MUNDO Qué está pasando en Colombia. Principales actores del comercio internacional: importaciones y exportaciones. Por Marta Pizano y Ron van der Ploeg*
Cuando comenzó el comercio de flores cortadas, los claveles se convirtieron, rápidamente, en un producto básico de los cultivadores de flores en Europa y en los Estados Unidos, durante muchos años. En el caso de Colombia, país que celebró hace poco la Semana de los Dianthus, se popularizaron a fines de la década de 1960. De hecho, desde los ochenta hasta los noventa del pasado siglo, los claveles representaron más de un 60 % de las flores cultivadas.
Los claveles ganaron popularidad aceleradamente porque podían soportar condiciones de comercialización menos que perfectas y, al mismo tiempo, conservar una vida útil decente de más de siete días con el consumidor final. Vienen en una variedad de colores agradables, que los hacen adecuados para ocasiones festivas específicas; y los productores los encontraron bastante fáciles de cultivar, incluso, en caso de que surgieran problemas sanitarios de las plantas.
Luego aparecieron algunas tecnologías mejoradas de envío, empaque y cuidado poscosecha, que les permitieron a los exportadores enviar rosas cortadas y muchas otras flores que antes eran consideradas de vida demasiado corta para mercados distantes, accesibles solo después de muchas horas de transporte. Parecía que los claveles habían caído en desgracia y solo conservaban una presencia en el escenario de la floricultura internacional, como un producto básico.
Renovado interés
Los criadores y cultivadores de claveles no han estado ociosos durante los últimos años, y los esfuerzos de investigación y desarrollo han comenzado a mostrarse de manera muy destacada.
Los claveles comenzaron a disfrutar de una presencia cada vez mayor en el mercado, y la popularidad volvió a crecer con la pandemia y se destacaron con fuerza este Día de San Valentín. La Semana del Dianthus, realizada a principios de marzo en Colombia, confirmó esta tendencia. De repente, la industria floral parece haberse enamorado nuevamente de estas flores. El evento contó con salas de exposición de nueve criadores de claveles con doscientas cincuenta variedades, en una asombrosa diversidad de formas y colores.
La mayor parte del comercio internacional de claveles recae en un puñado de países. Sin embargo, según las estadísticas de UN Comtrade, estas flores están llegando a todos los rincones del mundo, con más de cien países que reportan un mínimo de 100. 000 USD en importaciones, en 2020.
Importaciones:
Cinco países representan el 70 % de las importaciones mundiales de claveles: Estados Unidos, Países Bajos, Japón, Alemania y el Reino Unido.
Las importaciones totales para 2021 aún no se han registrado por completo. Inicialmente, indican aumentos sustanciales en las importaciones de varios países.
Un análisis de los cinco principales importadores de claveles proporciona más información sobre dónde se los obtiene y cómo se mueve este comercio. La proximidad geográfica aún prevalece: Colombia, Ecuador y México son los más cercanos al mercado estadounidense y venden allí una gran proporción de su producto. Turquía accede cada vez más al mercado europeo a través de los Países Bajos, pero también llega a Alemania y el Reino Unido. China solo aparece como proveedor de Japón. Sin embargo, Colombia suministra la mayor parte de los claveles importados por Japón y está presente en todos los mercados importadores.
Exportaciones:
Alrededor de la mitad de las exportaciones mundiales de claveles provienen de Colombia, seguida de los Países Bajos (que también es un gran reexportador). Otros jugadores importantes son Turquía, China y Ecuador. Los productores de claveles tradicionales en Europa (España, Italia) todavía tienen una cuota de mercado.
Los datos de exportación para 2021 están demasiado incompletos en este momento para realizar un análisis adecuado; sin embargo, Asocolflores (Colombia) informa un aumento sustancial de alrededor del 30 %.
Es importante tener en cuenta que los datos utilizados aquí no reflejan los claveles utilizados en los ramos de flores, que, en el caso de Colombia, podrían agregar aproximadamente otro 30 % a las cifras totales de exportación.
* Marta Pizano (colaboradora de la revista FloraCulture International) y Ron van der Ploeg (editor de la revista FloraCulture International).