La AIPH informó sobre los métodos orientados a sumar plantas en las ciudades. La asistencia estuvo representada por más de cuarenta países. Las principales observaciones. Por Hannah Pinnells y Ron van der Ploeg*
A medida que los beneficios ambientales (vinculados a la salud y a la economía) brindados por los techos y muros verdes son reconocidos mundialmente, las ciudades comienzan a adoptar la infraestructura referida a ellos con el propósito de resolver algunos problemas de sostenibilidad.
Por esta razón, el 15 de junio se realizó una presentación en Londres (Reino Unido), a cargo de la Asociación Internacional de Productores Hortícolas (AIPH), en colaboración con Worshipful Company of Gardeners.
Los informes fueron presentados por Dusty Gedge, presidente de la Federation of European Green Roofs and Walls; y Kelvin Kan, arquitecto principal, consultor de fachadas y fundador de AgFacadesign (Singapur). Mientras que la coordinación de las conferencias estuvo a cargo de Daniela Rizzi, oficial principal de Nature-Based Solutions and Biodiversity at ICLEI Europe.
El hecho de haberse aceptado globalmente la idea de que la creación de un entorno urbano más verde y natural tiene un impacto positivo en el cambio climático (reconocido en la actualidad también por la Organización Mundial de la Salud) ha brindado la evidencia disponible para cuantificar los beneficios de tales modificaciones. Por lo tanto, los legisladores y las personas con poder decisorio, social y político, ya pueden defender con confianza, aquellos proyectos que incluyan techos y paredes verdes.
En su presentación, Dusty Gedge, se basó en su experiencia londinense (como diseñador, creador de políticas y asesor técnico) para demostrar que los techos y muros verdes constituyen parte del futuro de las ciudades. En el pasado, la vegetación y el suelo fueron considerados una contribución estética al entorno de la ciudad (incluso en la actualidad, esta idea persiste). Sin embargo, para hacer frente a los desafíos de la crisis climática y de la biodiversidad, la ecologización de las ciudades debe centrarse, principalmente, en su rendimiento, en una amplia gama de factores ambientales: biodiversidad, refrigeración, almacenamiento de agua de lluvia, reducción del ruido y de la contaminación del aire. Finalmente, una vez que estas funciones se hayan cumplido, los centros urbanos deberán garantizar que dichos espacios verdes mejoren la salud mental y física de los ciudadanos que tienen acceso a ellos.
Gedge explica que, si bien la estética jugará un papel importante en este contexto, las intervenciones ecológicas deberán tener en cuenta tanto la resiliencia de los espacios verdes como los cambios climáticos. Los techos verdes deben verse como una infraestructura central y no solo como algo beneficioso desde un punto de vista estético.
Por su parte, Kelvin Kan expandió aún más esa idea al explicar sobre algunos temas de las fachadas verdes y cómo la construcción de edificios puede acomodarlas. Compartiendo ejemplos de Singapur, Kan mostró los resultados de su experiencia al haber incorporado la vegetación y señaló cuáles son los beneficios de esta ecologización para los ocupantes del edificio y los desarrolladores. Fue clave destacar que, para alentar y ayudar a los propietarios privados a incorporar los techos y paredes verdes, contaran con incentivos financieros otorgados por la ciudad.
* Por Hannah Pinnells (colaboradora de la revista FloraCulture International) y Ron van der Ploeg (editor de la revista FloraCulture International).