Muros verdes hidropónicos

Qué se vio en el curso ofrecido en Buenos Aires por la empresa española Paisajismo Urbano.  Dicha firma cuenta con franquicias en quince países que facturan más de dos millones de euros anuales. Por Agustín Tomás Laibol

Ignacio Solano Cabello (39), fundador y director de Paisajismo Urbano, estuvo en nuestra ciudad y nos ilustró, a partir de sus conocimientos, sobre los ecosistemas verticales.

Inició su visita con un curso intensivo dictado por la compañía mencionada -del 4 al 8 de abril, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-. En dicha ocasión, enseñaron la tecnología implementada por ellos. Posteriormente, frente a la obra  B.A. -situada a un costado del Obelisco- creada por la firma argentina G-Wall -con tecnología de Paisajismo Urbano-, aprovechó para hablar con nosotros.

Cabello, de formación autodidacta en lo que a las plantas se refiere, es biólogo, y dichos estudios sin dudas han reforzado la comprensión de los procesos naturales a los que hace alusión. Nos cuenta que su primer jardín vertical fue muy pequeño. Estuvo destinado a su criadero de ranas: Me equivoqué mucho; me equivoqué muchísimo. Pero,  como quería hacer las cosas bien y no tenía presión económica, decidí dedicarme a esto.

¿En qué consiste la tecnología de sus muros verdes?

Nuestros jardines están realizados sobre un sistema hidropónico. Este sistema se basa en el principio de que, mientras las plantas puedan encontrar agua y nutrientes, no necesitan tierra para vivir, solo un soporte físico al que anclarse. El sustrato que nosotros utilizamos en un compuesto geotextil realizado a partir de materiales reciclados que ofrece a las plantas el soporte que necesitan.

La principal diferencia entre nuestro sistema y el resto de los sistema presentes en el mercado es la perdurabilidad. Nuestros jardines perduran en el tiempo; lo demostramos compartiendo imágenes del estado de ellos años después de haberlos realizado. Además, ponemos plantas que atraen insectos polinizadores y controladores biológicos -no usamos químicos-.

¿Qué plantas sugieren para estos espacios?

Para espacios exteriores puede trabajarse, por ejemplo, con plantas de las familias Cyperaceae, Amaryllidaceae o Amaranthaceae. Para interior, buenos ejemplos son las familias Araceae, Marantaceae o Arecaceae.

¿Cuán rentables son estas construcciones?

Nuestros alumnos están haciendo las cosas bien, con una tasa de éxito bastante grande. Es muy satisfactorio, en el sentido de que  hay gente que ya está realizando más proyectos que nosotros, con una calidad excelente, y que está lucrando con ello.

Tenemos empresas asociadas como el Groncol -de Colombia-, que facturan solamente con nuestro sistema más de dos millones de euros anuales. Y eso es muy interesante, porque te das cuenta de que este tipo de bioconstrucciones han venido para quedarse, y que la clave de que las cosas se queden es hacerlas bien -ocurre que como antes se realizaban mal, estaba en tela de juicio si esto iba a ser viable o no-.

¿Cuáles son los proyectos más significativos? ¿Cuáles te dan más orgullo?

Obviamente, los proyectos más grandes son los más significativos, y no necesariamente proyectos que haya hecho yo, pueden ser proyectos en colaboración e incluso, proyectos de mis alumnos. Me dan tanto gusto como si los hubiera hecho yo mismo, es como si hubiera superado esa barrera del ego; es decir, al principio, hasta me molestaba que un alumno hiciera algo muy bonito. Pero hoy en día me da mucho gusto. 

Sin embargo, también hay proyectos pequeños que han sido muy complejos, con los que se ha sufrido mucho y que ha sido muy satisfactorio terminarlos y verlos crecidos.

Cuéntanos sobre los cursos y las franquicias.

Los cursos que ofrece la empresa fueron elaborados durante un año con la ayuda de un psicólogo, debido a que están orientados al público en general, con el objetivo de facilitar un modelo de negocio. Nosotros volcamos los diez años que tenemos de experiencia en el armado de estos muros verdes.

Solo tenemos franquicias en los países en donde no es redituable realizar los cursos.

¿Cuál ha sido el perfil de los alumnos, aquí en la Argentina?

Los alumnos, en su inmensa mayoría, son arquitectos o ingenieros -más que nada en México-. En la Argentina, es algo más variado. Te diría que el 60 %, está integrado por arquitectos e ingenieros, y el resto, público general.

¿Por qué Latinoamérica?

Apostamos por Latinoamérica, primero porque no tenemos la barrera idiomática, y  segundo, porque es un continente que está creciendo en un estado de conciencia, en general.

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