Los insectos que conviene reconocer antes de sacarlos del vivero
No todo lo que se posa en las plantas constituye un enemigo. Aprender a distinguir entre aliados y plagas puede transformar un cultivo: comportamiento, formas de reconocerlos y cuáles son los principales órdenes de insectos benéficos.

En los cultivos y los espacios verdes, los insectos desempeñan un papel preponderante. Saber sobre ellos y reconocer cuáles son beneficiosos es fundamental para una gestión eficiente y sostenible de dichos entornos.
En términos estrictos, se considera insecto a aquel organismo que presenta tres pares de patas y un cuerpo claramente dividido en tres secciones: cabeza, tórax y abdomen. Este criterio excluye, por ejemplo, a las arañas, los ciempiés y los bichos bolita.
Insectos benéficos: comportamiento y manera de reconocerlos
Básicamente, los insectos denominados benéficos pueden actuar de dos formas: como depredadores o como parasitoides. Corresponde aclarar que el análisis sobre si un insecto es benéfico o no, será tomado en relación con el hecho de si se alimenta de la planta (pulgones, cochinillas, langostas) o, en su proceso, la rompe (hormigas, grillos); o si no hace ni una cosa ni la otra, y depreda o parasita a estos insectos.
Aquí, corresponde otra aclaración importante: se ha observado que las larvas tienen aparato bucal masticador, y que muchas de ellas se alimentan de las plantas; por ejemplo, las mariposas. Aunque luego, en su etapa adulta, este aparato puede cambiar, como en el caso de las mariposas, y convertirse en una espiritrompa, inofensiva para las plantas (y de hecho, convierten al insecto en un buen polinizador).
- Entonces, ¿las mariposas son inofensivas? Depende. En un cultivo de plantas ornamentales, no. Y es así porque nadie va a querer comprar una planta con sus hojas mordisqueadas por un insecto (y menos aún, en un cultivo de flores o follajes de corte). Sin embargo, en un jardín familiar, si quieren ver mariposas, sí pueden ser consideradas inofensivas.
Principales órdenes con insectos benéficos
Teniendo en cuenta siempre que un orden puede tener familias fitófagas, depredadoras o parasitoides, los principales órdenes con insectos benéficos son los siguientes:
Coleoptera. Excelentes depredadores de pulgones, se los reconoce fácilmente, porque tienen las alas guardadas como si estuvieran dentro de un estuche. Por ejemplo, las vaquitas de San Antonio (Familia: Coccinellidae). En este caso, hay que tener cuidado, ya que, por ejemplo, hay algunas de apariencia similar a ellas, pero de color verde con pintitas de colores, que son fitófagas (comen plantas).
Hemiptera. Con respecto a este orden, se podría decir que “no todas las chinches son malas”. Si bien hay una fitófaga, también están las depredadoras de trips, pulgones, ácaros, etc. Sobre todo, es el caso de las chinches de agua.
Diptera. Habitualmente, se las considera desagradables a todas las moscas. No obstante, existen unas amarillas y doradas, denominadas sírfidos, cuyas larvas se alimentan de pulgones y de pequeñas larvas de mariposas. Estos sírfidos suelen ser confundidos con abejas; son fáciles de atrapar y observar. Algunos dípteros, también son parasitoides.
Neuroptera. Uno de los más vistos entre las plantas es la crisopa (Familia: Chrysopidae). Generalmente de color verde, son pequeños y de cuerpo alargado, alas membranosas y antenas largas y delgadas como un hilo. Su actitud, mucho menos especulativa, podría recordar a la mantis.
Dermaptera. En este grupo, hallamos a las tijeretas (Familia: Formiculidae), muy comunes en viveros y jardines. Tienen una especie de pinzas (cercos, generalmente usados para la copulación) en su parte posterior. Aunque parezcan peligrosas son inofensivas.
Mantoneda. Seguramente, el más popular de esta lista ya que aquí encontramos a la mantis religiosa, también conocida como mamboretá. Es un depredador muy importante. Quienes tengan almácigos, pueden buscar allí las ninfas.
Odonata. Este orden incluye insectos tales como las libélulas.
Hymenoptera. Si bien existen algunas familias depredadoras, este orden se caracteriza por tener más de doce familias parasitoides. Se hospedan así, en pulgones, mosquitas blancas, trips, chinches, escarabajos, etc. Se trata de un orden muy importante. Y su presencia en cultivos y jardines es fácil de detectar con una simple lupa sobre las hojas de las plantas.
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