Cuál es el verdadero mercado de las suculentas
Paula Freire -socia de Cactus Mendoza- habla sobre la demanda, los precios y la rentabilidad en la producción de cactus y suculentas no cactáceas. Las plantas preferidas por los paisajistas

Para Paula Freire (Cactus Mendoza), productora especializada en cactus y suculentas no cactáceas, la venta de estas plantas no se detiene. La demanda de paisajistas por cactus y especies de bajo requerimiento hídrico sigue aumentando, sobre todo en la zona oeste del país, donde el agua es un recurso escaso que cuidamos de manera consciente, explica desde su cultivo ubicado en la provincia de Mendoza.
Las tendencias, afirma, se mueven desde Buenos Aires hacia el resto del país, y lo hacen de forma sostenida. Así, lo que antes podía considerarse un nicho —estas plantas—, hoy forma parte del nuevo paradigma de diseño.
Estamos hablando de paisajes ecosistémicos. El clima y los recursos del lugar determinan las obras paisajísticas con conciencia. No es una moda: es un cambio que llegó para quedarse, sostiene.
Demanda, precios y rentabilidad: una ecuación que exige ajustes
En los viveros, la demanda de cactus y suculentas no cactáceas volvió a niveles de prepandemia. A su vez, la relación entre precios y costos está lejos de ser ideal.
El aumento de precios no acompañó a la inflación. Un producto que necesita tres años desde la siembra para llegar al tamaño más pequeño no es rentable. Tenemos que automatizar y bajar costos, todo lo que podamos, resume, sin rodeos, la productora.
Las especies elegidas por los paisajistas
En regiones como el Cuyo, los paisajistas piden plantas “todo terreno”: resistentes al frío, al calor y con bajo consumo de agua.
Su empresa se concentra en producir unas diez especies representativas de las tres formas básicas —columnares, paletas y esféricos—; se priorizan las que ofrecen impacto visual no solo por su forma, sino también por su color.
Entre las favoritas menciona: Cleistocactus strausii, Echinocactus grusonii, Opuntia santa rita y Agave xylonacantha.
A la vez, destaca que trabajan tanto con macetas N.º 6 y 8, que son las de mayor rotación, como con ejemplares de gran porte, que pueden requerir entre 8 y 15 años de cultivo. Y que, además de cactus y suculentas, ya avanzan en sumar a su catálogo árboles y arbustos de bajo requerimiento hídrico.
Clientes más exigentes y pedidos más específicos
El comportamiento de los viveros también cambió. Cada vez los pedidos son más específicos. Hay capacitación en el rubro y se vende más por especie. Eso implica mayor tiempo para preparar pedidos y ajustar el mix de producción, detalla.
Incluso, en el segmento “instagramable”, el criterio no siempre es la belleza clásica. Los coleccionistas queremos mostrar nuestros tesoros. Lo raro se vuelve atractivo, aunque no sea estético para la foto.
Producción desde la semilla y búsqueda de nuevas variedades
La empresa que dirige produce el 90 % de sus plantas desde semilla, con polinizaciones cruzadas controladas.
Describe con entusiasmo ese proceso: Los resultados son a largo plazo, porque hay que esperar la maduración para obtener floraciones. Muchas veces encontramos bellezas sorprendentes.
La siembra se realiza en un contenedor refrigerado con temperatura, luz y humedad controladas. Y año tras año, se vuelven más selectivos: dejan atrás especies con menor demanda y amplían las “madres” de aquellas con tendencia de crecimiento.
El sustrato mendocino: el orujo como secreto local
En Mendoza, el cultivo tiene su particularidad. Al respecto, amplía: Trabajamos mayormente con orujo, el remanente de la vinificación. El secreto es no apurar los tiempos. Hay que usarlo cuando está bien compostado. Y hay que airear y dar humedad suficiente en cada etapa.
Durante ese proceso, la temperatura del material puede llegar a 65 °C, lo que ayuda al saneamiento del sustrato.
Plagas, riego y manejo tecnológico
La plaga más problemática es la cochinilla. Su control implica un enfoque integral. Rotamos productos y hacemos aplicaciones puntuales. Contamos con la visita semanal de un ingeniero agrónomo especializado en manejo integral. No hay productos específicos para cactus y suculentas, así que debemos ir probando, aclara.
En cuanto al riego, la innovación ya dio resultados: Las barras de riego nos permitieron reducir un 50 % del tiempo de trabajo. Para las almácigas usamos aspersión hace años y ahora estamos ampliando el cultivo para ejemplares grandes, que irán por goteo.

Exhibidores, packaging y estrategias comerciales
El negocio no termina en la planta. Freire explica que también están desarrollando líneas de exhibidores específicas para viveros de Cuyo, con packing diferenciado y ediciones pensadas para las distintas efemérides.
Hoy la oficina, cuenta entre risas, está poblada de gorritos de Papá Noel, ciervos y estrellas por la campaña de Navidad. Y añade: No solo evaluamos especies y macetas. Trabajamos mucho en la presentación y escuchamos las sugerencias de los viveristas.
Mirada a futuro: selectividad, crecimiento y esperanza
Pese al contexto económico variable, la productora mantiene una visión constructiva:
Esperamos que la Argentina recupere cierta estabilidad para que la máquina empiece a funcionar nuevamente. No será rápido, pero confiamos en que, con trabajo y mejora continua, creceremos como personas y como empresas.
- En agosto de este año, abrieron una distribuidora de insumos (macetas, sustratos, agroquímicos e incluso, plantas de interior) para atender la demanda de sus clientes en Cuyo.
Y concluye con un mensaje que resume su filosofía productiva y humana: Los que seguimos apostando a la producción creemos en el esfuerzo sostenido. Los próximos años serán de crecimiento.
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