Estilo Pilar, El Vivero

El Ing. Agr. Eduardo Stafforini, responsable y coordinador de todo lo referente al paisajismo en esta muestra de decoración de interiores y exteriores, nos relata qué puede encontrarse en ella.

El vivero Mermoz, de la ciudad de Pacheco (Buenos Aires), casi centenario e inactivo, con una magnífica y añosa arboleda, es la sede de la decimosexta Estilo Pilar, una de las muestras de arte, paisajismo y decoración más importantes del país. Organizada por Amigos del Pilar, tiene como objetivo la recaudación de fondos para sus consultorios odontológicos gratuitos, y se podrá visitar hasta el 15 de abril, comienza explicando el Ing. Agr. Eduardo Stafforini, responsable y coordinador del área paisajística.

Recorriendo la exposición, se advierte la importancia y la muy buena repercusión que tuvo, entre los viveristas, la invitación a participar con su producción, presentada en espacios destinados y diseñados para ellos. En este sentido, la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas, dentro de su proyecto de difusión Plantas y Flores Todo el Año, los convocó con una muy buena respuesta, que resultó en un sector pleno de colorido, formas ondulantes y especies muy variadas, con multiplicidad de plantines, gramíneas, crasas, arbustos y coníferas de diferente porte, cuyo diseño estuvo a su cargo.

Desde el Instituto de Floricultura del INTAse recibió el aporte de sus Tecoma arbustivos, las variedades de Glandularias mejoradas y dos especies de helechos nativos, que son la vedete en el stand de la Sociedad Argentina de Paisajistas, presente con sus propuestas de capacitación y asesoramiento a empresarios del sector de construcción y mantenimiento de espacios verdes.

A su vez, Stafforini agrega que los paisajistas plasmaron propuestas con muy buenas ideas  y variados enfoques. El Ing. Agr. Carlos Thays se sumó a un totoral existente, magia que la naturaleza desplegó en un bajo del predio, con dos maniquíes y escritos poéticos. La conocida paisajista Teresa Zuberbuhler (que obtuvo el Primer Premio en esta edición de Estilo Pilar) apoyó su diseño en un muy añoso matorral de Strelitzia nicolai, que genera, desde su majestuosidad, un eje para un estanque con nenúfares en flor y un marcado jardín romántico y simétrico. La Mención fue para Víctor Ferrero y sus paisajistas, que trabajaron con gramíneas y graminiformes, también con una marcada simetría.

¿Hay una tendencia marcada dentro del diseño del paisaje?

Para responder este interrogante, podríamos tomar como ejemplo lo que surge en este Estilo Pilar, indudablemente. Nos encontramos con propuestas de techos y paredes verdes; algunos, en forma de tubos cilíndricos; otros, planos, en los que se mezclan plantas con senderos de diferentes materiales, como piedra, chips, césped y decks de madera, tanto en los espacios de los Ing. Agr. Marcela Aranguren y Patricio Weidemann, como en el de Adela Menant y Arina Nekliudova. Por su parte, el Estudio Quattro trabajó con plantas de aspecto tropical, sobre una gran pérgola, que simulaba una pajarera, y una orquídea vedete en el centro; mientras que Thays, Zuberbuhler y Ferrero tenían, cada uno, un diseño absolutamente diferente. Todo ello nos marca que estamos evolucionando hacia un uso más variado de especies, nativas algunas, de bajo mantenimiento en general, pero a la vez, con la mirada atenta a lo novedoso, aun cuando implique volver al pasado.

¿Cómo sigue el recorrido?

A continuación, podemos ver dos grandes naves, construidas especialmente para alojar al interiorismo, en el que arquitectos y decoradores desplegaron su creatividad y propuestas, son parte del recorrido. Donde se destaca que el interés del uso de plantas para los espacios cerrados es creciente. La necesidad del verde, para contrastar con la frialdad de algunos diseños o para sumarse a la calidez de otros, fue muy manifiesto en el permanente requerimiento, a su grupo de colaboradores, de plantas que se ajustaran, estética y utilitariamente, a esos espacios.

El paseo va finalizando, luego de haber disfrutado de un espacio de arte con pinturas y obras de excelente nivel, sumado a un sendero bordeado por artesanías en hierro, macetas de gran calidad, muebles de todo tipo, un garden center con gazebos, más herramientas de cuidado diseño y su librería atrapante, ropa y hasta cuadernos hechos a mano. Todo esto, sumado a varios patios de comida, en los que es posible degustar, entre otras exquisiteces, pizzas con cebolla caramelizada y queso brie, hermanadas con sándwiches de bondiola al Malbec.

¿Qué fue lo que más llamó la atención?

En cuanto a ese aspecto, recuerdo que, mientras estaba creando las formas y combinaciones de plantas enviadas por los viveristas, me surgía el deseo, la necesidad, de emplazar una figura fuerte, arquitectónica, que fuese punto de interés focal, para romper una posible monotonía de tantas plantas en el espacio. Tenía la esperanza de que me llegaran algún o algunos grandes ejemplares, pero esa expectativa no se me cumplió.  De modo que diferentes imágenes volaban en mi mente en uno de mis viajes hacia el predio. En relación con eso, vale mencionar que mi gran amigo Jorge Gamarra, eximio escultor, había elegido una de sus obras maravillosas, tallada en granito negro, pero su emplazamiento no era posible en ese lugar.  Recibí entonces un mensaje por WhatsApp con la foto de dos obras de Gerardo Wohlmuth, ubicadas en ese preciso sitio de mis desvelos, con la pregunta “qué opinás de esto en tu espacio”. Allí están ellas ahora, con la felicidad de Gerardo y la mía, donde la sintonía de arte y paisajismo confluyen en una coordinación sublime”.

Es la primera vez que Estilo Pilar tiene una fuerte participación del sector florícola, ¿cuál es tu balance?

Personalmente, me siento muy satisfecho con lo logrado, pero apuesto a un inmediato inicio de tareas a fin de proyectar la realización de un Estilo Pilar 2019 con paisajistas que trabajen de la mano con los viveristas, y se logre también una excelente y cuidada producción.