Crean un marco normativo para el compost

El 10 de enero se publicó la Resolución Conjunta 1/2019 del Gobierno Nacional, que regula la Producción, Registro y Aplicación de Compost. Para esto se creó el Comité Técnico de Gestión de Compost.

La Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, por medio de la Resolución Conjunta 1/2019, los primeros días de enero, resolvieron aprobar el Marco Normativo para la Producción, Registro y Aplicación de Compost.

Para llevar adelante dicha normativa, crearon el Comité Técnico de Gestión de Compost, el cual tendrá la función de asesorar en la adopción progresiva de esta regulación, como también acerca de los avances en el conocimiento de la materia y en la normativa vinculada a la presente que hagan recomendable su revisión, así como en las controversias que puedan plantearse durante su aplicación.

Consultadas las especialistas en sustratos ornamentales del Inta, la Ing. Agr. Lorena Bárbaro y la Téc. en Floricultura Mónica Karlanian, resumieron la importancia de la resolución de la siguiente manera: El alcance es para los compost confeccionados con las materias primas separadas en origen y recolectadas de manera diferenciada:

· Materiales exclusivamente vegetales: 1) provenientes de parques, jardines u otras parquizaciones o zonas de recreo; 2) provenientes de la preparación y consumo de comidas y bebidas; 3) provenientes de la comercialización, industrialización y venta de productos agrícolas y forestales.

· Materiales provenientes de fuentes animales o que tengan sustancias de origen animal: 1) provenientes de la preparación y consumo de comidas y bebidas; 2) provenientes de la comercialización, industrialización y venta de productos agrícolas y forestales (esta sección incluye camas, deyecciones y orina).

· FORSU separada en origen y proveniente de una recolección diferenciada.

· Subproductos de la digestión anaeróbica (digerido) y restos del proceso de compostaje (cribado de compost, lixiviado de proceso de compostaje, material que no cumple con el proceso).

Requisitos del marco normativo

El marco normativo establece requisitos sanitarios y de estabilidad y madurez. En el primer caso determina valores límites de niveles de Coliformes fecales, Salmonella sp. y Ascaris lumbricoides. Mientras que en el segundo, presenta los indicadores de estabilidad y madurez que deben ser medidos y sus respectivos valores límites.

Clases de compost

Se presentan dos clases (A y B) de compost, según los parámetros de calidad y sus respectivos límites establecidos: pH, conductividad eléctrica, humedad, relación C/N, materia orgánica, cadmio, cobre, cromo total, mercurio, níquel, plomo, zinc y arsénico.

Compost clase A: sería un producto que no presenta restricciones de uso ni de aplicación; en cambio el compost clase B, sí presentaría restricciones de aplicación detalladas en la norma.

Es de destacar que ambas clases de compost deben contener la cantidad de materias inertes permitida según se indica en la norma.

Análisis para el registro del compost

Para obtener el registro del producto final, el material deberá ser muestreado de conformidad con lo establecido en la normativa y remitido al Senasa. Los parámetros y métodos analíticos a utilizar en los ensayos para las distintas determinaciones se encuentran detallados en la normativa. Lo interesante en este punto es que los mismos podrán ser sometidos a revisión y actualización por parte del Comité Técnico, en función de metodologías validadas a nivel nacional y de los avances en el desarrollo de nuevas metodologías.

En relación con los sustratos, ¿cuál es el beneficio de este nuevo marco normativo?

Si el compost empleado en la formulación del sustrato se realizó bajo esta normativa, otorga tranquilidad, ya que el compost obtenido luego de un proceso controlado debió haber cumplido con los requisitos sanitarios, de estabilidad y de madurez. Por lo tanto, quien emplea el sustrato con compost o lo usa en forma pura se asegura que cuenta un compost estable y maduro, esto significa que no debería haber problemas en el cultivo por fuerte consumo de oxígeno, inmovilización de nitrógeno, producción de sustancias fitotóxicas o alteración de las propiedades físicas del sustrato.

Dicho esto, igualmente hay que analizar el sustrato y/o los componentes para asegurarse de que el sustrato cumpla con las propiedades necesarias según el sistema de cultivo empleado. Además, no se enfrenta a un riesgo sanitario por consecuencia de los patógenos.

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