La revista Jardín cumple este mes 25 años

Lucía Cané, su creadora, responde uno de nuestros cuestionarios especialmente armado con motivo de este aniversario. Nos habla de sentimientos; alegrías y tristezas; pensamientos, gustos y diversas experiencias.

Nombre: María Lucía Cané.
Edad: 49 años.
CV: Estudié floricultura y jardinería en la Escuela Hall; hice varios cursos y talleres  (allá lejos y hace tiempo) con referentes del tema.
www.revistajardin.com.ar

Cuál fue la idea que gestó la revista Jardín: Surgió cuando hice una pasantía en un jardín de Francia. Estuve trabajando tres meses allí. Me tocó hacerla con un francés que estuvo un tiempo conmigo y se sorprendía cuando me veía comprar revistas francesas. Me preguntaba si no teníamos publicaciones de ese tipo en la Argentina. A lo que respondí que efectivamente, carecíamos de ellas. Esto fue en 1991. Por entonces, yo comenzaba un viaje por Europa, con tres meses de trabajo en Normandía, para luego seguir con un par de amigas por distintos países. Ahí quedó sembrada una idea: ¿por qué no hacer una revista? A fin de año, de vuelta en casa, al contar mi inquietud, sentí mucho apoyo a mi alrededor: contactos, ganas de ayudar con trabajo, y ¡hasta con dinero! 

Cuando pensaste en hacer la revista, ¿a quién fue la primera persona que quisiste convocar?: Mucha gente se acercó a ayudar, y, por supuesto, empecé convocando a profesores conocidos y paisajistas de renombre. La realidad es que me inspiré en revistas conocidas, inglesas y francesas. Como era la primera, y hasta allí, la única, quise abarcar todos los temas (tanto prácticos como notas de color), ¡nuestro país tiene tanto para mostrar!

Un pensamiento que recuerdes del momento en que salió el primer número: ¡Lleva tanto tiempo la preparación de todo! Hay que pensar que siempre estamos, al momento de hacer una revista, superadelantados con respecto a la estación. Es decir, hay que anticiparse y pensar qué se necesitará fotografiar para tener material para el próximo número. Así que creo que lo único que recuerdo es sentir que el trabajo se había realizado. Pura emoción.

¿A quién mostraste la primera edición de la revista?: ¡Uy, demasiado tiempo! No recuerdo bien, seguramente, a mi familia, ¡a mi madre! Luego, hicimos un evento de lanzamiento con amigos y clientes.

¿Uno de los primeros miedos que tuviste relacionados con la publicación?: Miedos no tuve, porque era muy joven, ¡uno es más intrépido!  Después, tuve miedo cuando mi socio quiso desvincularse  (fue una situación difícil); por suerte ya estaba de novia con mi actual marido ¡y me ayudó mucho!

Una de las mayores alegrías que te dio la revista: Siempre me alegra el hecho de que a la gente le guste y le resulte útil.

Qué es hoy la revista Jardín, para vos: Hoy es parte de mi vida, es mi trabajo y también mi hobby. Los límites se corren y siempre estoy pensando en lugares, en jardines, en fotos, en notas. Aprendo y difundo a la vez.

Tu sección preferida: Creo que las notas que hacemos en viajes por el interior del país; gente que tiene su cultivo o su jardín, o algún emprendimiento. Me encanta mostrar lugares poco conocidos de la Argentina.

¿Qué pensaste cuando recibiste la oferta de asociarte con La Nación?: ¡Ahí sí que tuve miedo! A perder mi autonomía, mi libertad, pero por suerte no sucedió. Aquí seguimos ¡y con carta blanca para continuar creciendo!

Algo que crees que tienes pendiente con la publicación: En Francia visité la editorial de una revista que no solo tenía la edición en papel si no un jardín experimental. Me pareció fascinante: hacían ensayos con especies y después volcaban los resultados o una nota que se iba siguiendo meticulosamente a lo largo del año con datos y fotos, ¡creo que es muy enriquecedor!

Hoy, ¿cuál es tu rol en la revista?: Todos hacemos de todo. Esa es la verdad. Somos poquitos y compartimos tareas.

Un momento triste y un momento alegre de toda la editorial: No recuerdo momentos tristes, pero puede ser cuando se plantea algún problema con gente que trabaja con uno, nunca es agradable. Y alegres, siempre que las cosas salen bien, es una satisfacción.

Si tuvieras que darles un consejo a viveristas, jardineros y paisajistas, basado en la experiencia que te aportó el hacer la revista, qué les dirías: A los viveristas les pediría que estuvieran más en contacto con nosotros y con los paisajistas, porque sabemos cuáles son las tendencias y qué es lo que la gente busca (hay que actualizarse y ofrecer novedades continuamente). A los jardineros, que trataran de profesionalizarse más porque creció mucho la demanda y hay poca oferta. Y a los paisajistas, que continuaran renovándose y haciendo cosas con estilo propio, siempre concientizados en el ambiente y en la realidad de nuestro país.

Un columnista que hayas tenido del que sientes que has aprendido mucho: ¡No podría decir que no aprendo de alguno! Siempre estoy aprendiendo. Además, tratamos de renovar siempre los colaboradores, justamente para ir cambiando de “libritos”. Florencia Cesio es una colaboradora de lujo (ella investiga, escribe y fotografía sus notas, que son siempre enriquecedoras); pero también tenemos el caso de Janet Winter, por ejemplo, que escribe desde Uruguay, y sus notas sobre algún cultivo de la huerta vienen con historia, cultivo y recetas, ¡son impagables!

Tu libro preferido de las ediciones Jardín y tu especial preferido de la revista: ¡Por supuesto no puedo inclinarme por ninguno! Me gustó mucho hacer Paisajistas Argentinos, porque fue un trabajo en conjunto con todos ellos, y de los especiales, creo que el primer Buenas Ideas señaló una forma de mostrar las cosas que nos marcó para siempre.

Cuántas revistas se hacen al año: Son once ediciones, además de un calendario; y este año: una agenda.

Lo que más te divertirte y lo que más te aburre de la edición de la revista: Lo que me divierte más es viajar. Lo que me aburre: ¡es reclamar notas a colaboradores rezagados!

¿Qué representó para vos dejar de ser la  directora editorial para pasar a ser directora fundadora?: Fue darle el lugar a Mariana Rossi, que se lo merece ya que viene trabajando con mucha fuerza y demostró saber lo que hace. Empezó una joven Marianita que tuvo que aprender mucho y se transformó en mi mano derecha. Tenemos una visión muy parecida y un mismo entusiasmo por lo que hacemos. Después de catorce años juntas, ¡trabajar con ella es un placer!

Algo que te gustaría agregar: Todo el equipo (pequeño, por cierto) es fundamental en cada decisión: Belén de Ancizar, que no solo transforma un texto sino que aporta su mirada en todo; y Mary Vilela e Inés Clusellas, ¡que son el eslabón fundamental del grupo!