Durante mayo, el dólar aumentó -aproximadamente- un 17 %. Conoce cómo viene afectando su precio en el mercado de plantas ornamentales y flores de corte. Por Ingrid Villanova*
El dólar comenzó 2018 con un valor de tipo de cambio vendedor cercano a los $18.80. En febrero reflejó una leve alza de alrededor del 5 % y este fue su único aumento significativo hasta el inicio de mayo.
El primer día hábil de mayo, el dólar inició una tendencia alcista que lo hizo tocar el precio de $21.40. En lo que va del mes y hasta el cierre de esta edición, ha aumentado un 17 %. En valores absolutos, equivale a un dólar de $25 tipo de cambio vendedor y representa, en tan solo veinte días, una subida superior a la que había tenido en los primeros cuatro meses del año en curso, que había rondado el 4 %.
Impacto florícola
Los precios de insumos de origen importado son relevantes para el sector e inciden directamente en los costos, y, en consecuencia, en la ecuación económica para determinar el beneficio de las empresas florícolas. Si las subas en el valor de los insumos importados no pueden trasladarse a los aumentos en los precios del producto final, las utilidades se verán afectadas junto a la competitividad de las empresas florícolas.
Además, la época otoñal es una temporada de menores ventas para el sector -en general-, y el aumento del dólar puede generar no solo menores utilidades, sino también, disminución de las ventas como consecuencia de una mayor caída en el consumo asociada a la devaluación y a la consecuente subida de precios internos.
En primer lugar, ha generado corridas por parte de los productores a los proveedores de insumos importados, como las agroquímicas, para poder congelar precios al dólar antes del alza. Según nos informa el Ing. Agr. Leandro Subelza (productor y socio de la Cooperativa de Trabajo Ecoflor. Ltda.): Como productores, la subida del dólar nos generó problemas financieros, ya que tuvimos que salir a cubrir cuentas con proveedores antes del tiempo previsto a fin de poder congelar así el precio de insumos al dólar antes de la devaluación.
Además, en esta zona (Florencio Varela, Buenos Aires), a dicha situación se le sumó el último temporal que se dio hace unas semanas, el cual dejó invernáculos literalmente en el suelo, con los productos aplastados. Gran parte de los productores deben abastecerse con polietilenos nuevos y armar otra vez sus invernáculos; en consecuencia, el valor actual del dólar acrecienta las pérdidas en términos monetarios. A todo esto se agrega el perjuicio por la producción que han perdido.
Por otro lado, el Ing. Agr. Alejandro Ruiz (Agroquímica Larrocca) señala que el sector agropecuario en general se ve afectado por la devaluación. Pero, a diferencia de los cultivos extensivos, en los cuales los productos poseen precios finales en dólares y compensan, de esta forma, el aumento en los insumos, los cultivos intensivos de consumo interno, como las producciones florícolas, ven afectadas sus ganancias. Y esto es así porque en los mercados concentradores en los que se comercializan sus productos, la posibilidad de trasladar a precios los mayores costos se disipa por la atomización de la oferta en la cual no pueden fijar precio.
Nosotros somos distribuidores y nuestros proveedores poseen sus listas de precios atadas al tipo de cambio vigente. Por lo tanto, una subida del dólar se traslada automáticamente al precio de los productos. Además, en caso de que exista un plazo de pago por insumos adeudados, esta deuda se actualiza al valor del dólar vigente. Nosotros, en cambio, a nuestros clientes, los productores, no les podemos actualizar pagos si ya nos han entregado un cheque a treinta días, por ejemplo, absorbemos las diferencias por el tipo de cambio, explica Ruiz.
Según el Ing. Agr. Conrado Pakoca (asesor de la Cooperativa Argentina de Floricultores), la situación más preocupante radica en los productos fitosanitarios, ya que en su mayoría son de origen importado. Y aclara que estos siempre experimentan alzas coincidentes con el nuevo valor de la moneda estadounidense; mientras que el precio de venta de la producción no lo hace con la misma velocidad y magnitud.
Otro subsector muy ligado al dólar es el de las plantineras. A excepción de la mano de obra, poseen el resto de sus insumos con componentes importados o derivados del petróleo, como las bandejas de plugsy las semillas. Se estima que, en lo que respecta a la provisión de plantines, la suba de ellos ha rondado entre el 15 y 25 %.
Durante todo el año pasado nos manejamos con la misma lista de precios. En cambio, en 2018, en lo que va de mayo, tuvimos que reverla en dos ocasiones. Lo hacemos a conciencia, mirando producto por producto, y no realizando una suba generalizada de precios, ilustra Nicolás Paulini (Geoplant). El aumento del dólar nos afecta ya que tenemos que salir a comprar semilla más cara cuando aún no cobramos algunas ventas de plantines a plazo, al tipo de cambio anterior.
* Cra. Mg. Ingrid Villanova (Instituto de Floricultura del Inta).