Santa Fe no puede competir con Buenos Aires

Como consecuencia de los costos de la mano de obra, Santa Fe está perdiendo el segundo lugar como productora de flores de corte. Conoce los porqués. Además: los resultados del estudio de mercado realizado por la Universidad Nacional de Rosario.

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Según los floricultores, la tendencia ya es irreversible. Los diferentes estudios señalan a la mano de obra ilegal, o explotada laboralmente (en Buenos Aires), como la principal causa. A su vez, los diferentes informes elaborados por la Universidad Nacional de Rosario apuntan: Los productores no se han adaptado a los cambios de la demanda, son pocos los que cultivan nuevas especies o primicias. Prácticamente no se han incorporado mejoras en los procesos productivos, y el manejo de la cosecha o poscosecha no es el adecuado para ofrecer un producto de calidad. Por ejemplo, solo las grandes empresas ofrecen rosas, que es una de las especies más demandadas y brinda el mayor margen bruto.

Los informes continúan detallando: Los productores más grandes son los menos perjudicados debido a que han diversificado su producción y han integrado la venta mayorista. Por otro lado, se observa una falta total de coordinación e integración entre los diferentes actores que componen la cadena florícola en el área (…). Todos compiten con todos, y el más perjudicado es el productor “individual”, que es el eslabón más débil de la misma.

A pesar de esta situación, se observa que no hay en dicha zona un problema de disminución de las ventas. Economía & Viveros visitó a los productores del área con el objetivo de interiorizarse en la problemática, y ellos confirmaron el dato que adelantamos.

• Opiniones

Edgardo Lalic, uno de los productores de flores de corte más grandes de la zona de Pérez, dice: La principal razón para que esto haya pasado es que los costos laborales en Santa Fe son diferentes al del cinturón hortícola-florícola de La Plata. En concreto, en flores de corte, el 60 % del costo, puesto en puerta de cultivo, es mano de obra. Ahora, si esa mano de obra es de inmigrantes ilegales o explotados laboralmente -trabaja a destajo durante las horas de luz, en los invernaderos, y de noche clasifica y empaca-, ese costo desciende al 20%.

¿Por qué crees que ocurre esto?

El Gobierno sabe lo que está sucediendo. A su vez, los argentinos no quieren trabajar en estos tipos de cultivos -aunque la paga sea en blanco y el horario, normal-, y eso hace que los productos de la canasta familiar sean bajos. Es imposible que los números den con mano de obra en blanco. Y con las flores empezamos igual, y así nos fueron sacando del mercado. Hoy, los “mayoristas” ya no pasan por Santa Fe y Rosario a comprar, porque en el mercado de Buenos Aires hay un gran surtido y a menor precio.

Ese bajo precio se consigue, además, visitando a los productores en sus cultivos y pagando hasta un 30% menos que en el mercado de Capital; ahora estos productores marginales siguen recibiendo mejor paga que las que les liquidan los “vendedores” del mercado de Capital. Así se generó un segundo mercadeo en los cultivos.

Nos acerca otro comentario el Ing. Agr. Eduardo Casella, quien es asesor florícola de cultivos de Buenos Aires y Santa Fe: Recuerdo que por el 2005, cuando tomé contacto con el Instituto de Floricultura, y aproveché la oportunidad para comentar la situación de nuestra zona, parecía que esta problemática tendría solución. Las conversaciones con el ingeniero Daniel Morisigue nos habían llevado a implementar un Grupo de Cambio Rural a través del Proyecto Hortícola Rosario (integrado por el INTA, la Universidad Nacional de Rosario, la Municipalidad de Rosario, el Ministerio de la Producción de Santa Fe y el Mercado de Productores de Rosario.

Le preguntamos acerca de las medidas que habían tomado. Y al respecto se explayó: Rápidamente se formó el grupo, y de inmediato, tuvo su primer gran logro: la creación del Mercado de Flores de Pérez. También coincidió que el Gobierno Municipal de Pérez le dio mucha importancia al tema, y se reflotó la Fiesta de la Flor (recordemos que Pérez había sido designada Capital Provincial de la Flor en 1969).

