La significativa deformación en hojas de árboles ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires obliga a mirar estas plantas: ¿Qué tienen? ¿Qué conviene hacer? Por Oscar Herrera*
El ficus benjamina (Ficus benjamina L.) es una de las especies de origen tropical más empleadas en nuestro medio con fines decorativos. Independientemente de sus cualidades estéticas, es probable que su popularidad se deba, en gran medida, a la considerable plasticidad lumínica y térmica que exhibe, que lo habilita tanto para usos en interior como exterior.
Aunque la Resolución 29, 2002, de la Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano (1) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, precisó al F. benjamina como una de las especies no permitidas para el alineado de veredas, este árbol forma parte del paisaje de contorno en numerosas calles locales, además de que es frecuente su presencia en plazas, parques y jardines privados.
Recientemente, el recorrido de unas 200 manzanas por diversos sectores de las comunas 10 y 11, permitieron al autor de la nota visualizar la presencia de una deformación foliar en la fracción caulinar juvenil, en la totalidad de los benjaminas (verdes y variegados) encontrados en su tránsito. Se pudo comprobar que el daño, consistente en láminas foliares encrespadas con plegamiento adaxial por la nervadura central y numerosas puntuaciones oscuras pequeñas sobresalientes, se encontraba acompañado de la presencia de trips en el interior del doblez laminar.
Igual descripción fue transmitida por un viverista de venta al público (2) perteneciente a la comuna 7, quien sostuvo que dicho fenómeno había sido motivo de consulta por parte de varios de sus clientes desde febrero del año en curso, alarmados, además, por una intensa defoliación de sus plantas.
Aunque el análisis entomológico excede los alcances del presente artículo, la documentación bibliográfica, local e internacional, consultada (3; 4; 5), apoya la hipótesis vinculante entre los síntomas observados y la presencia de los trips.
En 2011, De Borbón y Agostini (3) citaron, por primera vez en la Argentina, la detección del trips galígeno Gynaikotrhips uzeli sobre hojas de F. benjamina en la provincia de Misiones. Posteriormente, igual determinación fue documentada por Curis et al. (4), a partir de muestras procedentes de la provincia de Jujuy. Un estudio reciente (6) reveló que, bajo condiciones experimentales, G. ficorum (morfológicamente muy similar al anterior) era capaz de producir agallas foliares en F. benjamina y F. microcarpa, pero que G. uzeli solamente lo hacía en F. benjamina. Según Arthus et al. (7),este último podría llegar a alimentarse, ocasionalmente, de otras especies de Ficus sin promover la formación de agallas, pero requeriría del F. benjamina para reproducirse. Los mismos investigadores comprobaron la susceptibilidad de 27 cultivares de F. benjamina, entre verdes y variegados, aunque con diferencias de grado entre ellos.
Las agallas son producidas por la alimentación de estos insectos, pero el estímulo que induce la actividad meristemática en las células vegetales que rodean a las que el trips ha eliminado al alimentarse, sigue siendo desconocida (3). Retana-Salazar y Sánchez-Chacón (8) determinaron problemas de diferenciación de los mesófilos de empalizada y esponjoso, observando solo tejido parenquimatoso en los tejidos internos de las hojas con agallas de F. benjamina, asociadas a trips.
La estrategia de control de plagas insectiles depende, en gran medida, del ámbito de trabajo. En el espacio público, probablemente la no intervención humana sea una buena conducta, al menos en este caso, al permitir que la interacción de los factores bióticos y abióticos, en su conjunto, alcance un equilibrio. En 2012, la mosca blanca azotó a los benjamina de nuestra ciudad (9), sin dejar prácticamente huellas de la plaga un año más tarde.
En el caso del usuario particular, el comprador debería evitar adquirir cualquier individuo con los síntomas descriptos. Sobre plantas ya instaladas, el control cultural mediante poda, y eliminación de los restos de poda y hojas desprendidas, disminuirá el grado de infección, a la vez que mejorará el aspecto estético. Sin embargo, estas prácticas, por sí mismas, podrían ser insuficientes, en casos de ataques severos, o cuando los individuos afectados se hallen en vecindad a otros no tratados. La aplicación de agroquímicos solamente sería factible bajo asesoramiento técnico. En cambio, el uso de preparados caseros contra trips podría proporcionar una herramienta terapéutica alternativa (10). Cabe señalar, sin embargo, que se desconocen estudios que respalden la efectividad de este tipo de compuestos para el caso en cuestión.
En el ámbito de la producción comercial, la meta de alcanzar una elevada productividad de plantas de alto valor estético libres de plagas portadoras exige, habitualmente, la inclusión de procedimientos de rápida acción, dentro del contexto de evaluación económica. En dicha circunstancia, el uso de pesticidas de comprobada eficacia sobre el agente a controlar, que minimice el empleo de aquellos, forman parte de un esquema de trabajo sustentable.
