IFLA Global Studio International Student Charrette

Entrevista a Milagros Arguindegui Murillo, ganadora argentina. Estudiante de la Licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje, de la UBA, nos cuenta sobre esta experiencia.

Fue una experiencia increíble. El workshop se llevó a cabo del 4 al 6 de noviembre en la Universidad King Abdulaziz (Arabia Saudita). Se trató del IFLA Global Studio International Student Charrette 2024, organizado en colaboración con el Departamento de Arquitectura y Planeamiento y la Sociedad Saudi de Arquitectura Paisajística. Representé a la Argentina a través del Centro Argentino de Arquitectura del Paisaje, y tuve la oportunidad de trabajar con un equipo diverso de estudiantes de distintas partes del mundo, nos cuenta Milagros Arguindegui Murillo (27), estudiante de la Licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje (UBA).

De acuerdo con el tema del workshop (Reimaginando el paisaje patrimonio cultural), ¿cuál fue el desafío principal que enfrentaron?

El proyecto consistió en diseñar el patio interno Ziqaq Yaqut, ubicado en el barrio histórico Al-Balad de Jeddah. Este lugar es fascinante, con balcones Roshan finamente tallados en madera y pasillos angostos que facilitan la circulación del aire, algo esencial en una región donde la temperatura promedio anual es de 36.6 °C. Nuestro desafío fue crear una propuesta que respetara la identidad cultural y arquitectónica del lugar, mientras mejorábamos su funcionalidad como espacio público.

¿Qué conceptos clave aplicaron para abordar este proyecto?

Nos basamos en la visión de placemaking, enfocándonos en fortalecer las conexiones entre las personas y los lugares. Propusimos mobiliario y estructuras de sombra para mayor confort. Mejoramos la accesibilidad para incluir a personas de diferentes edades y capacidades. Y añadimos elementos de atracción como esculturas, espacios dinámicos de agua y áreas de juego. Todo esto pensando en un diseño que armonizara con el carácter del barrio.

¿Cuál fue la dinámica de trabajo con un equipo internacional?

Constituyó uno de los aspectos más desafiantes y enriquecedores. Nuestro equipo estaba compuesto por estudiantes de Palestina, Nueva Zelanda, Arabia Saudita y la Argentina. Algunos, trabajando presencialmente; y otros, como yo, de manera virtual. Tuvimos que coordinar en distintos husos horarios, aprender de nuestras diferencias culturales y estilísticas, y encontrar puntos en común para desarrollar una propuesta sólida en solo tres días. Fue increíble ver cómo nuestras ideas convergieron en una visión colectiva.

En tu caso, ¿qué significó recibir el primer premio?

Fue un honor inmenso. El 20 de noviembre, durante los Landscape Middle East Awards, anunciaron que nuestra propuesta había ganado el primer premio. Saber que nuestro trabajo fue valorado entre tantas propuestas de calidad fue emocionante y gratificante.

¿Qué destacarías como lo más valioso de esta experiencia?

Sin duda, el intercambio cultural y profesional. Como estudiante de la Licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje, de la UBA, poder aprender de colegas de contextos tan distintos fue invaluable. Ver cómo abordaban el diseño y resolvían problemas enriqueció muchísimo mi perspectiva. También, el hecho de lograr comunicar una idea proyectual clara y coherente en tan poco tiempo significó un gran aprendizaje.

Finalmente, ¿a quiénes te gustaría agradecer?

Agradezco a la UBA, a mis docentes y compañeros, quienes me han brindado las herramientas y el apoyo para encarar desafíos como este. También al CAAP, por la oportunidad de representar a la Argentina en este evento internacional. Fue un orgullo poder mostrar el talento y el compromiso que tenemos en nuestro país.