En la producción de plantas, en contenedores, el hierro es frecuentemente el micronutriente que primero limita el crecimiento, en especial, en suelos calcáreos o medios de crecimiento orgánicos. El problema más común es la deficiencia de hierro, y eso ocurre porque la planta tiene baja capacidad para absorberlo, combinado con el alto pH del suelo o sustrato.
La Eugenia, cuyo nombre científico es Syzygium paniculatum, es un arbusto de uso ornamental. En nuestro país, gran parte de su producción se efectúa en la zona norte del Gran Bs. As. (Escobar y municipios aledaños). En esas condiciones de cultivo, se ha detectado, en ejemplares jóvenes y adultos, síntomas de clorosis aparentemente ocasionados por una carencia de hierro. El síntoma más común está caracterizado por la decoloración internerval de los tejidos de la hoja que se tornan amarillo verdoso.
Una de las condiciones para que el hierro pueda ser absorbido por la planta sin problemas es que el pH del suelo esté entre 5.0 y 6.5. Fuera de este rango, pueden presentarse síntomas de deficiencia, aunque los análisis de suelo indiquen que la cantidad de hierro asimilable es suficiente. Otras condiciones que ocasionan carencias de hierro son: exceso de zinc, manganeso o cobre en el suelo: exceso de fertilización fosforada; grandes cantidades de carbonato de calcio, e insuficiencia de potasio. La situación se agrava en condiciones de bajas temperaturas y en plantas cultivadas en suelos o sustratos muy pesados, presencia de sales y, por supuesto, falta de hierro en el suelo.
Existen numerosos antecedentes de corrección de clorosis férrica en diversas especies herbáceas y leñosas, anuales y perennes, ante los cuales se plantean técnicas de corrección que consideran la aplicación de hierro foliar, la aplicación de fertilizantes al suelo o sustrato, la corrección de agua de riego y del sustrato mediante el agregado de ácidos o diversas combinaciones de estas técnicas. En este trabajo, evaluamos diferentes estrategias de manejo de la clorosis férrica en Syzygium paniculatum, que crecen en condiciones de alto pH del sustrato y del agua de riego, condiciones que podrían considerarse “normales” en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Para este ensayo se utilizaron plantas de tres meses en macetas de tamaño 3 litros, cultivadas bajo un umbráculo, con malla de sombreo negra de 50%. El sustrato estaba compuesto por mantillo de hojas de casuarina, tierra negra y cama de caballo (60%-30%-10%). Se regó con agua de un pozo a 30 m de profundidad, correspondiente al acuífero Pampeano, cuyas características principales son las siguientes:
pH |
CE |
CO3 |
CO3H |
RAS |
PSS(%) |
RSC(meq/l) |
Dureza
(mg.CO3Ca/l) |
|
dS/m |
meq/l |
meq/l |
p.p.m. |
p.p.m. |
p.p.m. |
p.p.m. |
7,52 |
1,26 |
0,000 |
8,39 |
7,86 |
76,06 |
5,64 |
137,50 |
Durante 30 días se aplicaron diferentes estrategias para mejorar el aspecto de las plantas en cuanto a la clorosis. Para determinar la intensidad de la clorosis, al comienzo y al final de la experiencia, se realizaron mediciones con un equipo SPAD (Minolta 502), el cual detecta niveles relativos de clorofila presente en las hojas de las plantas. Las técnicas de corrección ensayadas fueron: corrección del pH del agua a 6,5 con ácido sulfúrico, aplicación de hierro quelatado al suelo una sola vez mediante el riego, y a la planta cada 7 días mediante pulverización. Estas técnicas fueron combinadas de la siguiente manera:
Riego con agua de pozo. |
Sólo riego. |
Aplicación de EDTA en sustrato, en solución de riego por única vez. |
Aplicación de EDTA en forma foliar cada 7 días. |
Aplicación de EDTA en sustrato + aplicación foliar cada 7 días. |
Riego con agua corregida a pH 6.5. |
Sólo riego. |
Aplicación de EDTA en sustrato, en solución de riego por única vez. |
Aplicación de EDTA en forma foliar cada 7 días. |
Aplicación de EDTA en sustrato + aplicación foliar cada 7 días. |
En todos los tratamientos en que se utilizó agua para riego con pH corregido, aumentaron los niveles de clorofila en las hojas, y por lo tanto, hubo menor intensidad de clorosis. Los más altos porcentajes de clorofila se obtuvieron con agua corregida y EDTA aplicado al sustrato y en forma foliar conjuntamente, es decir, la máxima dosis de hierro ensayada y el agua corregida. Las plantas regadas con agua de pozo sin corregir tuvieron una mejor respuesta cuando se aplicó el hierro quelatado al suelo por única vez.
Hay evidencias de que la planta respondería a algunas de las combinaciones aplicadas, pero se necesitan más ensayos para poder establecer con mayor precisión la dosis y los momentos de aplicación. Como una conclusión preliminar puede decirse que el solo agregado de ácido al agua de pozo ya causa un efecto observable. Posiblemente, si pudiera reducirse el pH del agua de riego a alrededor de 5.7-6, se verían con mayor intensidad los efectos de la aplicación de hierro al sustrato en relación con el agua de pozo sin corregir.
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