Comercio minorista

La Cra. Ingrid Villanova, del Instituto de Floricultura del INTA, acerca los principales datos del atlas comercial correspondiente a la venta de flores de corte y plantas ornamentales con destino al consumidor final.

Este trabajo surgió a partir de la necesidad de contar con estadísticas del sector en el orden comercial, ya que se carecía de ellas hasta el momento. Entonces, a partir del proyecto “Relevamiento y difusión de información clave para el sector florícola”, se decidió  encarar  este estudio, explica Ingrid Villanova (43), desde el Instituto de Floricultura del INTA. Corresponde señalar que, si bien los datos aquí obtenidos y expuestos no son de carácter censal, permitieron reflejar la importancia relativa de la floricultura.

En este sentido, resulta importante destacar que, por ejemplo, nuevos canales de venta, como el e-commerce, que se han expandido y se han ampliado como novedosas formas de consumo no presencial (a distancia), en los últimos tiempos, deberían dimensionarse en el sector. Y, en efecto, ameritan estudios posteriores y específicos, a fin de determinar los alcances de este canal y, a su vez, el crecimiento que realice.

¿Qué comercios relevaron?

En todas las provincias del país, relevamos el más formal y tradicional canal del comercio minorista; es decir, viveros y florerías, exclusivamente. Solo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, identificamos a los puestos de flores en la vía pública, además de las florerías y viveros.

¿Cómo lo hicieron?

Lo llevamos a cabo a través de fuentes privadas y públicas. Y en algunos casos, con referentes locales de los proyectos de investigación de INTA, en las diferentes provincias.  Se generó una gran base de datos en el orden nacional de todos los viveros y florerías del país. Para el caso de la CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), se realizó un operativo a campo durante 2015 y 2016, principalmente, para relevar los puestos de flores. Luego, a partir de estos datos, se confeccionó un atlas comercial de la floricultura nacional, el cual hizo posible visualizar la importancia de cada región del país en el área comercial.

¿Qué resultados obtuvieron?

El estudio subrayó la importancia comercial de la región pampeana, principalmente, por la participación de  Buenos Aires, situación que ya se había observado en el orden productivo. Buenos Aires posee casi el 65 % de los comercios del sector del país. A su vez, el AMBA (Área Metropolitana del Gran Buenos Aires) participa con el 75 % de los comercios de la provincia de Buenos Aires.

¿Cuántos negocios totalizaron?

En todo el país, alrededor de tres mil comercios del sector. Y en Buenos Aires, cerca de dos mil. En el AMBA, hablamos de una cifra cercana a los mil cuatrocientos y, dentro de la CABA, se relevaron cuatrocientos comercios.

¿Cuáles son las tendencias en el resto del país?

Las provincias que se destacan con mayor número de comercios, pero muy distantes de Buenos Aires, son Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos. Entre las cuatro, no superan los mil comercios -según nuestro relevamiento-, y las dos primeras pertenecen a la región pampeana. En la Patagonia, prevalece la provincia de Río Negro, con una cifra de alrededor de cincuenta comercios. En cambio, la región NEA es liderada por Corrientes, seguida muy de cerca por el Chaco. En la región NOA, Salta sobresale de las demás. Por último, como ya se indicó anteriormente, no solo en la región de Cuyo, sino en la región extrapampeana, prevalece la provincia de Mendoza.

¿Qué nos puedes decir acerca de la participación, teniendo en cuenta el tipo de negocio?

Relevamos un mayor número de florerías -alrededor de mil quinientas- y una cifra menor -cerca de mil trescientos- de viveros. En  porcentajes, representaron: 54 % florerías y 46 % viveros en todo el país. En Buenos Aires, hubo un empate técnico. Pero fuera del AMBA, hay más florerías que viveros.

Sin embargo, se observan disimilitudes en algunas provincias respecto de la tendencia nacional. En San Luis y La Pampa, se relevó un mayor número de viveros en relación con las florerías, y en la región NEA (Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa), se destaca una mayor presencia de florerías -la que representa  un 77 % de participación-  respecto de los viveros -con el 23 % de participación restante-. En Corrientes, aproximadamente ocho de cada diez comercios son florerías, mientras que, en Misiones y Chaco, siete de cada diez comercios, también lo son. Asimismo, la mayoría de las provincias que conforman la región Sur, a excepción de Santa Cruz, posee un mayor número de florerías que de viveros. Por último, se destaca que, en el extremo sur, en Tierra del Fuego, y en el extremo noreste, en Formosa, la presencia de viveros es muy baja. Otro guarismo relevante es el de Mendoza, provincia que registra mayor número de viveros.

Para finalizar, ¿qué importancia tuvieron los puestos de la CABA?

El relevamiento en la CABA posibilitó la medición de la actividad  en el plano menos formal de la actividad. De los guarismos obtenidos, surge que un 53 % son puestos de flores, un 34 %, florerías, y el 13 %, viveros. Si bien los puestos son comercios pequeños, el alto número y la rotación de ventas marca su importancia dentro del sector. Si se traslada este fenómeno a otras ciudades del interior de nuestro país, y dentro del propio AMBA, la dimensión de la floricultura comercial tendría un impacto aún mayor.

Puntualmente, en el caso del NOA, donde  se presenta un alto índice de venta al paso y de actividad de feriantes, que es de gran relevancia en la región y dentro del sector. El AMBA también posee un panorama similar con venta de flores por parte de vendedores ambulantes en fechas clave; canales de venta no tradicionales como verdulerías o tiendas de mascotas; puestos de flores en la vía pública de carácter permanente, en lugares de alta circulación de peatones y, finalmente, venta de plantas en mercados itinerantes (ferias comerciales).