Otorgada por el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán con el objetivo de posicionar a la provincia en el mundo, la marca fue conquistada por Nélida del Valle Juárez, quien habla de sus logros. Por Graciela J. Ríos
Me dedico a las plantas ornamentales como, por ejemplo, cactus, crasas, aromáticas y florales. Soy productora agroecológica (no uso agroquímicos, todo es natural), se presenta Nélida del Valle Juárez (44), quien recientemente fue reconocida por el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán, entidad que le otorgó la marca Tucumán.
También dicto, de manera solidaria, talleres en las escuelas (a los chicos de primaria y secundaria) y en las universidades (estoy procurando, además, obtener una formación docente, para poder instruir, a la vez, a los docentes que deban impartir dichas enseñanzas). Además, en el ámbito particular doy talleres dirigidos a los adultos (también gratuitos), por ejemplo: de huerta agroecológica urbana, de aromáticas y sus poderes medicinales, de introducción a la jardinería.
¿Cómo te iniciaste en el sector florícola?
Comencé este recorrido en 2014, buscando solucionar una situación económica difícil. Me inicié tomando cursos y talleres, perfeccionándome en reproducción de plantas. Deseando que, también, mis hijos pudieran disfrutar de las plantas.
Una vez leí que los emprendimientos tienen un alto promedio de fracasos; sin embargo, ya llevo cinco años, y, aunque la situación está difícil para todos, sigo creciendo.
¿Qué significa el logo Tucumán?
Es una distinción que se les otorga a los emprendedores (empresas, a personas) que se destacan en la provincia por lo que hacen.
En este caso, me la han brindado por representar el primer vivero que comenzó con una venta domiciliaria. Mi Vivero (ese es su nombre) fue armado en casa. Desde allí, comencé a difundir la floricultura ecológica; amo mi trabajo.
Es el primer vivero en Tucumán, en conquistarla.
¿Cómo obtuviste la distinción?
Directamente, me postulé en el Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán. Para conseguirla, hay que pasar ciertos requisitos, y un comité determina si se puede o no, lograr dicha consideración.
Haberla obtenido ha significado un gran logro en mi provincia. En la entrevista, ellos expresaron que, para entregármela, fue fundamental mi labor social para las generaciones futuras. Además de la evolución de mi pequeña empresa, a través de la cual se puede demostrar que es posible avanzar hacia otros mercados y, simultáneamente, transmitir el conocimiento a los demás.
Por otra parte, representar a mi provincia es un orgullo. La frase que uso y cuyo mensaje procuro llevar a cabo es: “Sembrar es dar vida; y educar es perdurar en el tiempo”.
¿Cómo llegaste a participar de la última edición de la Exposición Profesional*?
Vine representando a Tucumán, a pesar de ser una empresa pequeña y familiar.
Estoy contenta de haber estado allí; le agradezco a la Asociación que me posibilitó no solo la participación sino la oportunidad de mostrar lo que hago.
Me enteré de la organización por la página de la Asociación. Les envié un correo para solicitar los requisitos a fin de participar en el Congreso y Exposición, y me respondieron ofreciendo apadrinarme para que pudiera asistir. El hecho de poder llegar allí había sido mi sueño desde que comencé con el vivero: era donde quería estar.
* El Congreso Nacional de Viveristas y 17 Exposición Profesional es organizado por la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas.
¿Cumplió tus expectativas?
Me impactó la organización y la humildad de todos. Fue bueno compartir un ambiente donde no conocía a nadie, pero en el que todos teníamos algo en común. Me sentí como si estuviera en mi casa desde el primer momento.
Yo, que soy más pequeña, allí no experimenté esa situación; me sentí una viverista y productora a igual nivel que todos. Entendí que eran una gran familia, en la que cada uno tenía su espacio, compartiendo la misma pasión. Es mi mirada desde afuera; es lo que me llevo.
Cuéntanos sobre tu logo.
El logo de Mi Vivero es el Ave Fénix, porque, aunque he tenido buenos y malos momentos, nunca me he dado por vencida, siempre he tratado de seguir. Por eso el ave, porque me representa a través de lo que ella simboliza.