Jardineros sin fronteras

Trabajan desde 2014, pero adquirieron mayor visibilidad como consecuencia de los incendios acaecidos en Córdoba. Juan Orco, uno de sus coordinadores, nos cuenta sobre esta agrupación.

Jardineros Sin Fronteras es una organización que está formándose como cooperativa de asesoría técnica. Está integrada por jóvenes técnicos egresados de la Escuela de Oficios de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y de la Tecnicatura Universitaria en Jardinería y Floricultura de la misma universidad. Desde 2014, nos enfocamos en realizar trabajos colaborativos y cooperativos para mejorar los espacios verdes urbanos y periurbanos de Córdoba, nos cuenta Juan Orco (48), uno de los coordinadores de esta entidad.

¿Qué tipo de actividades realizan específicamente?

Promovemos la agroecología y generamos espacios de inclusión laboral a través de la producción de plantas ornamentales, hortícolas y forestales. Complementamos esto con la elaboración de bioinsumos, como compost, que utilizamos para mejorar los cultivos y regenerar especies nativas. Además, organizamos experiencias educativas en comunidades barriales, escolares, empresariales y con personas interesadas en aprender el oficio de jardineros y viveristas.

Mencionaste la regeneración de especies nativas. ¿Cómo llevan a cabo este proceso?

La producción de especies nativas nos permitió desarrollar proyectos de restauración ecológica en áreas degradadas, especialmente en aquellas afectadas por incendios en las sierras de Córdoba. Una de las iniciativas más importantes surgida de esta experiencia es nuestro encuentro anual sobre Remediación Ambiental y Restauración Ecológica, que se realiza cada marzo en el Refugio Libertad, en el valle de Paravachasca (Córdoba).

¿Cómo organizan la producción de plantas?

Nuestro modelo es colaborativo y descentralizado. Fomentamos la producción a pequeña escala en patios y terrazas de viviendas familiares, proporcionando materiales y capacitaciones. Actualmente, estamos iniciando nuestro primer vivero de gestión colectiva para producir herbáceas nativas de las sierras de Córdoba. Cada espacio productivo se especializa según los intereses de quienes participan; muchos de ellos han recibido formación en nuestras capacitaciones o en universidades como la UNC y la Universidad Nacional de Villa María.

¿Qué otros proyectos o iniciativas están impulsando en este momento?

Estamos trabajando en varias áreas. Por ejemplo, promovemos prácticas de jardinería regenerativa a través de Canteros Biodiversos, que priorizan el uso de plantas nativas y evitan sistemas costosos de riego. También hemos conformado un equipo de mujeres jardineras, enfocado en jardines de bajos insumos, con énfasis en biodiversidad. Además, articulamos actividades con la Fundación La Quadra en el barrio Güemes, donde transformamos un baldío en un espacio productivo y sociocultural.

¿Qué impacto han tenido estas acciones en la restauración ecológica?

En lo que va del año, junto a instituciones y voluntarios, hemos plantado 2500 ejemplares de bosque nativo serrano, todos producidos por nuestro equipo. El objetivo que pretendemos es involucrar a la comunidad, incluyendo estudiantes y escuelas, en procesos ecológicos significativos. También proyectamos escalar la producción a 20.000 ejemplares entre herbáceas y arbustivas del Chaco Serrano.

¿Y qué planes tienen para el futuro inmediato?

Este verano 2024/2025, lanzaremos nuestra primera Residencia Ecológica Productiva en la Reserva Bamba, en las sierras de Córdoba. Será una experiencia de inmersión   en la cual los participantes podrán conocer y participar en el proceso de cultivo de especies herbáceas nativas del bosque serrano.