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Cuando fui invitado a contar sobre mi primer trabajo, advertí que, dependiendo desde dónde lo pienso y, fundamentalmente, lo siento, varios podrían ser considerados mis primeros trabajos.

Cronológicamente, mi primer trabajo fue en 1972, con 22 años recién cumplidos, entrando como docente auxiliar en la Cátedra de Edafología, de la Facultad de Agronomía de la UBA (Universidad de Buenos Aires). Era un cargo ad honórem, pero me aproximaba por primera vez a una obligación en relación de dependencia, a cumplir un horario con dedicación parcial (doce horas semanales) y tener que responder a “un Jefe” (Ing. Agr.  Ichiro Mizuno).

Recuerdo que tenía enormes expectativas por colaborar en trabajos de investigación y tímidamente asistía al Dr. Richter como “ayudante de mesa” en sus turnos de Trabajos Prácticos. En esto último, descubrí una verdadera pasión que es, hasta hoy, la de ejercer la docencia universitaria y colaborar permanentemente en este proceso de construcción de saberes, y poder aprender de las personas y del proceso de enseñanza.

Allá por 1977, paradojalmente, aparece mi segundo primer trabajo. Cercano a mi graduación como ingeniero agrónomo, sentí una enorme necesidad de ganar dinero para poder moverme. Mi padre, médico traumatólogo, siempre me inculcaba la necesidad de generar mis propios recursos, y  además, copiando su estilo, me dediqué a la confección de rollitos de guata, un material de algodón laminado que se utilizaba para realizar férulas de yeso.

Recuerdo un hecho para nada agradable y fue la situación que generaron las diferencias con la república hermana de Chile, que casi llevaron a una contienda militar, ocasión en la que pude vender  al Ejército gran cantidad de mercadería, y con ese dinero, y una pequeña ayuda de mi papá, me compre un órgano doble teclado (la música es mi gran pasión) y viajé, a manera de premio por graduarme, ocho meses por Europa.

En 1979, ejerciendo mi profesión solamente en actividades docentes y de investigación en la Cátedra, y con un salario muy bajo, pero con deseo de independizarme, mi padre me ofreció ponerme al frente de su empresa, y así es que, siendo un flamante ingeniero agrónomo, terminé ejerciendo mi tercer primer trabajo como Director Administrativo de un sanatorio, teniendo a mi cargo entre 35 y 40 personas.

Tengo de esa época recuerdos lindos y otros no tan gratos,  enfrenté desafíos en lo que no era lo mío, pero me apasionaban los negocios. Ese crecimiento económico me permitió, junto a mi esposa (Mirta, ingeniera agrónoma también), fundar una hermosa familia (Mariela, Johanna y Ana Laura) y disfrutar de un buen pasar.

En 1998, a los 48 años, hiperobeso y con un grado de estrés intensísimo, tuve mi primera experiencia coronaria…, y sabiendo escuchar a mi cuerpo, me retiré totalmente de las actividades comerciales y decidí cambiar de montura en la mitad del cruce de río, y felizmente acompañado por el entendimiento de mi familia.

Es así que, volviendo a mi dedicación actual (las actividades de docencia, investigación y área profesional), me encuentro con mi cuarto primer trabajo, una tarea que me identifica y se identifica con mi nombre, desarrollando en el país los pasos pioneros en el tema de sustratos.

Mis primeros años fueron en la Floricultura, acompañando la producción  en contenedores, y hoy me encuentro bregando por la transferencia de esa tecnología a fin de que se puedan desarrollar contenedores de mayor volumen en espacios verdes y canchas deportivas, dirigiendo el Laboratorio de Análisis de Sustratos y Aguas de la FAUBA.

Como verán, la invitación a escribir esta columna me llevó a revisar mi vida y descubrirme un hacedor de primeros trabajos,  y a considerar que todavía no sé dónde aparecerá mi quinto primer trabajo. Sin duda que me siento con una fuerza vital vinculada al deseo de transitar nuevos desafíos, y es en ese clima que pronto surgirá mi próxima actividad.

Gracias por la invitación y por querer conocer  mi pequeño aporte.

Héctor Svartz (60), ingeniero agrónomo.
Director del Laboratorio de Análisis de Sustratos y Aguas de la Facultad de Agronomía (Universidad de Buenos Aires)

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