Experiencias

La esencia de la hoy desaparecida Cámara Argentina de Viveros de Atención al Público (CAVAP), la Red Jardín y el plan nacional de marketing florícola: Plantas y flores todo el año, es sintetizada a través de las palabras de uno de sus ideólogos: Jorge Diéguez.

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CAVAP

Fue a comienzos de 1985, dentro del marco del Congreso Nacional de Viveristas, que Miguel Ricci tuvo la idea de crear la Cámara Argentina de Viveros con Atención al Público, con el objetivo de jerarquizar al sector, nos dice Jorge Diéguez (53), socio de Vivero La Facultad, y agrega que con ella se llegaron a hacer infinidad de acciones, como por ejemplo, circulares bimestrales y la revista Todo Verde.

¿Qué ocurrió luego?

Dejó de operar dieciséis años después, a comienzos de 2001 –con la crisis económica en puerta–. Los motivos que llevaron a la desaparición de la CAVAP, tal vez, pasen más por conjeturas que por una realidad –reflexiona–. 

Ese hecho no puede ser atribuido a la falta de recambio en la conducción ni al desenvolvimiento de los participantes que llevaban adelante las actividades -si bien era muy difícil conseguir gente nueva para trabajar-. Por el contrario, los integrantes de la comisión nunca cejaron en su empeño de mejorar el gremio. 

Cabe aclarar que la escasa participación de los viveros era una constante que no pudo torcerse a través del tiempo, no obstante, tampoco fue la causa de la extinción de la Cámara.

¿Qué crees que determinó, entonces, esa situación?

El 2001 fue un año especial, que marcó la historia de nuestro país. Quienes trabajábamos en la CAVAP debimos prestar especial atención a nuestras empresas y dedicar nuestro tiempo, conocimiento y creatividad para poder subsistir en una Argentina en crisis.

En esa coyuntura socioeconómica, las reuniones de comisión y de camaradería empezaron a discontinuarse,  y se volvía imposible realizar cualquier tipo de gestión, a causa de la falta de fondos. A su vez, al no contar con la participación de algunos de los actores, dejó de tener la magnitud e importancia que le podía brindar al conjunto.

Casi sin darnos cuenta, cesaron las actividades, no se volvieron a organizar reuniones, y la Cámara entró en un cono de sombra del cual todavía no salió.

¿Hay algo rescatable de esa experiencia?

El tiempo borra algunos recuerdos y fortalece otros, rescato el trabajo, codo a codo, con mis colegas "competidores" y los logros conseguidos para beneficio de todo el sector. A título personal me queda un dejo de sabor amargo por la interrupción de algo que se alcanzó con mucho sacrificio y por no haber logrado un cambio sustancial en el posicionamiento de nuestra actividad.

Red Jardín

En BATIMAT EXPOVIVIENDA, se vio nuevamente a la Red Jardín; ¿podrías agregar algo sobre ella?

Red Jardín fue una excelente oportunidad en un momento de crisis. Promediaba el 2001 cuando, en una charla informal, surgió el tema. Tuvimos el asesoramiento del Lic. Pablo Arceo de CEOS Grupo Consultor –quien estaba asesorando a firmas de enmiendas inertes–.

Nació así una propuesta que se enmarcaba en el Programa de Fortalecimiento al Comercio Minorista auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).  En la Argentina, el programa era desarrollado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y durante tres años nos brindaron el gerenciamiento del plan, y se cofinanciaban las distintas actividades, previa aprobación de las etapas.

Se ofreció el proyecto a una cantidad de viveros con atención al público, y se conformó el grupo inicial con los viveros Agronomía, All Green, El Maitén, La Campana Japonesa y Martín Aizaga.

¿Cuáles fueron las formalidades que encuadraban este proyecto?

La forma jurídica adoptada fue la de una Asociación de Colaboración Empresaria (ACE); se contrataron agencias para la búsqueda del nombre y desarrollo del isologo, y estudios de marca para su registración. Se crearon manuales normativos y se empezaron a analizar alternativas para el cambio de imagen de los puntos de venta.

El proyecto fue presentado en el Congreso Nacional de Viveristas del 2002 con el objeto de contar con la participación de la mayor cantidad de viveros con atención al público posible. La respuesta fue muy tenue y solo se sumaron unos pocos viveros del interior.

¿Cuál crees que fue la causa de esta resistencia?

La resistencia al cambio. Resignar en cierta forma el nombre del vivero para participar dentro de una red y los riesgos de la inversión fueron los obstáculos que impidieron que participara una mayor cantidad de viveros.

El objetivo era buscar un cambio radical en los viveros: imagen, atención, presentación de la mercadería, políticas de promoción y marketing, posicionamiento en el mercado, fidelización de clientes, desarrollo de nuevos productos, entre otros. Se invirtió en cantidad de acciones que conllevaron a cumplir cada uno de estos objetivos y se analizaban las respuestas y el rendimiento económico de estas acciones.

Posteriormente, el boom inmobiliario que siguió a la crisis del 2001 obligó al cierre de algunos de los viveros, por lo cual la red fue perdiendo entidad.  Asimismo, al no contar a partir del 2005 con el cofinanciamiento del BID, se hizo muy difícil poder afrontar las inversiones. Actualmente, el nombre de Red Jardín es usado tangencialmente por los participantes originales que perduran hoy en día.

Plantas y flores todo el año

Plantas y flores todo el año es un proyecto del gremio y para el gremio. Nace de la inquietud del vivero Loma Verde, cuando a principios del 2010 planteó la necesidad de juntarse con sus colegas con el objetivo de “hacer algo” a fin de mejorar el rubro viverista. La falta de inversión y la inacción nos estaban llevando a un estancamiento que hacía peligrar nuestras empresas, comienza explicando este tercer proyecto que actualmente nuclea a más de cuarenta empresas de diferentes provincias de la Argentina.

¿Qué palabras elegirías para sintetizar el objetivo de este emprendimiento?

La finalidad del proyecto es vencer la estacionalidad y promover el consumo de plantas y flores. Luego de varias reuniones y consultas, se concluyó que la mayor falencia era la promoción y comercialización del producto; es así como se formó una Comisión de Marketing dentro del marco del Foro Nacional de Floricultura, y sus fondos son auditados por la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas.

¿Qué diferencias adviertes entre esta iniciativa y otras encaradas por el sector?

En realidad, no conozco otros proyectos similares y considero que es la primera vez que todo el gremio aúna esfuerzos para conseguir un objetivo. 

Plantas y flores todo el año significa un fuerte compromiso para posicionar al “verde” y a los viveros en los más altos estándares del público consumidor. Implica un cambio de cultura y mentalidad. En la medida en que ese cambio se produzca primero en los participantes de las distintas áreas del rubro, lograremos marcar un sendero por el cual todos podremos transitar.

A modo de síntesis de los temas tratados y en razón de que las crisis han sido factores desencadenantes de situaciones, te pedimos una última reflexión: ¿estas, además de ser una realidad, forman también parte de posturas mentales negativas?

Ni duda que es más fácil quejarse o pensar que estamos en crisis. El desafío es el cambio; depende de nosotros y solo nosotros seremos capaces de hacerlo. Seguro que únicamente el intento nos hará sentir aún más orgullosos al decir que somos viveristas.

Luciano Di Tella

El responsable de la Subsecretaría de Desarrollo de Economías Regionales del Ministerio de Agricultura de la Nación comparte su visión sobre diferentes temas de la actualidad florícola.

Imágenes de nuestra floricultura

La planta escondida