Tierra del Fuego: se creó una cooperativa de turberos

Javier Giordano, presidente de la Cooperativa de Trabajo Fueguina de Turba Limitada, la presenta ante el sector de plantas ornamentales y flores de corte: Estimamos que en nuestro primer año de trabajo, produciremos unos cinco mil metros cúbicos de turba.

El mes pasado, se creó formalmente la Cooperativa de Trabajo Fueguina de Turba Limitada. La idea nació desde la necesidad de hacer nuestra actividad más competitiva desde el punto de vista económico. En consecuencia, un grupo de antiguos productores (ante la  obligación  de disminuir los costos y reestructurar la actividad) advertimos, en el asociativismo, una excelente oportunidad. Fue así que  nos decidimos por la figura de una cooperativa, explica Javier Giordano (55), presidente de dicha organización.

Es necesario destacar que todo esto fue posible gracias al apoyo de la Municipalidad de Tolhuin: del Secretario de la Producción (Eliseo Levin) y del intendente (Claudio Queno), quienes nos brindaron un apoyo incondicional. Ellos, a su vez,  acercaron  a integrantes del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, lo que nos facilitó  la formación de la cooperativa.

¿Cuántos miembros integran la cooperativa?

Tras intensos trámites, la Cooperativa quedó conformada formalmente, en octubre, con diez productores.

¿Qué expectativas tienen?

Las expectativas de trabajo son excelentes; estimamos que en nuestro primer año de trabajo, produciremos cinco mil metros cúbicos de turba.

Se entiende que todos  los socios tienen experiencia en esta actividad ¿Es así?

Todos los miembros de la Cooperativa ya nos dedicábamos a la actividad desde hace varios años. Si sumamos la capacidad de producción y el área de explotación, somos el grupo asociativo de mayor área del país, ya que contamos entre los socios una superficie mayor a las  quinientas hectáreas de turba. Esto nos asegura la capacidad de producir todo el año cantidades importantes.

¿Ya han comenzado a abastecer mercados?

Sí, ya hemos realizado nuestras primeras transacciones en el orden local y  nacional. Nosotros ofrecemos, por ahora, musgo molido (en diferentes granulometrías), musgo en hebras,  turba marrón  y turba negra. Y, próximamente, la formulación de sustratos.

Háblanos sobre los costos de producción, las calidades de turba y los precios de venta.

Hoy, producir en la Argentina es complicado por los altos costos impositivos y de insumos. Desde el punto de vista de la calidad, estamos apuntando a mejorar la media del mercado y así poder acercarnos a niveles de calidad internacional (de los que no estamos tan lejos: solo falta ajustar un poco algunos parámetros finales de granulometría y humedad). Para esto contamos con el apoyo de la Secretaría de Minería de la Provincia (y con Víctor Barrios, importante conocedor del tema  turba en la provincia).

Por otro lado, el Ministro de la Producción de la provincia (Ramiro Caballero), junto con el Lic. Héctor Méndez, colaboran  estrechamente con la Cooperativa en la búsqueda de  diferentes tecnologías y nuevos mercados  con el propósito de hacer más firme y sostenido nuestro andar.

Cabe acotar que la gestión  provincial logró destrabar la asignación de una suma de dinero importante para la construcción de un laboratorio de aplicación específica en el tema turba, lo que  mejorará considerablemente la calidad de los productos finales.

Presentaron un proyecto de ley para impedir la salida de turba a granel, ¿podrías ampliarnos el tema?

Días pasados en Ushuaia, se celebraron las III Jornadas de Agregado de Valor para el Desarrollo de los Territorios. Allí estuvimos invitados (por el Inta) para debatir sobre el tema turba; en esa oportunidad, como resumen final (y muy importante para el sector), logramos incorporar,  a modo de resultado de las jornadas, un informe, en carácter de sugerencia al Gobierno Provincial, que incluye un proyecto de ley para prohibir la salida de la provincia de turba a granel.

El objetivo de este informe es la generación de mano de obra local en el proceso de la turba. Lo que nos acelera y compromete, a la brevedad, a la fabricación de sustratos en la provincia: un objetivo claro y grande para el sector que viene peleando con esto desde hace muchos años.

¿Cuál es la mirada de ustedes sobre el mercado de la turba a nivel nacional?

El mercado nacional es excelente. En la última exposición de La Rural (Buenos Aires),  en la que estuvimos presentes -aunque todavía no conformados como cooperativa-, pudimos constatar que el 94 % de los visitantes del stand no sabía  qué  era la turba: esto deja en claro que el mercado es muy importante.

Hoy el producto es solo conocido por los involucrados en forma directa (viveristas y grandes productores). Si logramos acceder a ese mercado que desconoce el producto será fenomenal: ¡he ahí nuestro gran desafío!

Con respecto al mercado internacional, la diferencia básica es la antigüedad de la actividad: esa experiencia logró que  tuvieran un mejor desarrollo tecnológico (menos costos, mejor calidad -y sostenida en el tiempo-, etc.). Pero  si continuamos como  lo venimos haciendo -con mucha dedicación-, no  estaríamos lejos de conseguir esa calidad.

¿Cuál es la razón de las diferentes calidades de turba? 

Hay diferentes tipos de turbas, porque son distintos estratos del terreno. En un estudio realizado por el Inta (el investigador Osvaldo Valenzuela, con la colaboración del Ing. Paulo Gea), lograron comparar la calidad de la turba fueguina con la de otros países. Y pudieron  demostrar que la turba fueguina está a la altura de las mejores consideradas (retención de humedad, porosidad, acidez, conductividad eléctrica, materia orgánica; entre otros parámetros a tener en cuenta y que hacen a la calidad del producto).