MUNDO Destacados cultivadores de rosas: Meilland, Rosen Tantau, David Austin -entre otros- piden que se observen y respeten los derechos de propiedad intelectual, en todos los países. Por Raquel Wakefield y Ron van der Ploeg*
En una carta abierta, distribuida entre los propagadores de rosas para corte, relevantes cultivadores de rosas, agrupados en la International Community of Breeders of Asexually Reproduced Ornamental and Fruit Varieties (CIOPORA) y en la International Rose Breeders Association (IRBA), han elevado un pedido a los actores del negocio de las rosas con el propósito de que, mundialmente, se observen y respeten los derechos de propiedad intelectual de los cultivadores.
De esta manera, los cultivadores y sus asociaciones procuraron crear conciencia sobre los derechos de los cultivadores de estas plantas, en vísperas del Día de San Valentín, cuando se produce el pico mundial del consumo anual de rosas cortadas.
Cada vez más, los cultivadores de rosas se enfrentan a la propagación no autorizada de sus variedades de rosas protegidas, en diferentes países. Esta práctica ilegal viola los derechos exclusivos de los cultivadores, socava el progreso de la floricultura e impacta negativamente en el comercio.
Al invertir en el desarrollo de cultivares de rosas nuevas y mejoradas, los cultivadores sientan las bases para el desarrollo de la floricultura mundial. Estas variedades, con mayor rendimiento, resistencia al estrés abiótico, mayor vida útil en anaquel y en florero, y colores modernos, brindan ventajas competitivas y primas de ingresos a los cultivadores y propagadores autorizados.
La carta abierta destaca la importancia de la autorización previa del titular para cualquier uso o venta de una variedad protegida, incluidas las flores cortadas o toda otra parte de las plantas. El material vegetal obtenido de una fuente no autorizada constituye una infracción de los derechos de propiedad intelectual, tanto en el país donde se produce como en los países en los que se vende dicho producto.
Si bien las plantas propagadas o plantadas sin autorización son ilegales y pueden ser arrancadas, también lo son las flores de corte cosechadas. En consecuencia, son factibles de ser incautadas por las aduanas en las fronteras; o en los puntos de almacenamiento y venta, en los territorios en los cuales los derechos de obtentor están vigentes. Por lo tanto, los obtentores instan a todas las personas y a las empresas a que primero se comuniquen con el titular del derecho de propiedad intelectual, a fin de obtener la aprobación por escrito y la licencia correspondiente.
Al traer nuevas y excelentes variedades al mercado, los obtentores deberían poder confiar en que sus socios cumplirán con su parte del trato. Lo que piden los cultivadores de rosas es el compromiso del sector con las prácticas comerciales justas, a través de las cuales los cultivadores pueden recibir un rendimiento suficiente de sus altas inversiones en mejoramiento, sintetizó el secretario general de CIOPORA, el Dr. Edgar Krieger.
Por otro lado, desde la International Association of Horticultural Producers (editora de FloraCulture International), recordaron que, además de presentar a la industria de la floricultura, en relación con la implementación de los derechos de obtentor, mantiene a este sector informado sobre los últimos desarrollos y los aspectos judiciales, a través de su Sparring Partner Group.
* Raquel Wakefield y Ron van der Ploeg, colaboradora y editor -respectivamente- de la revista FloraCulture International.