El impacto de la cuarentena en las principales zonas de producción: la Quebrada de Humahuaca y los Valles Templados. La ventaja de contar con un programa florícola provincial. Por Ana Cometto y Pedro Alvarado*
La pandemia causada por el COVID-19 generó grandes pérdidas en el sector florícola de la provincia de Jujuy. Estas fueron diferentes según la zona de producción: en la Quebrada de Humahuaca, estaban finalizando la temporada; mientras que en los Valles Templados, recién la habían iniciado. Y gracias al Plan Florícola Provincial (que se viene ejecutando desde hace varios años), fue posible hallar soluciones a fin de minimizar los perjuicios en la comercialización.
Dentro de este marco, se consideró activar el canal de venta mayorista que distribuye la producción en todo el NOA a través de intermediarios. Con tal objetivo, se organizó el Punto Seguro de Pampa Blanca en la terminal de ómnibus de dicha localidad (ubicada a cinco kilómetros del límite con Salta). Todo, con el cumplimiento de un estricto protocolo sanitario. Corresponde aclarar que esto fue a partir de mediados de mayo, y se cortó (como consecuencia del retroceso de la provincia a la Fase 1) justo después del Día del Padre.
En cuanto al canal de ventas minoristas, se presentaron protocolos para volver a habilitar las florerías y el Paseo de las Flores (de la ciudad de San Salvador de Jujuy). Este último constituye un importante punto de venta local en razón de los volúmenes que comercializan. También se presentó un protocolo general para ser aplicado en cementerios. Lamentablemente, este canal, muy importante para la provincia, estuvo habilitado poco tiempo.
Cabe aclarar que todos los canales habilitados se fueron cerrando y, posteriormente, se volvieron a abrir, de forma intermitente, en función de las variaciones en la situación sanitaria de la provincia.
Por otro lado, en el contexto del plan florícola, el Gobierno está implementado medidas de apoyo al sector con el propósito de asegurar la continuidad del mismo a partir de asegurar el capital de evolución de los productores, y que esto les permita mitigar parte de las pérdidas sufridas y asegurar los ingresos familiares y puestos de trabajo comprometidos por la pandemia.
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Valles Templados de Jujuy
Cuenta con ciento cuarenta productores (120 hectáreas cultivadas a campo). La venta de plantas y flores se realiza durante todo el año, pero se concentra en fechas clave (como el Día de la Mujer).
Hasta que se habilitó el punto de venta seguro, prácticamente todo lo producido se perdió. En esta instancia, en la semana del Día del Padre, se vendieron más de 4500 paquetes de flores, cuyos compradores vinieron con camiones o camionetas más acoplados, lo cual permite dimensionar el volumen de las ventas.
Cabe destacar que las operaciones por fuera del punto seguro se siguieron realizando con bastante normalidad en ese momento, pero no hay información para dimensionar los volúmenes vendidos.
Actualmente, se observa una disminución importante de la superficie cultivada a raíz de las dificultades en la comercialización, y muchos productores tomaron la decisión de volcarse a la producción de hortalizas.
La cosecha de agosto a diciembre ya está sembrada, aunque en menor superficie que lo normal, y se llevó a cabo utilizando tecnologías de menores costos como consecuencia de la incertidumbre: usando semilla propia y menores niveles de fertilización.
En este lugar, encontramos sesenta y un productores (36 hectáreas cultivadas). Al momento de declararse la primera cuarentena, la campaña había finalizado prácticamente. Los productores de la Cooperativa Flor de la Quebrada regalaron sus últimas flores en la plaza del pueblo de Maimará.
Sin embargo, luego del primer momento de desconcierto, pudieron beneficiarse de la apertura de los canales habilitados por los protocolos de seguridad. Aunque, en otras ocasiones, los productores habían optado por dejar entrar los burros a los potreros y usar las flores como forraje.
*Ing. Agr. Ana Laura Cometto (Gobierno de la Provincia de Jujuy) e Ing. Agr. Pedro A. Alvarado (INTA).