EXPERIENCIAS Mariposas y colibríes en cinco zonas conectadas, baja demanda hídrica y una idea simple, pero poderosa: el paisaje como refugio habitable.

Hace ocho años, decidí volcarme al mundo de las plantas y descubrí que el paisajismo es mucho más que estética: es una forma de cuidar los recursos, pensar en la sustentabilidad y crear espacios que dialoguen con la naturaleza. Mi formación en la Tecnicatura Universitaria en Jardinería de la FAUBA me brindó las bases para fundar Trama Paisajismo, donde cada jardín construye su propia identidad.

Así nació el Jardín de Mariposas y Colibríes, a partir de un extenso terreno sin uso definido. La premisa fue clara: generar un espacio que invitara a la contemplación, la calma y el encuentro.

Diseñamos sectores según el asoleamiento y los usos, logrando, de esa manera, ambientes conectados entre sí, pero con identidad propia. En el área más soleada, los canteros con gramíneas y herbáceas. En contraste, un rincón más íntimo dio lugar al Jardín Secreto, pensado para la lectura y el descanso, con una paleta más tropical y serena en la que se priorizan las distintas texturas.

La huerta acompaña la transición hacia sectores de colores más llamativos. Cinco áreas bien definidas —social, privada, ingreso, contemplación y transición— se integran mediante la elección de la paleta vegetal. La mayoría de las especies son de bajo requerimiento hídrico; el riego se plantea solo como apoyo en condiciones extremas.

Este proyecto reafirma nuestra convicción: el paisajismo no es un complemento decorativo, sino una parte importante de la forma de habitar el espacio: respetando el entorno, logrando el equilibrio natural y transformando el jardín en un verdadero refugio en donde la naturaleza forme parte de la propiedad.

Gabriela Luongo (55), Técnica Universitaria en Jardinería. estudiotrama.paisajismo@gmail.com