sintomatología asociada a toxicidades nutricionales (adaptado de Whipker, B.E. y Cockson, 20202):
Amonio: necrosis marginal en hojas viejas. El margen puede curvarse hacia arriba o hacia abajo, según la especie. Escasa formación radicular, con ápices necrosados, en toxicidades avanzadas.
Hierro: en copete y tagetes, manchas amarillentas, luego cobrizas, inicialmente en las hojas viejas y progresan hacia las más jóvenes5. Puede confundirse con un ataque por ácaros. En malvones de semilla y gerberas, las hojas viejas presentan numerosas manchas oscuras entre nervaduras. Las hojas pueden secarse.
Manganeso: manchas negruzcas o violáceas en hojas inferiores que se vuelven numerosas y que, eventualmente, se fusionan en parches. Puede confundirse con una toxicidad por hierro. A veces, ambas toxicidades están presentes en simultáneo. Este trastorno es frecuente en albahaca, cosmos, dalia, pimiento y zinnia.
Boro: los márgenes de las hojas más viejas se vuelven necróticos con un característico color marrón-rojizo. Es posible que se desarrollen manchas necróticas a lo largo de la lámina.
Resumen
Los trastornos nutricionales pueden tener diversas causas. El reconocimiento clínico de deficiencias o excesos se puede ver dificultado por síntomas atípicos, tanto para el cultivo como para el elemento. Aun así, los síntomas clínicos proporcionan una valiosa herramienta de diagnóstico.
* Ing. Agr. Oscar J. Herrera. Director de cultivo Arie Sonneveldt S.R.L.
1. James L. Gibson, J.L; Nelson, P.V; Pitchay, D.S. & Whipker, B.E. 2001. N.C. Flower Growers' Bulletin 46(1).
2. Whipker, B.E. & Cockson, P. 2020. Nutrient Disorder Primer: A quick guide to nutritional disorders. E-Gro 9(8).
3. Herrera, O.J. 2024. Plantas: nutrición mineral. Segunda parte. Economía & Viveros.
4. Mattson, N. & Merrill, T. 2016. Symptoms of Common Nutrient Deficiencies in Hydroponic Basil. E-Gro #2016.04.
5. Alvano, J.P. & Miller, W.B. 1996. Iron toxicity stress causes bronce speckle, a specific physiological disorder of Marigold (Tagetes erecta L.). J. Amer. Soc. Hort. Sci. 121(3):430-437.