Held y Boyd (11) reportaron que los principios activos* acetamiprid, dinotefuran, imidacloprid + cyflutrina, y tiametoxam, aplicados por pulverización al follaje, proveyeron un ≥ 75% de control de adultos de G. uzeli por ≤ 7 días. En cambio, el uso de los neonicotinoides por riego al sustrato era inefectivo. En el mismo estudio, se observó que el compuesto bifentrín ofrecía un buen control durante 14 días a los adultos expuestos, en tanto que la abamectina y azadiractina presentaban un control bajo a moderado. Estos resultados son coincidentes con los publicados por Palmer y Vea (12), en los cuales el insecticida bifentrín mostró una elevada eficacia en tratamientos de preinfección y posinfección, si se incluía un tensioactivo al caldo de pulverización para el segundo caso.
El trips de la agalla del F. benjamina puede causar serios daños a las poblaciones en cultivo, en paisajes o interiores, provocando intensas defoliaciones y estancamiento del crecimiento. Curiosamente, según Mound et al. (13), las manchas y agallas foliares son consideradas un carácter atractivo de los Ficus spp., en Taiwán.
*Ing. Agr. Oscar J. Herrera, asesor técnico de cultivos ornamentales.
*La cita de principios activos es solo a los fines de difusión. El uso de agroquímicos debe ser encuadrado dentro del conjunto de aquellos compuestos autorizados para la floricultura por la legislación vigente (14). En caso de inexperiencia, se recomienda al usuario una prueba de fitotoxicidad, previa al empleo extendido de cualquier producto.
Glosario
Agalla: crecimiento tisular anormal causado por insectos cuando estos se alimentan de los tejidos de la planta o realizan la deposición de los huevecillos.
Galígeno: se aplica a los insectos capaces de provocar la formación de agallas.
Bibliografía consultada
(1) Resolución 29 2002 Secretaría de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano. https://boletinoficial.buenosaires.gob.ar/normativaba/norma/21963
(2) Ramallo, H.F. Comunicación personal.
(3) De Borbón, C.M. y Agostini, J.P. 2011. Gynaikothrips uzeli ( Zimmermann) y Androthrips ramachandrai Karny (Thysanoptera, Phlaeothripidae), primeras citas para la Argentina. Rev. FCA UNCUYO 43 (1): 253-260.
(4) Curis, M.C., Zamar, M.I., Bertolaccini, I. y Kurtz, M.E. 2015. Primer registro de Gynaikothrips ficorum (Marchal) sobre Ficus microcarpa L. de la provincia de Santa Fe y de Gynaikothrips uzeli (Zimmermann) (Thysanoptera, Phlaeothripidae) sobre Ficus benjamina L. (Urticales: Moraceae) de la provincia de Jujuy, Argentina. Rev. Soc. Entomol. Arg. 74 (1-2): 85-88.
(5) Dara, S.K y Hodel, D.R. 2015. Weeping fig thrips (Thysanoptera: Phlaeothripidae) in California and a review of its biology and management options. J. Integ. Pest Mngmt. 6(1): 2
(6) Tree,D.J.; Mound, L.A. y Field, A.R. 2015. Host specificity studies on Gynaikothrips (Thysanoptera: Phlaeothripidae) associated with leaf galls of cultivated Ficus (Rosales: Moraceae) trees. Fla. Entomol. 98(3): 880-884.
(7) Arthurs. S.P.; Chen, G. y Chen, J. 2019. Host specificity evaluation for Gynaikothrips uzeli (Thysanoptera: Phlaeothripidae) on ornamental Ficus
(Rosales: Moraceae). Fla Entomol. 99(3) : 481-486.
(8) Retana-Salazar, A.P. y Sánchez-Chacón, E. 2009. Anatomía de la agalla en Ficus benjamina (Moraceae) asociada a “thrips” (Tubulifera: Phlaeothripidae). Rev. Biol. Trop. 57 (Suppl. 1): 179-186.
(9) Stekolschik, G. 2012. El Ficus, un árbol que tiene los días contados en la ciudad. La Nación: 2 de Julio.
(10) Ruzzo, S. 2018. Trips: cómo combatirlos. Economía & Viveros: Diciembre.
(11) Held, D.W., y Boyd, Jr., D.W. 2008. Evaluation of sticky traps and insecticides to prevent gall induction by Gynaikothrips uzeli Zimmerman (Thysanoptera: Phlaeothripidae) on Ficus benjamina. Pest Manage. Sci. 64: 133–140.
(12) Palmer, C. y Vea, E. 2017. IR-4 Ornamental Horticulture Program. Thrips Efficacy: Chilli Thrips (Scirtothrips dorsalis) Gladiolus Thrips (Thrips simplex)
Privet Thrips (Dendothrips ornatus) Weeping Fig Thrips (Gynaikothrips uzeli)
Western Flower Thrips (Frankliniella occidentalis). p. 76. En Ornamental summary reports. Rutgers Univ., Princeton, New Jersey.
(13) Mound, L.A., Wang, C.L. y Okajima, S. 1995. Observations in Taiwan
on the identity of the Cuban laurel thrips (Thysanoptera, Phlaeothripidae).
J. N. Y. Entomol. Soc. 103: 185–190. Citado en (5).
(14) Guillén, D. 2015. Agroquímicos autorizados. Economía & Viveros: Agosto.