ECONOMÍA & VIVEROS | Auspicio de la Tecnicatura Universitaria en Jardinería - UBA
Conoce el detalle de los diferentes componentes procedentes de los yacimientos naturales y explotaciones mineras: turba, arena, tierra, perlita expandida, vermiculita exfoliada, arcillas expandida y calcinada, lana de roca. Por Héctor Svartz*
Los distintos elementos empleados para la elaboración de sustratos pueden ser clasificados según el origen de los materiales. Teniendo en cuenta lo dicho, en la Argentina podemos encontrar los siguientes materiales procedentes de los yacimientos naturales y explotaciones mineras:
Turbas
Su uso es muy difundido en la floricultura. En nuestro país, también se emplea mezclada con otros componentes. Poseemos yacimientos de turba rubia en Tierra del Fuego (turberas altas y oligotróficas de sphagnum) y yacimientos de turba negra (turberas bajas y eutróficas de carex) en la precordillera de las provincias patagónicas, y, en algunas áreas, en Tierra del Fuego.
Corresponde a los suelos histosólicos en los que las tasas de humificación superan a las de mineralización. Estas se forman en depresiones formadas en las costas o ríos, y también, por el trabajo de los Glaciares hace casi 10.000 años, por acción de la erosión de la corteza terrestre. El balance neto, en favor de la humificación, se debe a las condiciones climáticas reinantes, que son de alta humedad, frío y anaerobiosis. También pueden encontrarse en depresiones que presentan horizontes cementados (algunas pseudoturberas de Entre Ríos). En las turberas altas, los microorganismos anaerobios son ineficientes: degradan la celulosa y hemicelulosas, y afectan levemente a las ligninas, que se acumulan.
La evolución de estas es de abajo hacia arriba, y en esta última fracción están los restos recientes. Por ejemplo, se observa en las turberas de Sphagnum spp., que crece a través de las yemas apicales, y mueren las fracciones inferiores. Es un material de escasa saturación, pH de 3,5 – 4 y baja retención de nutrientes (80-180 meq/l). Sus fracciones de poros la convierten en el sustrato ideal por la retención de agua y por su composición, que es de baja degradación, fundamentalmente en materiales que se obtienen desde 20 a 50 cm de profundidad. La retención de agua es de nueve veces su peso a causa de la presencia de vasos de conducción en el material, formados por celdas de 14 – 36 um; esto significa la presencia de agua con tensiones equivalentes a columnas de agua con una altura de 80 – 200 cm. En nuestro país, requieren un mayor tratamiento mecánico, debiendo achicar el tamaño de partículas y homogeneizarlas en relación con sus tamaños como las presentaciones de algunas fábricas de sustratos.
Las turberas eutróficas son diferentes a las anteriores. Se encuentran en depresiones, en las que reciben aguas de escurrimiento de las zonas altas, ricas en limos y arcillas, que le proveen de nutrientes. Su capacidad de cambio es mayor que las del tipo anterior (300 – 500 meq/l). Las condiciones climáticas (mayor temperatura) permiten una mejor humificación de los vegetales acuáticos (Carex spp., Salix spp., Alnus spp.).
Es un material que tiene baja fracción de aire, de aspecto globuloso. Es de un pH de 5- 6,5. No es salino. Requiere utilizarse en mezclas con sustancias que aumenten la aireación. Estimaciones mundiales fijan el volumen de las turberas, incluyendo las zonas de difícil explotación, en 10.000 km3, e indican que la velocidad de formación es mayor a la de su consumo. Esto la convierte en un recurso natural renovable de interesante uso en la floricultura. Desde el punto de vista físico, su composición es variable respecto a poseer proporciones variables de hojas, tallos y ramificaciones. Poseen una porosidad total entre 80 – 90 %. Las rubias no cuentan con microorganismos y es posible que a veces tengan hongos.
Arenas
Son materiales silicatados, con escasa capacidad de cambio (50 meq/l). Son inertes y otorgan un esqueleto o andamiaje inalterable en el tiempo para la exploración de raíces. La relación de poros varía según la granulometría de las arenas y presenta de menor a mayor cantidad de poros de aire en la medida que su tamaño se acerca a gravillas. Es un material pesado y con menor porosidad total que los vistos hasta ahora.
No se usa como único material en contenedores, haciéndolos muy pesados para su manejo, sino que se emplea en mezclas con materiales alivianadores (pinocha, turbas).
Tierras
Son de diversas composiciones. En la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires, en las zonas de distancias menores de 100 km, es difícil encontrar tierra negra del Horizonte Superficial. En superficie, hallamos suelos decapitados (ya sea por venta de tierra negra, extracción para hornos de ladrillos o zonas de préstamo para autopistas), que son de naturaleza limo-arcillosa. En consecuencia, este material se utiliza cada vez en menor cantidad para la producción de cultivos en contenedores, por la escasa porosidad de aire que tiene y su alto peso específico. Incluso, los productores de arbustos están modificando sus mezclas de manera que paulatinamente se emplea menos tierra en ellas: no supera el 30 %.
