“Me inspiran más las grandes cadenas comerciales”

Nicolás Antoniucci, a cargo del centro de jardinería que Vivero Antoniucci tiene en Mar del Plata, habla sobre las características de los sitios comerciales destinados a los espacios verdes.

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Todos los viveros de atención al público son inspiradores, nos responde Nicolás Antoniucci (33), responsable de esta división de mercado, al ser consultado sobre esta temática. A continuación, agrega: Algunos pueden ser una inspiración positiva y otros, negativa. La verdad es que la inspiración mayor fue la experiencia propia de tantos años de viverismo y, en la actualidad, al menos a mí me inspiran más las grandes cadenas comerciales que los viveros tradicionales.

Nicolás, ¿cómo describirías el vivero de atención al público?

El establecimiento ocupa una manzana en el centro geográfico (no comercial y político) de la ciudad. De los 8600 m2, unos 3800 están cubiertos por salones de ventas e invernáculos para exposición y ventas de plantas. Aproximadamente, media manzana está ocupada con plantas distribuidas por sus condiciones botánicas y/o tipo de uso.

En la zona cubierta, disponemos de un área de herramientas de jardín (manuales y mecánicas); riego; iluminación, fuentes, fertilizantes y abonos orgánicos; tienda de mascotas; macetería; artículos de decoración para interior y exterior; muebles y accesorios de jardín; un salón de 900 m2 solo de macetas y, en el descubierto de esta otra mitad de manzana, hay un área con más de 180 modelos (listado que sigue en aumento mes a mes), y en la zona de áridos, se expenden cañas, rodrigones, adoquines de quebracho para pisos, durmientes, quebracho, troncos decorativos, lajas para senderos, placas de deck, césped sintético, piedras naturales, rocas y recuperado de mármol.

En total tenemos una oferta de más de 15 mil artículos que hacen que el aficionado y el profesional resuelvan todo en un solo lugar, con un ahorro de tiempo muy importante y consiguiendo todo de primera calidad.

¿Cuál es tu observación respecto del funcionamiento de los diferentes negocios?

Todos los negocios del vivero funcionan muy bien, pues nosotros confiamos en la potenciación que le da la sinergia de rubros a toda la empresa. Esta sinergia hace que un rubro mueva a otro, y todos funcionen.

Por ejemplo, el último negocio que incorporamos es el de la decoración, ya que entendimos que la gente viene al vivero a decorar con plantas, y aprovechamos esa actitud e intención para acercarles más alternativas.

¿Adviertes alguna competencia entre rubros?

Sí, muchas veces los rubros compiten, pero siempre ganamos nosotros. Al público se le hace muy fácil y creativo venir a nuestro vivero por todas las opciones que le ofrecemos, además de sacar ideas de nuestra forma dinámica de exponer tipo showroom (con la mercadería en acción, o sea, decorando o simulando una situación real).

¿Cómo nace la idea de abrir un vivero de atención al público?

La idea es más antigua que todos nosotros, la trajo mi bisabuelo Michele, desde Italia, junto a su título de oficial de Prattico Agricultore (Pesaro, 1908) y algunos bulbos. Él comenzó todo, pero ni imaginó a dónde lo llevaría el camino a lo largo de casi un siglo.

Cuéntanos la historia.

Es larguísima y muy parecida a la de todos los inmigrantes que vinieron a quedarse y a forjar un país para vivir y desarrollarse en lo de cada uno. Mi bisabuelo no fue la excepción, y enseñó a sus hijos el oficio aprendido, y los contagió de amor por la vida, las plantas y la naturaleza.

Luego, mi abuelo Miguel fue el primero de la familia en recibirse de ingeniero agrónomo en 1950, y se convirtió en el primer paisajista nativo de Mar del Plata, montando un estudio en el seno del vivero familiar. Posteriormente, se sumaron sus hijos, que aportaron al vivero una nueva forma de ver el negocio y le inyectaron una fuerza extraordinaria, de la cual fuimos testigos (y un poco víctimas) los de la cuarta generación.

En resumen, el vivero de venta al público nació con una pequeña producción de autoabastecimiento; y el vivero mayorista, surge cuando Fabián Antoniucci, a fines de los setenta, se hace cargo del cultivo y logra superar con la producción la demanda del vivero de venta al público.

