Mi primer desempeño ocupacional nada tuvo que ver con el área agropecuaria: fui cadete de la perfumería de mi tío. No obstante, ese trabajo inicial, junto a las experiencias productivas en Uribelarrea (me recibí de técnico agropecuario en la Escuela Don Bosco de esa ciudad), me fue formando en el compromiso laboral.
Desde el inicio de mi carrera de agronomía, participé en diferentes proyectos de desarrollo comunitario por medio de la difusión de actividades en el ámbito de la horticultura y la granja, en instituciones como Cáritas San Justo, Fundación del Padre Mario, etc. En paralelo, durante diecisiete años, me dediqué al paisajismo. El hecho de complementar ambas actividades me permitió crecer en el conocimiento productivo sin olvidar que la principal función de la agricultura es producir alimentos para la sociedad.
En 1996, ingresé al ProHuerta y luego al INTA, y siempre me desempeñé en ese proyecto en el conurbano bonaerense.
Por otra parte, el aislamiento que produjo la pandemia me impulsó a desarrollar actividades de capacitación por medios virtuales, lo que me permitió llegar a un público masivo interesado en la agricultura urbana.
En la actualidad, entre otras tareas, me encuentro realizando diferentes talleres: construcción de invernaderos sencillos y económicos, producción de plantas (hortalizas y aromáticas, ornamentales, etc.).
Gonzalo Parés (54), ingeniero agrónomo y técnico agropecuario.
pares.gonzalo@inta.gob.ar