Instituto de Floricultura: nueva dirección

María Silvina Soto, directora del Instituto de Floricultura del INTA, habla sobre el sector florícola y comparte su mirada sobre esta importante institución.

El Instituto de Floricultura (INTA) aporta información para la definición de políticas públicas, tecnologías y servicios para el sector productivo, y se dedica a la formación y capacitación de recursos humanos, nos cuenta la Dra. María Silvina Soto (49), directora del Instituto de Floricultura desde febrero de este año, en sucesión, por concurso, del Ing. Agr. Daniel Morisigue.

A dieciocho años de su creación, cuenta con una planilla de cuarenta y dos personas, entre profesionales, técnicos y apoyos. Su equipo de profesionales se organiza en tres grupos de trabajos, en temáticas tales como mejoramiento genético, manejo y gestión de la producción y calidad de producto.

Dentro de los logros alcanzados, podemos mencionar su vínculo con la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en la que se lleva adelante la quinta cohorte de la materia en floricultura. La introducción de más de veinte variedades ornamentales para uso en maceta, en el mercado nacional. Su consolidada relación con el sector productivo a nivel nacional. Los convenios internacionales con empresas fitomejoradoras, y es un referente en el cumplimiento del Convenio de Diversidad Biológica, en relación con el uso de los recursos genéticos con fines ornamentales. Y, además, por su trayectoria en servicios estratégicos para el sector en temas como sustrato, agua y sanidad. 

¿Cuáles son los ejes de acción planteados para los cuatro años de gestión?

Los ejes de acción están en concordancia con el plan del Centro de Investigación de Recursos Naturales: Potenciar la caracterización, uso y gestión de los recursos genéticos vegetales. Manejo productivo en un marco de gestión ambiental, salud integral y bienestar de la población. Gestión del conocimiento de innovación. Generación e implementación de políticas públicas. Servicios estratégicos.

¿Qué oportunidades representa el Congreso Nacional de Viveristas y la Exposición Profesional para el Instituto?

El Congreso y la Exposición son una oportunidad única de unión, intercambio de conocimiento, enriquecimiento técnico, productivo y, sobre todo, humano. Considero que este encuentro va a ser especial por el contexto que nos envuelve. No estamos exentos del impacto que tuvo en todos nosotros el acontecimiento del Covid 19, y la mirada de muchos aspectos que se volvieron a poner en valor. Por otro lado, las plantas y el verde tomaron una relevancia significativa con la pandemia.  Se visualizaron nuevos nichos comerciales y hubo un fortalecimiento del consumo en aquello ofrecido por el sector productivo.

Por último, no quiero dejar de mencionar la importancia que adquirió el uso y la comercialización de especies nativas por los servicios ecosistémicos asociados en ambientes urbanos; por ejemplo, techos o cortinas verdes, jardines verticales, uso de especies nativas en plazas como servicios a la biodiversidad, entre otros aspectos que lograron protagonismo en estos últimos años. 

¿Qué es lo que te gustaría que caracterizara a tu gestión como directora del IF?

Un desafío importante en la gestión operativa es el capital humano, que forma lo que se conoce como estructura socioafectiva de la organización. En esta propuesta, se considera que la responsabilidad de la dirección no solo es mantener este activo, sino convertirlo en valor agregado para la organización, formando, de esta manera, su capital intelectual.

La gestión propuesta pretende continuar con las acciones que posicionan al Instituto como referente para la comunidad y el sector productivo en el área de la floricultura, y en el acceso y uso de los recursos genéticos, siendo un eslabón para que el INTA alcance los objetivos institucionales en el marco de las políticas públicas actuales.