Posteriormente, se gestionaron ayudas por desastres climáticos, se consiguió un subsidio del Ministerio de Trabajo de la Nación para construir dos invernaderos de enraizamiento -proyecto del cual soy  autor-, se gestionó la asignación de una caldera para desinfección de suelos ante el INTA, que actualmente no está siendo utilizada...

Pero dos años más tarde, el grupo se disolvió, el mercado acumuló innumerables problemas y se produjo la fuga de muchos socios por diversos motivos -sobre todo, socioculturales-, y no se pudo romper el núcleo duro del individualismo.

¿Cómo fue afectada la producción por todos estos problemas?

Además del abandono de los cultivos por parte del 40% de los productores, se comenzó a observar una baja rentabilidad. Lo cierto es que hoy el Mercadito funciona con cinco socios bajo una nueva forma jurídica y la mayor facturación es por venta al público.

La demanda de flores de corte en la ciudad de Rosario*

Susana Zuliani y Mónica Questa explican que esta investigación forma parte de un proyecto de mayor envergadura llamado Factibilidad de logros de ventajas competitivas en las pymes del sector florícola del Gran Rosario, cuyo objetivo es analizar las diferentes estrategias que podrían implementar las mismas para aumentar su competitividad con el fin de promover el desarrollo del sector en la región, y subrayan: El conocimiento de las características de la demanda es fundamental para ver si la producción zonal se adapta a los requerimientos del consumidor.

 En el trabajo opinan que el productor es el eslabón más débil, ¿nos podrían completar la idea?

 El productor es el último eslabón de la cadena florícola. Los intermediarios en la comercialización reciben un margen de utilidad que pueden adecuar a los  vaivenes del mercado. En cambio, los floricultores deben afrontar los costos de producción, que muchas veces no se ajustan a los precios obtenidos por la venta de los diferentes productos.

 Desde hace unos años, en general, los precios de algunas flores se han mantenido y otras han aumentado levemente, en cambio, el valor de los insumos y la mano de obra se ha incrementado notoriamente, por lo tanto,  han disminuido los márgenes de ganancia. Esto hace que el pequeño productor no pueda realizar inversiones para adaptarse a los cambios de la demanda.

Para arribar a estas conclusiones, han encuestado a todas las florerías, que se encuentran citadas en la revista Rosario Express ¿qué fue lo que les llamó más la atención de los resultados obtenidos?

El cambio de hábitos de la población, que ha llevado a una disminución de la demanda de flores que tradicionalmente se cultivan en la región, como por ejemplo, crisantemo y clavel. Además, las mayores exigencias de calidad y variedad de especies florales.

¿Cómo relacionan los resultados del estudio con la situación actual de los productores?

En general, los floricultores no se han adaptado a los cambios de la demanda; son pocos los que han incorporado nuevas especies. El manejo de la cosecha o poscosecha no es el adecuado para ofrecer un producto de calidad. Las especies más demandadas en el mercado, como lilium y rosa, se producen en escaso volumen. Por lo tanto, los minoristas adquieren esta mercadería principalmente a mayoristas que compran a floricultores de Buenos Aires o directamente en esos mercados.

Los minoristas opinan que la demanda exige calidad; el problema es cómo cada uno define dicho término. En general, los mayoristas y minoristas hablan de una flor de calidad cuando la misma posee un tallo largo, grueso, derecho, sin marcas, y las flores presentan brillo y buen color.

 Lo que hemos observado es que la falta de este atributo en la flor ofrecida por los productores de la región es una de las causas por las cuales los mayoristas y los minoristas justifican el bajo volumen adquirido, o directamente la no compra de la mercadería proveniente de la región.

Foto: Florencia Cesio

Imágenes de nuestra floricultura

La planta escondida