Espacios verdes: cómo armar un presupuesto

La importancia de contar con un proyecto de paisajismo, ideas sobre la forma de ordenar los costos y el interés que reviste la entrega al cliente de un presupuesto eficientemente detallado. Por Valeria Micou

Una de las primeras preguntas realizadas por los clientes se dirige al costo del proyecto. Consulta de difícil respuesta, ya que en  las obras de paisajismo los factores difieren; por ejemplo, sobre un mismo terreno, es posible ejecutar muy variados diseños. En el caso de un jardín, es factible incluir solamente césped y arbustos, pero también, piscinas, pérgolas, césped, arbustos, herbáceas, solados, decks, etc. Por tanto es necesario, antes de elaborar un presupuesto de obra definitivo, contar con un proyecto de paisajismo.

Este proyecto -que será contratado aparte, a través del pago de honorarios profesionales- deberá contener toda la información necesaria para la correcta cotización de los trabajos. Incluirá principalmente planos técnicos de plantación, movimiento de suelos, ubicación de solados, instalaciones de riego, iluminación, detalles de construcción y plantación. Además, especificaciones técnicas con respecto al material vegetal (género, especie, variedad), tipo y tamaño del envase, cantidad, forma de plantación, composición de los sustratos, forma de aplicación, tutorado, y todos los materiales necesarios para la correcta ejecución de las obras (y por consiguiente, del presupuesto).

Como primera instancia, a la hora de realizar un cálculo de este tipo, se deberán leer detenidamente y comprender todos los planos y especificaciones del proyecto entregados por el paisajista. Luego, se irá tomando nota completa de los ítems incluidos y realizando un cómputo de ellos. Los programas de planillas de cálculo son una muy  buena ayuda en esta instancia. Una vez realizado el cómputo, se contactará con los proveedores, asesores o especialistas, ya que posiblemente, se carezca de la capacitación suficiente para realizar todos los trabajos involucrados. Se solicitarán presupuestos y estimación de tiempos de entrega y obra. Datos que se irán sumando para evaluar el tiempo y el costo total del trabajo. En el cómputo relacionado con el tiempo de obra, habrá que considerar los días de lluvia estimados.

Una forma fácil de ordenar los costos para no cometer olvidos fundamentales es dividirlos de la siguiente manera:

• Costos de materiales de construcción: incluyen mano de obra, equipos, movimiento de suelos, sustratos, vegetación, etc.

• Gastos directos generales: son los materiales, equipos y costos efectivamente atribuibles a la realización de la obra, pero que no forman parte real de ella (por ejemplo, contenedores de basura, fletes, limpieza de obra, cerco de obra, etc.).

• Gastos indirectos: constituyen los costos necesarios para mantener el negocio, pero que no son directamente atribuibles a la obra (por ejemplo, el alquiler, el teléfono, la electricidad de la oficina, etc.).

• Las ganancias que se estiman obtener.

• Costos de seguros.

Para evitar los malentendidos con el cliente, es aconsejable que el presupuesto incluya el tipo de materiales, las cantidades y sus especificaciones. Además, si al momento de plantación, hay ejemplares que no se consiguen en el vivero, es posible formular sugerencias de cambio de especies, pues, una vez que se acepta el presupuesto, deberá respetarse tal como se presentó. Es así que, además, conviene especificar los ítems no incorporados en el presupuesto. También es aconsejable presupuestar una etapa de mantenimiento que incluya riegos, fertilizaciones, podas, etc., y la reposición de plantas en el caso de que no prosperen en el tiempo esperado.

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