Trabajé muchos años en publicidad, armado y diseño de páginas web, y redes sociales. Posteriormente, fui vendedora, de forma online, en una empresa de electrodomésticos y, luego, me desempeñé en el rubro de motos y repuestos, entre otros. Allí desarrollé todo lo concerniente a la venta en línea, publicidad, etc.
Transcurrido un período extenso de tiempo, y ya sintiéndome cansada de los horarios y del estrés producido por la presión del ámbito de las ventas, decidí renunciar y dedicarme a algo que me apasionara y a través del cual también pudiera volcar todo lo que había aprendido en el transcurso de mi vida laboral.
De esa manera, llegué a armar mi propio emprendimiento llamado Hermosas Suculentas, en el que yo sola produzco ejemplares; además compro, vendo, repongo, cuido y a la vez disfruto de estas plantas, ya que son, para mí, un cable a tierra.
Durante un año, las coleccioné. A partir de ese lapso, me dediqué por entero a la venta y realmente amo lo que hago. Me apasionan las crasas y siento placer al poder cuidarlas, y ver los avances de cada una de ellas. Es la primera vez en mi vida que trabajo de lo que amo.
Andrea Ordoñez (48), floricultora.
www.hermosassuculentas.com.ar