Presentaron la primera biblioteca argentina de suelos

Obra del Instituto de Suelos del INTA. Su director, Miguel Taboada, nos ilustra sobre la misma: Probablemente, estemos ya en un “techo” en cuanto a la disponibilidad de suelos fértiles o con escasas limitaciones para la agricultura.

Esta idea surgió, en primer lugar, a partir del trabajo realizado por los responsables históricos del Plan Mapa de Suelos del INTA, que relevaron suelos entre las décadas de los 60 y de los 90, y dio, como resultado, la acumulación de miles de muestras de suelos representativos, explica el director del Instituto de Suelos del INTA, el Dr. Miguel Taboada.

Lo que hicimos, quienes estamos ahora en el Instituto de Suelos, fue darle forma a un sistema de almacenamiento y clasificación, relacionado con un manejo centralizado de datos o Sistema Nacional de Suelos del INTA. La principal inspiración proviene de una visita realizada a la estación experimental  Orleans de INRA, en Francia, de donde se administra el sistema nacional de suelos de Francia (InfoSoil), con sus bibliotecas de suelos (Pedotheques).

Taboada añade que la biblioteca posee más de quince mil muestras catalogadas: Si bien las muestras de suelo están ya secas al aire y molidas, lo ideal es que se conserven a temperatura ambiente estable, que evite cambios bruscos y pérdidas de materia orgánica. La edafoteca permitirá comparar estas muestras con el estado actual de los suelos, a fin de  conocer así el impacto de las prácticas agrícolas.

¿Qué es lo que se ha observado en torno a los suelos para cultivos florícolas?

Los suelos aptos para los cultivos florícolas son, necesariamente, los de mejor calidad y/o fertilidad, a excepción de especies que requieren condiciones de exceso de agua o anegamiento. De cualquier manera, dado que se trata de producciones de elevado retorno, es posible fabricar un suelo o sustrato apto para especies florícolas.

A su vez, agrega que, con más de sesenta millones de hectáreas aptas para la agricultura, la Argentina es uno de los pocos países del mundo que contiene los doce tipos de suelos conocidos. Sin embargo, en la actualidad solo treinta y dos millones son cultivados: La Argentina dispone de unos sesenta millones de hectáreas con aptitud agrícola y ganadera. De ellas, más de treinta y dos son cultivadas. Probablemente, estemos ya en un “techo” en cuanto a la disponibilidad de suelos fértiles o con escasas limitaciones para la agricultura. Poner más hectáreas en cultivo significa avanzar sobre áreas más frágiles por clima, presencia de bosques o por calidad de suelo.

¿Se advierte cómo afectan al suelo los cultivos ornamentales?

Los cultivos ornamentales suelen requerir elevadas dosis de fertilizantes y/o enmiendas químicas o mejoradores. El riesgo subyacente es el exceso en las dosis de fertilizantes, con la consiguiente contaminación de napas freáticas. Asimismo, otro peligro es el uso de aguas de riego de mala calidad, por ejemplo muy “duras”, que causen salinización y/o alcalinización de los suelos, con el posterior deterioro físico.