Multiplicación y venta ilegal de rosas

Después de su experiencia frente a un presunto robo de material genético de rosales -las plantas, en custodia legal, fueron destruidas por el acusado-, el reconocido importador y productor florícola, Edgardo Lalic, nos ofrece una crónica de los hechos.

Sobre el tema, Edgardo Lalic nos refirió que durante 2015, cuando visitó los mercados de flores de corte, observó la variedad Santana (TAN 06300), de la firma Rosen Tan Tau, de la cual es representante legal en la Argentina (están inscriptas en el Instituto Nacional de Semillas -Inase-). Por tanto, el productor que la exhibía carecía de licencia para producirla.

Continuó relatándonos que realizó el seguimiento durante varios meses para corroborar si las características se correspondían y, por abril, conversó con el productor, cuya respuesta fue negativa y adujo que era una variedad tomada de flores importadas y no de flores locales.

Ante tal negativa, Lalic insisto en visitarlo en su finca. El productor lo recibió, pero se mantuvo en la posición antes comentada. Ante tal situación, el representante legal comunicó esa información al ámbito de legales del Inase. Desde allí, le indicaron que procediera a formular una denuncia al respecto.

Presentada la denuncia en el término de días, se contacta la delegación San Pedro, a cargo de la Ing. Silvana Babitt, quien, con sus técnicos y con el descriptor, visitó varias veces el cultivo de Lalic, a fin de corroborar y de cerciorarse de las características en el lugar de respaldo de las variedades.

Luego de que el Inase inspeccionara el cultivo denunciado y tras detectar tres variedades de rosas con posibles características, proceden a precintar una muestra de cada una de ellas. Comienza todo un proceso para la determinación del caso planteado, ya que el productor carecía de la documentación correspondiente que avalara sus dichos.

En ese tiempo, visita la Argentina, por este tema, el presidente de Ciopora, Andrea Mansuino. Este se lleva una buena  imagen del Inase, dado que su presidente, el Ing. Agr. Raymundo Lavignole, le asegura que el proceso señalado estaba en curso y que se respetarán las patentes.

En los meses siguientes, el Inase San Pedro organiza y planta portainjertos en el Inta San Pedro para realizar los ensayos comparativos, ya que se proponen una confrontación total de la planta, porque están en distintos portainjertos en los dos cultivos, y eso puede expresar  una pequeña diferencia.

La sorpresa se produce cuando vuelven al cultivo del denunciado, que tenía la obligación de conservar las tres muestras precintadas para la toma de yemas. Al respecto, Lalic señala: El asombro fue grande porque habían arrancado una variedad: no fue posible hallarla. Entonces, de las  tres variedades, faltaba una.

Continuaron efectuándose los ensayos con las otras dos muestras, sabiendo el denunciante que no estaban todas las variedades que fueron objeto del reclamo, pero el procedimiento llevado a cabo por el Inase tenía que terminar.

Las actuaciones que se vinculan al proceder del productor seguirán su curso,  como consecuencia de que no conservó la muestra precintada, lo cual demuestra, siguió señalando Lalic, que mi denuncia era cierta si bien no pudo certificarse.

Al mismo tiempo, el representante legal en la Argentina de la firma Rosen Tan Tau quiso agradecer la buena predisposición de todos los técnicos y profesionales involucrados en el procedimiento (a pesar de que ellos han señalado que es su obligación), ya que esta es la primera vez que se realiza una determinación en flores y tuvieron que asesorarse con las cátedras de Floricultura de la UBA y con el Inta.

Lalic finaliza diciendo que está convencido de que hasta que no respetemos lo derechos de propiedad del obtentor, no podremos insertarnos en un mundo globalizado y competitivo, que se mueve muy rápido. Y nuestra floricultura necesita una urgente renovación de variedades para volver a ser atractiva al público consumidor que exige, y con razón, calidad y precio.