Perlita expandida
La perlita natural es una roca volcánica, vítrea, formada por un enfriamiento rápido. Contiene de un 2 – 7 % de agua atrapada. Se granula y precalienta a 300 – 400 C, y luego se cocina a 1000 C. El agua atrapada se vaporiza dejando huecos o poros, y se reduce su densidad. Se extrae de los hornos por aspiración y se clasifica usando tamices. Tiene una gran proporción de poros no percolantes o cerrados. Su superficie es rugosa, lo cual, sumado a los poros, le da una alta capacidad de retención de agua. Posee, de acuerdo con su granulometría, variada capacidad de aire.
Con la manipulación, tiene tendencia a romperse en polvos finos que aumentan su retención de humedad y desfavorece su aireación. Las más apreciadas en contenedores grandes son mayores a 1 mm (2 – 4 mm).En sustratos para bandejas de plugs, se usan en tamaño de aproximadamente 1 mm. No tiene capacidad de cambio, su pH varía de acuerdo con su origen de 5 – 7,5. En las de pH 5, se observó fitotoxicidad por acción del aluminio de la estructura mineral. Su valor de salinidad es bajo (0,01 – 0,12 mS/cm.). Es un material muy pulverulento, de baja densidad, que debe trabajarse con un grado de humedad adecuado para poder mezclarlo.
Vermiculita exfoliada
Es un silicato hidratado de magnesio, del grupo de los filosilicatos. Esta se expande por pérdida de agua en hornos que la cocina a 1000 C. Las de 1 – 4 mm son usadas en horticultura. Retiene gran cantidad de agua y nutrientes (> 150 meq/l). Es de reacción alcalina. Posee potasio y magnesio. No absorbe aniones, salvo que forme combinaciones insolubles con fosfatos. Con el manejo, se comprime con facilidad y pierde propiedades en cultivos de ciclo largo. Al no sufrir degradaciones microbianas, puede sustituir algunos componentes orgánicos, por sus características estables.
En nuestro país, es empleada escasamente en floricultura; una gran cantidad de este material es destinado, al igual que las perlitas, a la construcción de estructuras de hormigonado.
Arcilla expandida
Es una arcilla calentada a 1100 C. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, hay dos yacimientos fabricantes de este material. Lo obtiene del horizonte arcilloso (Horizonte B2T). Este material se presenta en forma de cilindros de distintas granulometrías o bien se presenta en forma de pelets, según la planta respectiva de la que provenga. También se usa en la construcción de hormigones, para alivianarlos. Se conoce con el nombre de LECA (light expandedclayaggreg ates). Tiene elevada porosidad total (85 %) y porosidad de aire (25 – 60 %), esto último depende de la granulometría. Su pH es neutro, su capacidad de cambio es baja, debido a la naturaleza expandida del material. Su salinidad puede ser variable (1 – 3 mS/cm). Tiene elevada cantidad de carbonatos, fundamentalmente cuando se extrae del horizonte (BC).
Arcillas calcinadas
Son arcillas granulares, calcinadas al fuego. Se conocen como zeolitas. De densidad alta, otorga estabilidad a la mezcla en la que participa y es ideal para ser usada en trasplantes de arbustos y árboles. Suele encontrarse en medidas de 1 – 3 mm.
Lana de roca
Es un material que no se usa en el país, pero es de gran utilización en Europa. Se presenta para satisfacer la curiosidad de los lectores. Es una mezcla de 60 % de diabasa, 20 % de coque y 20 % de calcitas. Se funde en hornos a 1200 C y alcanza hasta los 2000 C. La masa fundida se echa en un cilindro que rota y se enfría a 60 C, en el que el material adquiere una forma fibrosa. Se le añaden aditivos para estabilizar el material y mantener su individualidad (baquelita, resinas fenólicas o aceites). Sale a manera de colchón de fibras y es posible agregarle sustancias que aumenten o disminuyan su capacidad de retención de agua.
Este colchón de fibras se coloca en una cámara de curado, en la que se insufla aire caliente y se hace pasar por aberturas de distinto tamaño formando planchas de diversas granulometrías. Las fibras son de 3 mm de longitud y 0,005 mm de grosor. Es un material de baja densidad (80 kg / m3). Se puede presentar en forma de gránulos, bloques o planchas. Los gránulos hidrófilos son usados para cultivo directo y semillero. Los gránulos hidrófobos son empleados como material para airear mezclas. En el caso de bloques, tienen 2,5 – 5 cm de lado y de 4 - 6,5 de altura. En el caso de planchas, son de un grosor de 6 – 10 cm y 15 – 45 cm de ancho.
Presenta una porosidad de 96 %. Tiene una fracción alta de aire y agua fácilmente asimilable. El agua retenida es calculada en función de la altura de las planchas (efecto de geometría de contenedor) y manejo del riego. El pH es neutro a alcalino. No tienen capacidad de cambio. Puede utilizarse nuevamente si se lo desinfecta.
Actualmente, en Holanda, está prohibida su síntesis, debido a la contaminación ambiental generada en ese proceso. Los franceses han investigado sobre su reutilización. Se emplea en cultivos de hidroponía para horticultura de corte (Dinamarca, Suecia, Holanda y Noruega).