El INTA San Pedro acerca su informe sobre el perjuicio de la ola polar al sector de plantas ornamentales. Números registrados por su observatorio meteorológico. Además, panorama en el AMBA.
San Pedro*
Conforme a los datos registrados en el Observatorio Meteorológico del INTA San Pedro, entre el 6 y el 11 de julio se produjeron cuatro jornadas con temperaturas menores a -5 °C, los antecedentes más bajos para el mes de julio desde 1965.
Según el día, el fenómeno de temperaturas bajo cero se extendió entre 7 y 10 horas. Una situación que afectó negativamente a los viveros, tras más de dos años de déficit hídrico que, desde mayo, tuvieron menos precipitaciones que el promedio. Los daños fueron diferentes según la especie y el sistema de cultivo; en algunos casos, pudieron observarse plantas heladas que se perdieron totalmente; otras, con quemado de brotes apicales y laterales; y, en otros casos, se observa decaimiento de la planta como consecuencia del estrés, debido a tantos días de frío intenso.
La mayoría de las especies de los viveros de San Pedro se vieron afectadas por esta situación, principalmente las de tipo tropical y subtropical, como jacarandá, lapacho y strelitzia, tanto las producidas a campo como las que se encontraban en sistemas protegidos. Por su parte, las plantas exóticas que en general sufren, pero resisten el invierno, este año a causa de la intensidad del frío y de la duración, no lo hicieron.
El daño directo observado fue un “quemado” de las hojas de la última brotación. Las especies de carácter más rústico, como los laureles de jardín, también sufrieron daños y manifestaron la misma sintomatología. Determinados plantines producidos bajo invernadero, hablamos de rosa china, dietes, agapanthus, entre otras especies, posiblemente no se recuperen.
Generalmente, las especies producidas se adaptan a las condiciones agroclimáticas de la zona. Sin embargo, en determinadas épocas del año, según las temperaturas, se realizan manejos específicos, tal el uso de media sombra o de polietilenos, para proteger y mantener la calidad de las variedades más sensibles. Otras especies nativas, es el caso del ceibo, ombú, tala y pezuña de vaca sufrieron daños hasta la raíz.
La escasez de agua del último trienio ha sido predominante, dado que impidió alcanzar la humedad necesaria en los perfiles del suelo, especialmente en épocas críticas de los cultivos, como el establecimiento de los plantines a campo durante los primeros meses.
Si bien las plantas responden fisiológicamente a estímulos relacionados con la temperatura, fotoperiodo, humedad relativa, dióxido de carbono y disponibilidad de agua y nutrientes, la interrelación de estas condiciones afecta la brotación, floración y posterior fructificación de las especies, de manera anticipada o tardía.
La gran diversidad de viveros y el manejo de plantas hacen necesario esperar para evaluar cada uno de manera individual, observando el comportamiento de las diferentes especies en base a lo acontecido. Habrá que estar atentos a cómo evoluciona el clima, para tomar decisiones sobre las prácticas de poda, fertilización y riego a fin de incentivar la brotación y floración.
* Artículo elaborado a partir del informe: Las heladas de julio en las plantas ornamentales de San Pedro (Buenos Aires). EEA. Autores: Varela, Lucila; Heguiabeheri, Adolfo; Hansen Laura y Piola Mariana. Agencia de Extensión y EEA INTA San Pedro. Más información (e informe de agosto): consultar aquí
Impacto en el AMBA*
Según datos de los floricultores, la descripción realizada por los profesionales de San Pedro puede ser aplicada para el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Se desconoce el impacto que tendrá en los cultivos, ya que no sólo hubo plantas estropeadas para la venta, sino también, plantas madre.
Por otro lado, con relación a las flores de corte, hay pimpollos y tallos dañados (que no darán flores). Se estima que la oferta de este producto, en la primavera, podría caer en un 50 %. Los precios ya han comenzado a subir.
*Agradecemos la colaboración especial de la Ing. Agr. Paula Amoia (INTA).