Florería Santa Isabel

Con más de cincuenta años en el mercado, Miguel Pozzo –uno de sus socios– brinda su visión de este negocio: Las flores y los follajes que comercializamos son adquiridos directamente al productor, sin pasar por el mercado.

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Nuestros abuelos, en su juventud, durante muchos años abrazaron el hermoso cultivo de las flores, especialmente, rosas y gladiolos. Con el tiempo surgió la idea de vender los productos al público, y esto originó la necesidad de instalar un pequeño local en San Isidro (Buenos Aires). Debido al éxito alcanzado, con el tiempo, las refacciones y mejoras no tardaron en llegar. Hoy Santa Isabel es una marca de excelencia reconocida en el mercado, y consolida su experiencia orientada por los hijos y nietos de los fundadores, nos cuenta Miguel Pozzo (65) y agrega, al ser consultado, que actualmente no son parte de ninguna asociación de florerías o agrupación similar.

¿Qué es lo más vendido en una florería como la de ustedes?

Ofrecemos flores nacionales e importadas, innovadores ramos y arreglos florales. La gente busca regalos exclusivos de diseños únicos, destacada presentación en todos los niveles. Ponemos a disposición diversos regalos, como peluches, chocolates, champagnes y productos gourmet para acompañar el arreglo floral.

¿Observas alguna modificación en la demanda de los productos durante estos años?

Los clientes se renuevan constantemente; nos visitan personas de diferentes edades y utilizan nuestras flores como regalo para los diversos acontecimientos. La demanda se ha incrementado debido a las diversas opciones que ofrecemos en ramos y arreglos florales de estilo exclusivo, acompañados, como dije anteriormente, de obsequios de primer nivel.

¿Dónde adquieren sus flores y follajes?

Las flores y los follajes que comercializamos son adquiridos directamente al productor, sin pasar por el mercado; por esto mismo, dichos productos son de una calidad muy superior. Los artículos de primera calidad son muy escasos, por lo tanto, la oferta es muy baja. Asimismo, los precios son muy superiores a los que se piden en el mercado de flores.

A lo largo de los años, los productores fueron incorporando diferentes especies que, con el paso del tiempo, se trasladaron a gran parte de los cultivadores, como gerberas, lilium y alstroemerias. En consecuencia, se incrementó la cantidad considerablemente.

¿Cómo ven el mercado de las florerías?

Debido a los altos costos son muy pocas las firmas que montan una florería con los controles de calidad e infraestructura que el negocio requiere. Actualmente, alquilar un local, colocar una cámara frigorífica y realizar las instalaciones correspondientes no es para nada económico.

Muchos tienen la idea de que la florería vende flores y nada más. Muy lejos está este pensamiento del verdadero significado que encierra el negocio de la florería, en el que la innovación y la capacitación deben ser constantes.

¿Consideran que los puestos de flores son una competencia?

Nuestra experiencia nos indica que no constituyen una competencia directa, ya que carecen de la infraestructura necesaria para el acondicionamiento, presentación y elaboración de ramos, arreglos y regalos diversos, para satisfacer la necesidad del cliente. Esto no quita que los puestos brinden un servicio efectivo a un público con otras necesidades.

Multiplicación y venta ilegal

Consultamos al presidente del INASE, Raimundo Lavignolle, quien informa que para poder vender material de propagación de una determinada variedad, esta debe estar inscripta en el Registro Nacional de Cultivares.