SENASA pide cuidar al caracol blanco

Fácil de confundir con la plaga caracol gigante africano, esta entidad pidió que estemos atentos ya que han llegado denuncias en las que se confunde a dichos animales, y esto pone en peligro al nativo.

Preocupadas por el avance de la plaga que representa el caracol gigante africano (Lissachatina  fúlica), algunas personas, en el afán por combatirlo, lo han confundido con el caracol blanco (Megalobulimus  sp.), y así han puesto en peligro a estos animales.

En consecuencia, tras el hallazgo de un caracol blanco en la ciudad de Lincoln (Buenos Aires), el SENASA se apresuró a explicar que las características del ejemplar encontrado y denunciado no condicen con las del caracol gigante africano. Asimismo, la institución pidió el cuidado del primero.

Integrante de la fauna de moluscos nativos de la Argentina, el caracol blanco es uno de los de mayor tamaño: alcanza los 10,5 cm de longitud. Por esta particularidad, suele confundírselo, con frecuencia, con el caracol gigante africano; principalmente, por la similitud de su forma y el tamaño de su caparazón.

Este género posee características biológicas muy distintas a las del caracol gigante africano; en principio, en cuanto a su potencial reproductivo, ya que el caracol blanco ovipone, en promedio, de dos a tres huevos por año, en comparación con el caracol gigante africano que puede llegar a oviponer hasta mil huevos anualmente. Este es un dato clave, dado que su preservación y conservación son fundamentales a fin de reducir el impacto causado en esta especie.

Por otro lado, el SENASA también informó que, en enero, erradicó más de cuarenta ejemplares de caracol gigante africano en el barrio El Colono, de la ciudad misionera de Eldorado. Unos quince días antes, se habían encontrado ejemplares de dicho animal a 3 km de distancia de este nuevo foco. El primer reporte de la plaga, emitido por el SENASA, data de 2010.

Sumándose a la preocupación del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, el año pasado resolvió declarar al caracol gigante africano dañino y perjudicial para la conservación de la biodiversidad, las actividades productivas y la salud humana, en razón de ser una especie exótica invasora y hospedadora de nematodes, potenciales causantes de enfermedades zoonóticas.

Cómo reconocer al caracol gigante africano

Es un caracol con un caparazón grande, de hasta 20 cm de largo y 10 cm de ancho.

En general, su color es marrón (castaño), y posee, a lo largo del caparazón, bandas longitudinales castañas claras y oscuras, irregulares.

Su forma es cónica, con un truncamiento o corte en la base de la columna. El borde de la apertura del caparazón es filoso.

• Qué hacer si hallamos uno

Desde la Institución, se recomienda la recolección manual con guantes, colocar el animal en un recipiente, volcarle sal y taparlo. Luego de dos días, enterrarlo (sin el recipiente).

Avisar al SENASA.