MUNDO Localizada en el centro de producción florícola de Etiopía, uno de sus socios, Frank Ammerlaan, nos habla de esta empresa. Por Ron van der Ploeg*
Desde su fundación en 2006, AQ Roses, una empresa familiar liderada por los hermanos Frank y Wim Ammerlaan, ha consolidado su lugar en el competitivo mercado global de las flores.
Establecida en Etiopía, esta compañía ha florecido con dos cultivos que abarcan 50 h y emplean a más de 1000 personas, cultivando rosas de alta calidad destinadas al mercado europeo. Sin embargo, el panorama actual plantea retos económicos, sociales y medioambientales que reconfiguran el futuro de la industria.
Un entorno único para la floricultura
Frank Ammerlaan explica que las condiciones climáticas de Etiopía, como su altitud y luz solar, hacen del país un lugar idóneo para el cultivo de rosas. Esta ventaja natural ha permitido a AQ Roses desarrollar técnicas innovadoras que producen flores de mayor calidad que las cultivadas en los Países Bajos (Holanda), su país de origen. Además, el compromiso ecológico de la empresa incluye el uso de control biológico de plagas, minimizando el impacto ambiental.
Sin embargo, el contexto actual de Etiopía, marcado por factores como la seguridad y los cambios en la política gubernamental, contrasta con el ambiente más estable y atractivo de hace dos décadas. Según Ammerlaan, aunque algunos incentivos fiscales permanecen, el clima de inversión es ahora más impredecible, lo que obliga a las empresas a evaluar riesgos con mayor detenimiento.
Impacto económico y social
AQ Roses no solo contribuye al desarrollo económico de Etiopía mediante la creación de empleo, sino que también impulsa la transferencia de conocimientos. Los trabajadores locales han aplicado técnicas aprendidas en la empresa para mejorar sus propias prácticas agrícolas. Esto es un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar la producción agrícola y aliviar la presión sobre los recursos naturales, afirma Frank.
El debate sobre el impacto ético de la floricultura en un continente donde persisten desafíos como la inseguridad alimentaria sigue siendo relevante. Frente a las críticas de que esta actividad representa una forma moderna de imperialismo, Ammerlaan argumenta que el desarrollo económico y el intercambio de conocimientos son clave para mejorar las condiciones de vida en África.
El futuro de la industria floral
AQ Roses ha diversificado su producción, incorporando alstroemerias para complementar su oferta y adaptarse a la dinámica del mercado global. Sin embargo, Frank descarta que esta decisión responda a un exceso de oferta de rosas, y afirma que la demanda global sigue siendo robusta, aunque fluctuante según las condiciones climáticas.
En cuanto a la comercialización, Ammerlaan destaca la relevancia de Royal FloraHolland, una plataforma clave para la venta de sus productos. Aunque algunos expertos predicen una tendencia hacia el comercio directo que podría reducir la importancia de las subastas, Frank cree firmemente en el valor añadido que la cooperativa ofrece tanto a productores como a clientes.
Un sector en evolución constante
Con más de cien cultivos dedicados a la floricultura en Etiopía, el país se ha consolidado como el segundo mayor exportador de flores en África y el cuarto a nivel mundial. Sin embargo, Ammerlaan señala que aún queda mucho potencial sin explotar y que las condiciones logísticas y climáticas seguirán determinando la expansión de la industria.
AQ Roses, por su parte, se prepara para los retos del futuro, y busca optimizar su producción, reducir su huella de carbono y mantener su compromiso con la calidad y sostenibilidad. La floricultura tiene un papel clave en el desarrollo de economías prósperas y sostenibles, y estamos orgullosos de contribuir a ese progreso, concluye Frank Ammerlaan.
Esta historia de éxito es un reflejo de las oportunidades y los desafíos que enfrenta la floricultura en un mundo globalizado, en el cual la innovación y la sostenibilidad son esenciales para crecer en armonía con el entorno.
* Ron van der Ploeg es editor de FloraCulture International.