¿Qué es lo que más valoras de tantas experiencias?

El ejemplo y la enseñanza que nos transmitieron, y espero que mi hermano Lucas y yo podamos transmitir lo mismo a la nueva generación.

Por ejemplo, mi padre y su hermano Fabián pasaron su juventud metidos en el vivero sacrificando horas del descanso y de estar con su familia; cada peso que entraba y se podía ahorrar iba para el vivero. Pero gracias a toda esa energía siempre les sobraba lo suficiente para nosotros y nunca nos faltó ni nos sobró nada.

¿Cuál es la visión que tienen con respecto al centro de jardinería?

Nosotros vemos nuestro vivero de venta al público como un gran garden center, donde se pueda conseguir de todo y dándole al visitante ganas de volver a visitarnos, aunque sea a dar un paseo. La visión de negocio que tenemos es la de una empresa que se supera a sí misma todo el tiempo. Nunca nos conformamos con lo alcanzado, siempre buscamos interpretar a nuestro público y sus necesidades. Ser permeables y sensibles a los cambios,  y procurar que la profesionalidad y la seriedad sean siempre nuestra manera de ser. Esa es la guía. Por eso invertimos no poco dinero y esfuerzo en la capacitación permanente de nuestro personal, sobre todo,  del equipo de ventas. Es necesario que no solo estén al día con los conocimientos de jardinería sino con las técnicas y los procedimientos de ventas y marketing.

En relación a esto último, ¿qué opinas del plan nacional de marketing Plantas y flores todo el año?

El coaching está en la orden del día, por eso vemos positivamente las capacitaciones y el plan de marketing que hace la asociación a través de su plan Plantas y flores. Nosotros ya habíamos comenzado con eso a nivel interno hace muchos años. 

¿En qué otros aspectos han trabajado?

También se creyó en la sustentabilidad: cuando se hizo la gran reforma del 97  se pensó en un complejo sistema hidráulico para reciclar en cisternas el agua de lluvia y el excedente de riego. Tanto las canaletas de los techos como las acequias de los caminos juntan todo ese agua que se rebombea en los siguientes riegos. Sabemos que la falta de agua —si bien no forma parte del presente— en el futuro se constituirá será un problema.

Sobre la base  tu experiencia, ¿te arriesgarías a decirnos qué busca la gente y cómo están respondiendo ustedes a esa demanda?

La gente busca, en su mayoría, decorar y pasar un buen momento mientras lo hace. Por supuesto que siempre están los amantes de las plantas, que acumulan colecciones de plantas dentro y fuera de sus hogares, y están los que procuran ambas cosas. Pero todos desean pasarla bien cuando vienen al vivero. Por eso estamos “encima” del personal, para asegurarnos de que así sea.

Luego, solemos ir agregando amenitis a la estancia de los clientes por el vivero, ya que hay personas que pasan más de tres horas comprando. Por eso se pensó en una placita recreativa para los más pequeños y en una cafetería con cómodas mesas, y hasta un living para los más grandes que desean tomar un receso mientras ven programas de televisión de jardinería, aprovechan la vista a un patio zen o ven obras de arte que se exponen en el mismo sitio. También hay una cascada con un arroyo que surca una parte del vivero y da a una laguna con peces de colores, y se disponen lugares para tomar asiento por todos lados.

El vivero es muy grande, y hay gente de todas las edades; por tal motivo, cuando lo remodelaron, en 1997, lo hicieron apto para todo público: eliminando del diseño todo tipo de escalón y barrera arquitectónica para poner rampas o suaves desniveles. A su vez, los caminos se hicieron confortables ensanchando al doble la trocha tradicional de los viveros a fin de facilitar la circulación, y se dispusieron más de 50 carritos para el autoservicio. Además, una red informática, con más de 15 computadoras, da agilidad y apoyo a los empleados y vendedores, con un software desarrollado a medida para nosotros, que cumple con más de diez años de vigencia.

¿Cuál crees que sea la clave del éxito de las empresas familiares?

Al vivero lo trabajamos de día y lo soñamos de noche. Cada decisión, cada movimiento es analizado profundamente en equipo, no hay protagonismos ni individualidades, y creo que esa es la clave de la empresa familiar.

Foto: Vivero Antoniucci

Imágenes de nuestra floricultura

La planta escondida