D’Andrea: No soy un enamorado de las especies nativas

El arquitecto paisajista Marcelo D’Andrea comparte su experiencia laboral y la situación de este mercado. Es presidente del CAAP y director de grado y posgrado del Paisaje, de la UBA.

Como presidente del Centro Argentino de Arquitectos Paisajistas (CAAP), escucho los comentarios de muchos de nuestros colegas. En líneas generales, dicen que la situación laboral está muy difícil para todos, pero en especial, para los más jóvenes. Cuesta tener la posibilidad de concretar buenos proyectos, nos dice Marcelo D’Andrea (50), al ser consultado sobre la situación económica del sector. Hay incertidumbre en los precios y, quizá, haya faltantes en materiales de riego. No sé si son carencias, en efecto, o que no saben a cuánto venderlo y retrasan las entregas. Esto se ve, principalmente, en materiales de riego y en alguna membrana aislante para cubiertas ajardinadas. El resto parece estar en relativo equilibrio.

El profesional consultado es arquitecto y especialista en arquitectura del paisaje. Tiene un estudio de paisajismo (D’Andrea Paisaje) y es director de la carrera en grado de la Licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje y de la carrera posgrado de la Especialización en Paisaje, que se dictan en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. También, es presidente del Centro Argentino de Arquitectos Paisajistas.

Actualmente, ¿quiénes contratan el servicio de un paisajista?

Como muchas veces ocurre, el hecho de contratar un profesional del paisaje para diseñar un jardín particular corresponde a familias acomodadas económicamente.

Otra realidad que sucede en mi estudio es que desarrollamos muchos proyectos particulares en el interior y en el exterior del país. Hoy tenemos obras en Chubut, Córdoba, Río Negro y Tierra del Fuego; y fuera de la Argentina, en Paraguay, Uruguay, Belice, Estados Unidos y el Reino Unido. Además, por tratarse de un año electoral, han surgidos algunos proyectos de espacio público para municipios locales.

En tu caso, ¿cómo definen y actualizan los honorarios de los servicios paisajísticos?

En este momento en particular, cotizo mis honorarios en dólares y se pueden abonar en pesos a valor del cambio billete de ese día. Lamentablemente, no es oportuno cerrar los presupuestos en pesos ya que la devaluación diaria destruye toda posibilidad de mantener los valores y conlleva a tener diferencias con el cliente.

Soy partidario de que si el cliente valora mi trabajo y me cuida, trabajo con más ganas y genero mejores ideas. De hecho, de la misma manera, abono a mi equipo de trabajo: pago sus honorarios en moneda extranjera. Me encanta que trabajen conmigo y quiero que estén contentos con el dinero que perciben. Si todos los días su dinero vale menos, van a dibujar con desgano y los necesito a full.

¿Qué plantas son las qué más se están usando?

No creo que haya una especie en especial. Sí, te puedo decir que las de hoja ancha se han puesto de moda desde hace cuatro o cinco años; y todos quieren usarlas. Esa idea del paisaje de selva brasileña prospera mucho en casas modernas.

En un sentido real y no aspiracional, ¿cómo se encuentra la demanda y el uso concreto de plantas nativas en los trabajos paisajísticos?

No soy un enamorado de las especies nativas. Mi postura es la realidad como posibilidad proyectual, y eso enseño en la universidad a mis alumnos.

Diferente es el caso de un trabajo que requiera poner en valor la vegetación nativa. Algo que estamos haciendo en un resort ecológico ubicado en una isla de Belice. Creada por mangrales a lo largo de una cadena de arrecifes de corales, en esa isla sí es inevitable trabajar solo con nativas, porque cualquier contaminación destruye o modifica el ecosistema natural. Estos trabajos requieren estudiar mucho; la mayoría de las veces, copiar la naturaleza se vuelve más difícil de lo que parece.

Pero si hablamos de un jardín particular o de un parque en la Ciudad de Buenos Aires, creo que el uso intransigente de nativas es una simple postura y no cambia nada, ya que, a lo largo de la historia, se ha visto que han existido muchísimas especies exóticas que se han adaptado perfectamente bien al medio y lo han potenciado y mejorado. Estoy más a favor del uso de Soluciones Basadas en la Naturaleza, en el que el empleo de diferentes especies nativas o exóticas de fácil adaptabilidad han acrecentado la calidad de vida de los ciudadanos.