Vivero Santa Deolinda

Presenta: Luján Armagno (50)

Tengo un vivero boutique, en Chivilcoy -Buenos Aires-. Inaugurado en 2006, en él está integrada la decoración de interiores y del jardín a las plantas. Paralelamente, dicto cursos de jardinería y hago trabajos de paisajismo. Cuento con cuarenta años en el rubro ya que mi familia también fue propietaria de un vivero: San Cayetano.

Mi primer negocio, ubicado en un local pequeño, llevaba el nombre del emprendimiento familiar (San Cayetano). Recuerdo que en un viaje a San Juan, fuimos a visitar el santuario de la difunta Correa. Allí, obviamente, lo primero que hice fue rogar por un establecimiento más grande y prometer que si se cumplía el deseo, le cambiaría el nombre por Santa Deolinda (la difunta Correa se llamaba María Antonia Deolinda Correa). El viaje fue en abril, y en noviembre encontré la casona antigua (antes propiedad de un juez de paz) donde está ubicado actualmente mi comercio.

Al año siguiente volví al sitio dedicado al culto para agradecer, porque realmente mi deseo se cumplió y muy rápido. La primera vez había ido simplemente de turista, pero estoy totalmente reconocida a su protección y cumplí lo prometido.

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