Ministerio de Desarrollo Agrario y el área de la floricultura

La directora de Horticultura, Floricultura y Fruticultura del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, Renata Valgiusti, se explaya sobre la tarea que vienen desarrollando.

La floricultura es una actividad de cierto sector del agro que se llevó a cabo silenciosamente en la economía, y se ha convertido en una de las fuentes más importantes de empleo en la ruralidad bonaerense, observa Renata Valgiusti, directora de Horticultura, Floricultura y Fruticultura del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires. Y detalla, asimismo, que hay en este ámbito laboral un gran porcentaje de puestos ocupados por mujeres y jefas de hogar, que poseen una importancia fundamental en la economía local y regional de la provincia. Como consecuencia de este contexto, existe una buena ocupación de empleo e importante uso de insumos.  

Agrega, además, que en la actualidad se observa que los centros productivos con mayor incidencia se encuentran en San Pedro, Escobar y en los alrededores de La Plata, junto a otros municipios del conurbano.  Y se estima que allí se distribuyen, aproximadamente, 1200 productores que representan, a la vez, a casi el 50 % de la producción florícola argentina. De igual manera, se suma a esto la actividad realizada por paisajistas, jardineros, planificadores del paisaje y profesionales del arte floral. 

¿Desde cuándo trabajan con el sector?

En nuestra actual gestión, hemos priorizado la floricultura como una actividad para ser visibilizada y acompañada en una labor conjunta, con el objetivo de impulsar un desarrollo más integral. No obstante lo cual, el Ministerio ha trabajado en esta área con anterioridad.

La importancia de incentivar la comunicación y articulación con los diferentes sectores de la floricultura, y ser a la vez parte de ese entramado, son los factores que van delineando las estrategias en las líneas políticas dirigidas a la floricultura.

Cuéntanos sobre los objetivos en los que estuvieron abocados hasta ahora y cuáles son las actuales metas.

Contamos con líneas de financiamiento que apuntan a incrementar la oferta y calidad de la producción de flores y plantas ornamentales (Buenos Aires: aumenta la oferta de financiamiento). También, acompañamos a los productores y productoras en sus estrategias de desarrollo empresarial con unidades de producción tecnificadas en cuanto a maquinarias, estructuras y nuevas tecnologías de cultivo. De igual manera, mantenemos un diálogo fluido con el área y estamos atentos a sus diferentes actividades.

Durante la pandemia, se trabajó en un protocolo para habilitar el sector, y venimos articulando medidas tendientes a inscribir a dicha comunidad como proveedores bonaerenses. Las diferentes gestiones realizadas en el período señalado generaron la posibilidad de que el ámbito pudiera funcionar con un impacto real en la producción, así como la oportunidad de cubrir la demanda urgente y, en consecuencia, lograr su recuperación.

Vinimos a recobrar las capacidades de gestión del Ministerio; en ese sentido, nos faltaban proveedores en el sector privado a fin de poder asociarnos y llevar adelante las políticas públicas. Por ese motivo, comenzamos a dialogar con el sector privado expresando la posibilidad de que pudieran ser proveedores del Estado. El objetivo es que todo aquello que mencionamos anteriormente redunde en un Estado presente, que sea motor en la recuperación de la Provincia.

¿Algo que consideraras importante agregar?

Cultivar flores y plantas ornamentales es una apuesta seria que abre una oportunidad de diversificación en la producción bonaerense, que va más allá de una provincia agraria de cereales, oleaginosa y ganadera. Las flores y las plantas ornamentales son productos en la agroindustria bonaerense, y, como tal, es necesario fortalecerlos con políticas públicas enfocadas correctamente en los municipios que posean esta vocación natural, y en aquellos que guarden un potencial de desarrollo en la actividad.

Su cadena de valor tracciona la economía gracias al alto requerimiento de insumos: macetas para especies comercializables en contenedores, estructuras para cultivos bajo cubierta, herramientas de trabajo; todos ellos son ejemplos que, en este sentido, demuestran que la floricultura es un gran motor.

• Allanamientos e inspecciones en el sector florícola

Consultada respecto a los operativos llevados adelante por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Policía Federal Argentina en viveros de plantas ornamentales  (Conocidos viveros fueron acusados de vender plantas prohibidas), Renata Valgiusti informó que actualmente están trabajando junto a la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas (Allanamientos e inspecciones: habla el presidente de la AAFV) con el propósito de ayudar a los floricultores en torno a la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Introducción a la CITES).