Mercedes Andrada

Desde muy chica sentí una profunda conexión con la naturaleza, tal vez porque nací en un entorno rodeado de ella; quizá, por una sensibilidad personal. En verdad, no sé con certeza el motivo, pero sí, que es algo por lo que estoy agradecida.

Cuando decidí dedicarme al arte floral, quise incorporar a mis creaciones algo con lo que me sintiera representada, que me identificara y distinguiera mis trabajos de otros, y que pudiera descubrir desde la contemplación de la naturaleza que me circunda. Por supuesto, ahí estaba lo que necesitaba para inspirarme y desarrollar mis trabajos florales.

Soy una ferviente defensora de la sustentabilidad y del medio ambiente, y, en este camino de contemplación, observación y respeto por nuestro entorno, comencé a trabajar con la Trithrinax campestre, conocida como palmera caranday.

Este tipo de palmera abunda en la zona donde vivo, y, por su versatilidad, textura y sus colores, es muy utilizada por los artesanos del lugar. Por esa razón, decidí investigar las distintas posibilidades que me ofrecía para mis creaciones artísticas/decorativas.

Utilicé la palmera caranday a lo largo de mi carrera: en cursos, competencias, maestrías y en el día a día cuando algún cliente se anima a volar conmigo y con mi imaginación. Por eso, decidí presentarla en el primer Congreso Itinerante de Viveristas.

Mercedes Valeria Andrada (39), florista.
@lapiaf.floreria