Panorama: el negocio de las huertas de jardín

Uno de los sectores que ha visto crecer sus ventas por el Covid-19 es el de las hortalizas cultivadas en casa. Gabriela Escribá, Florencia Viel, Laura Pardo, Diego Herskovits y Nicolás Paulini nos cuentan de este auge.

Florencia Viel, de Lunta: La cuarentena incrementó nuestras ventas, y tuvimos que producir más. Hay días en que no podemos creer la cantidad de clientes nuevos (recibimos entre 200 y 300 WhatsApp por día). Así es que debimos sumar nuevas herramientas, como el WhatsApp Business. Sin embargo, esto nos produjo mucho miedo: no sabíamos cómo organizarnos. Finalmente, la gente comenzó a entender que tenía que esperar entre 48 y 72 horas para que pudiéramos procesar su pedido. Creció muchísimo la venta a través de los mercados digitales. También ocurrió que, al por mayor, cuando los viveros pudieron abrir, no teníamos mercadería para abastecerlos. Y eso nos generó una situación enojosa, ya que muchos eran clientes de toda la vida.

Diego Herskovits, de Vivero Verde y Orgánico: En un primer momento, perdimos muchas plantas porque debimos estar cerrados. Luego, cuando abrimos, resultó difícil conseguir estos productos para la reventa, así es que vendíamos semillas.
Claramente, con la cuarentena se aceleró la vuelta al autocultivo, lo que seguramente, en algunos casos, generará cambios de hábitos y cultura. Esto, sin duda, va a aumentar el mercado, porque a la huerta hay que mantenerla (recambiar las plantas, abonarlas, etc.). El desafío a futuro será innovarse, presentar novedades con el propósito de que el interés de estas familias no desaparezca como consecuencia del aburrimiento.

Gabriela Escrivá, de Ecoeducativa: Para los que ya venían trabajando en huertas (como las familias que lo hacen en cooperativas), creo no les cambió mucho “el tema pandemia”. Lo que sí fue un boom ha sido el cultivo en casa con criterio de autoproducción. Y esto fue desde los novatos hasta los que recordaron cuando acompañaban a padres y abuelos en sus huertas. La venta de semillas de hortícolas se disparó. Y para los que damos cursos, el Zoom permitió dar más capacitaciones ya que la demanda se incrementó muchísimo.
Creo que esto se intensificará en los próximos meses, ya que es el tiempo de los tomates, el cultivo más estimulante y deseado. Desde los cherries hasta los platenses, pasando por todas las variedades gourmet del rey de la huerta.

Laura Pardo, de Bottega Italiana: Si bien la demanda de huertas orgánicas venía creciendo, con la cuarentena se dispararon las consultas y las ventas, en particular las huertas en cajones. En nuestro caso, en el que nos dedicamos a diseñar y construir huertas ornamentales que estén integradas al paisaje, sí nos afectó negativamente dado que estos proyectos requieren un mayor presupuesto por parte del cliente. Cuando termine el aislamiento social, creo que el negocio de las huertas pequeñas (de bajo presupuesto) seguirá creciendo junto con la venta de semillas y plantines.
En este momento, entre otras actividades, estamos rediseñando nuestra huerta ornamental expositiva que, además de dar ideas a los clientes, nos ayudará con los talleres y eventos que ofrecemos.

Nicolás Paulini, de Geoplant: Nos dedicamos a la producción en plugs de florales y hortalizas. Lo primero que se notó fue un aumento de la demanda de los productores hortícolas, y cuando se empezó a liberar la actividad ornamental, se sumaron los productores de flores, quienes comenzaron a  llevar estos productos hortícolas por pedido de sus clientes. Calculamos que para abastecer esta demanda, debimos multiplicar por diez la producción de hortalizas.
Estas ventas se dieron, también, gracias a los nuevos canales de comercialización que se abrieron por la crisis (Internet), y en los que el rubro estaba bastante ausente. Entiendo que los mismos han incorporado nuevos clientes que antes estaban desinteresados en las plantas (hortícolas, florales, arbustivas), y, si lográramos que aunque sea un porcentaje pequeño de ellos se “enganche” con las plantas, el futuro para el rubro será prometedor.